sábado, 28 de marzo de 2020

¿Por qué le mató?

La Marquesa, abrió el armario y dio a elegir a su cliente que era lo quería, si una fusta, que le pegase con el florete o que le chupase el pene. El soldado se tumbó y esperó a que le atase a la cama con una cinta negra a la cama; le colocó los pechos alrededor del pene para masturbarle; se acarició el clítoris y galopó, varias veces. Cuando se corrió lo desató. Antes de que comenzase a oscurecer, gritó. "No te pagaré, ni me pienso ir". Un hombre más alto que él, que hacía tiempo le buscaba porque quería su puesto, se acercó, estuvieron luchando, hasta que el hombre con bigote, le atravesó. El criado, antes de que le diese la orden, agarró de las manos y lo arrojó al pozo, antes de que la guardia llegase.

lunes, 16 de marzo de 2020

¿Sucedió realmente

A veces, cuando veo a parejas jóvenes darse la mano o un beso, recuerdo la historia que mi abuela me contaba una y otra vez, cuando era pequeña, a la tierna edad de cuatro años, para que me durmiera, no sé si real o no, pero a mí me lo parecía y deseaba que esa historia se cumpliese en mí. ¿Queréis que la cuente? O ¿por el contrario que quede en el anonimato. Como tengo treinta años, no tengo novio y cuando lo tenga, no se lo voy a contar, dejaré que quede en mis recuerdos. Vosotros os plantearéis, como con la edad que tengo, hablo como una persona mayor. Sin embargo, no he tenido relaciones muy buenas y cada cual ha ido a peor. Pero igualmente la contaré, simplemente por si envejezco sola, tener mis propios recuerdos. Alrededor de 1713, un comerciante de telas, inglés, se enamoró de una atractiva joven bruja. Sin embargo, sus padres, se negaron y no solamente eso, sino que avisaron a los soldados para que la juzgasen por bruja. El joven, se fue a la mar para recoger mercancías; tuvo la mala suerte que según llegaba a Irlanda, el barco se hundió. Pasaron los siglos, un tataranieto, que vivía en Estados Unidos, estaba enamorado de una española; que era más joven que él. No sabía donde buscarla,ya que sabía, que en su país no era. El espíritu, que no había podido tener a su amada, decidió intervenir. Se introdujo en el cuerpo del hijo del tataranieto y le indicó donde estaba. A la semana, viajó a España, andando por la calle, la encontró, ella, estaba enamorada de él, pero los padres de ella no le aceptaban. Sin embargo, ella consiguió que sus padres aceptasen que se casase con su amado.