sábado, 23 de febrero de 2013

La Gran Depresión (IV)


Iban a ponerse a hablar cuando de repente, aparece una animal con un cuerno en la frente, en la cabeza, dos cuernos, unos ojos grandes, negros y rojos, el cuerpo todo lleno de plumas largas negras y grises, la cola con plumas más cortas, las patas blancas, las pezuñas, son garras bastante afiladas y largas las patas delanteras, en las traseras también son largas las patas, `pero las garras son menos largas y menos afiladas, otra cosa que se me olvidaba es que en el hocico, tiene una gran avispa, de color amarillo y negro; eso cundo está tranquilo, sino la cara es toda roja los ojos parece que se sale de las órbitas, además parece que los ojos están inyectados en sangre ,tiene colmillos muy grandes, algunos son rectos y otros con forma de media luna, además, las patas delanteras ,se transforman en menos, pero las garras no cambian, aunque tiene dedos. Tienen que tener cuidado porque cuando se alimentan es por la noche, va a cazar a humanos. A diferencia que el vampiro, no chupa la sangre sino que, muerde una oreja y la mastica poco a poco y luego la otra, eso si es una persona adulta, si es un niño, aprovecha todo.  

Después de que el animal, ha pasado y todos se recuperan del susto y del miedo. De ver ese extraño animal.
-          ¿ Quieren que vayamos en mi coche?

-          No, preferimos irnos en el nuestro, de regreso, si está todas las llaves bien, podemos llamar a un fontanero, para que nos haga los servicios, mejore la electricidad, y otras cosas, que vayamos viendo.

-          Por cierto, si quieren cambiar el techo, aunque parece que está bien tengo un amigo que es albañil y otro que es fontanero, les dice que van de parte mía para que les haga un descuento.

-          Gracias.

Según va  conduciendo  por la carretera secundaria para dirigirse  a su futura casa, ven a una joven de unos dieciocho años, hacienda autostop. Diego, hace amago de parar, pero al ver la cara de enfado, pasa de largo.
En el camino de su casa, llegando a su casa.
-          Esta vez, en lugar de dejar el coche fuera, vamos a meter el coche dentro.

-          Lo tenía pensado.

Enfrente de la verja.

-          ¿Bajas tú o lo hago yo?

-          Lo haré yo.
Mmmm
-          Pues si que abre la llave, tenemos que llamar para que nos hagan una réplica de esta verja porque está muy oxidada y chirría, o si no lijarla bien  para que se pueda utilizar.


-          De momento pongamos el coche aquí, muy cerca de la verja.

-          Esperemos, con la verja abierta a que venga Luis.

-          Ya estoy aquí.

-          De momento, la llave de la verja y la de la puerta principal, van bien. La de la cocina también, la de la habitación de al lado de la cocina también, las de las habitaciones superiores también el desván también, aunque le cuesta un poco. Bueno salgamos del palacio, ya que la puerta de atrás también cierra bien.

-          Las caballerizas también; justo en el momento de que se iban a ir, ven paja recién puesta y todo perfectamente nuevo, como si lo acabasen de hacer. Se restriegan los ojos, pero al rato no hay nada. Entonces, se marchan a ver el cobertizo, allí no pasa nada, y como la llave va bien  se van.
-          Puede si quiere llamar a sus amigos para decirles, que hagan el favor de venir mañana a las diez.

-          Así lo haré. Muchas gracias por todo.- Dijo Sara estrechando la mano de Luis.

-          De nada, que disfruten de la casa y que terminen las reformas dentro de poco.
Adiós.

-          Le acompañamos, hasta su coche
 Una vez que se hubo ido.
Aquí en el centro, pondremos una gran fuente, con Atenea en el centro,  detrás pondremos en las caballerizas, los caballos y para poder montar, más lejos, en el cobertizo lo dejaremos para las herramientas.  Un poco más retirado pondremos la piscina .
-          Mira, parece una estatua de un cazador.- Dijo Diego
-          ¿Dónde? yo no veo nada.
-          Pues…. A desaparecido. Bueno, a lo que íbamos.

-          Yo prefiero, aprovechando que tenemos mucho terreno que esté cerca de la casa, para poder techarlo, aunque dejemos un buen hueco para poder meter el coche cuando llueva.
-          Tienes razón Sara, la pista de tenis no hace falta que esté muy cercano de la casa, porque por la noche no vamos a jugar al tenis, en cuanto a los caballos, lo dejaremos tal y como está, si a ti te parece bien.



Continuará...


sábado, 16 de febrero de 2013

La Gran Depresión (III)


A la mañana siguiente,  en la agencia inmobiliaria del pueblo.
-          Que puntuales son ustedes, bien, aquí tiene su contrato; en este espacio justo a pie de pagina, firmen ustedes, y la tendrán dentro de una semana.

-          Hemos pensado que antes de firmar el contrato de compra, desearíamos volver a verla más despacio.

-          Por supuesto, no tengo ningún inconveniente, cojo mis llaves y nos vamos.

En la carretera, ya casi en el camino que está cercano a la casa.

-          Mira ahí hay  un hueco para aparcar el coche sin que haya problemas, de que se meta la rueda del coche.

-          Si, además, de que no ha llovido, podemos dejarlo aquí, sin temor a que no podamos sacarlo.

-          Mira cariño, ya está aquí el vendedor, acerquémonos.

-          Siento la tardanza, pero me acaban de llamar, y claro, tal y como están las multas, no es plan de que te pongan una.- Dijo mientras buscaba en el bolsillo del pantalón, según  se iban aproximando a la verja oxidada.

-          Ya hemos llegado. Dijo sacando las llaves del bolsillo y abriendo la verja que chirriaba.

-          Me encanta esta parcela es muy grande.- Dijo Sara

-          Si no le importa, antes de entrar, queríamos observarla.

-          Mientras lo hacen, voy a realizar una llamada.

-          Vayamos a ver que nos encontramos, me parece que esto es un cobertizo- Dijo Sara.

-          Tienes toda  la razón y si no me equivoco, estas son las caballerizas._ Dijo Diego

-          Podríamos comprar caballos, criarlos y montarlos, empleando a un caballista.- Dijo entusiasmada Sara.

Mientras que están hablando, se presenta el vendedor, sin que lo hayan percatado.

-          Por lo que veo están muy entusiasmados.
-          Pero; aún así queremos seguir viendo la casa.
       -Abriré ahora esta puerta y no la principal como había planeado.
-Como ya le dije la otra vez esta es la cocina, como pueden ver el suelo no necesita modificación, el grifo corre perfectamente si desea abrirlo.
- Así es, además no puedo creer, que no salga nada de barro, ni las tuberías estén obstruidas, como debería de pasar.
-Continuemos, aquí tenemos otra habitación, esta habitación es bastante espaciosa.
-          Por aquí podemos subir al desván. Ven aquí, hay un gran ventanal.

-Bajando por estas escaleras, bajamos a las habitaciones del ala izquierda  que como podrán observar también son bastante grandes.

-          Si continuamos por el corredor continuamos con el ala de las habitaciones de  los criados, no son tan grandes como las otras habitaciones, pero lo suficientes para que entren dos camas una mesa, armario, todo lo que deseen poner.

Ya en la habitación que está mas cercana al pasillo.

-           Si que es grande, la verdad. Además de tener ventanas aunque sean más pequeñas.
¿Hay servicios? Por que si hay , todavía no nos lo ha enseñado.

-          No, tendrán que hacer reformas, de todas formas, con la cantidad de habitaciones que hay no pasa nada, porque pongan un servicio por cada habitación.

-Estoy de acuerdo.

-          Entonces, aprovechando que es temprano, pasemos a firmar el contrato, para poder hacerle entrega de las llaves.

-          ¿Aquí?

-          No, tenemos que ir a la inmobiliaria.

-          Entonces vamos bajando, para poder ver.

-          Como en este caso, la van a comprar no lo haré, es más bajaremos los tres.


Ya fuera de la casa.

-          La verdad, cariño.- Dijo Sara abriendo la puerta del coche del copiloto. Tengo ganas de poder venir a vivir aquí.
-          A mi me pasa lo mismo.

En  la  inmobiliaria.

-          Aquí está el contrato, firmen aquí y aquí. Aquí firmo yo. Esta es para ustedes la copia y el original me lo quedo yo, como estipula el contrato me dan ahora tres millones euros.

-          Tenga, le entrego un cheque por valor de tres millones de euros.

-          Muy bien,  y yo le hago entrega de las llaves. De todas formas, para que no desconfíen de esta inmobiliaria, iremos si quieren ahora a probar las llaves.

-          Encantados.

-          Pues yo no me creo que nadie tenga dinero suficiente para  comprar un palacio en estos días.

-          ¿Qué quieres que te diga? – Puedes creértelo o no, yo te cuento únicamente lo que mi hermana…

-          Si, ya se lo que tu querida hermana te ha contado.

-          Pero ¿ Es real o no?- Preguntó Lois con curiosidad.

-          Según ella, es verídico, pero en fin como iba diciendo…
Mientras el vendedor cierra la puerta, porque sus compañeros, no están.

-          Es un hombre encantador.
Si a mi me lo parece, pero tienes que tener en cuenta que lo hace para atraer al cliente, no para hacer amigos.





Continuará..........

Confia en ti misma


Llevo ocho años como detective privado, pensaba que lo había visto todo hasta que, un día un hombre de cuarenta años, me contrata porque oye rumores de que su mujer le es infiel.
A los pocos días de ser contratado, viene a mi oficina; me dice que han robado en su casa. Yo, por mi parte le digo que no se preocupe, que aunque no esté contratado para eso que lo investigaré. Él se va muy relajado a su casa. Llega la noche y ve que la mujer no se regresa a casa, empieza a preocuparse, cuando iba a irse al salón, oye las carcajadas de su  mujer y escucha que le dice a otra persona.
-Pero ¿estás completamente segura de que quieres hacerlo?- Preguntó el ladrón.
-Claro, los dos queremos vivir como reyes, ¿no? Si tú no quieres al menos yo si- Respondió Rosana.
El pobre marido se fue porque no quería seguir escuchando y se esconde en el armario. Después de que su mujer hubo subido las escaleras; miró en  su bolso y se encontró un zipo que tenía la inicial m. Subió las escaleras corriendo. Le preguntó de quien era el mechero. Ella contestó que no sabía.
A la mañana siguiente alrededor de las ocho de la mañana, suena el teléfono.
-Sabes que no puedes llamar al fijo.
-Es muy importante.
- Ahora no puedo hablar, va a entrar en la cocina mi marido.
Estaban tan absortos discutiendo que no se dieron cuenta que les estaban fotografiando desde la ventana un hombre fornido.
A la mañana siguiente muy temprano Javier recibió una llamada del detective.
-Buenos días ¿Qué ocurre?
- Siento haberte despertado, pero es que  tengo noticias.- Dijo el detective.
- ¿Cuáles son?
-Tu mujer tiene una aventura con el ladrón.- Le respondió el detective.
- Pero no lo entiendo, nos roban y ella se lo agradece teniendo una aventura.
-Veras, es muy simple la situación, tu mujer está detrás de todo esto.
Cuando cuelga; coge las llaves del coche Javier y fue en busca de su mujer para pedirle el divorcio; pero cual fue su sorpresa, cuando la encontró a su mujer muerta en el piso de su amante.

sábado, 9 de febrero de 2013

La Gran Depresión (II)


Al día siguiente  relató la historia del palacio estando en las escaleras que nos conduciría a la entrada.
          
-Sino recuerdo mal porque mi padre me lo contó cuando era muy pequeño empieza así:
El palacio era de 1590,  un matrimonio de jóvenes condes, se murieron sin descendencia, sin embargo, pasó a manos de unos primos, estos primos si que tuvieron hijos,  en 1790 volvió a quedar sin descendencia un matrimonio o al menos es lo que sedice, pero en este caso no solo no eran jóvenes cuando murieron si no que el palacio quedó deshabitado. Al poco tiempo, lo adquirió un matrimonio de mediana edad como regalo de bodas para su hijo. Su hijo se casó con una bella y rica heredera. Tuvieron dos hijos una mujer y un hombre. Se cuenta que el hijo se enamoró de una joven y bella criada; sus padres se negaron y le obligaron a  casarse con una de las hijas de sus amigos. El joven, derrotado, cogió un caballo y se perdió en el bosque y nunca más se supo de él. En 1930  volvieron  a comprar un matrimonio recién casado que venían de  Argentina , se  hizo rico con  una serie de negocios,tuvieron varios hijos, pero solo uno sobrevibió, debió ser el más fuerte , porque la enfermedad mató todos sus hermanos menos a él.  
Me había olvidado contarles , otra historia, que también me parece bastante  importante.
Vivió una mujer llamada lady Dorothy Walpole, que se unió en matrimonio con Charles Townshend, como muchos matrimonios fue de conveniencia, ya que tenía fama de violento y de mujeriego. Cuenta la leyenda que esta mujer le fue infiel a su esposo, porque su esposo tenía tan mal temperamento y  era un mujeriego; un día uno de los amigos de su esposo, la incitó para que pasara una noche en su cama. Cuando se enteró de que le había sido infiel, la encerró en su cuarto y nunca más la dejó salir ni para ver a sus hijos ni a nadie, siempre fue prisionera en su habitación. Tras varios años de encierro, murió en 1926; desde ese día su fantasma porta un vestido café,  vaga por toda la casa en busca de sus hijos que nunca más los volvió a ver.
A su amigo, le dejó de hablar, y empezó a hablar mal de él en el círculo de amigos, eso hizo que sus amigos y todo el mundo le dejaran de hablar, preguntaron por su mujer, pero les respondió que estaba encerrada en un psiquiátrico, porque se había vuelto loca.
-Lo que no entendemos que tiene que ver eso con esta casa.
- Es muy sencillo, cuando murió vinieron nuevos inquilinos, eran jóvenes como ustedes, con hijos muy pequeños, diría yo, el caso, es que al poco tiempo, la pusieron en venta.
- ¿Qué pasó con este joven matrimonio y con sus hijos?-  Preguntó Diego intrigado.
De repente escucharon unas voces, de hombres y gritos de terror de un hombre.
-          No por favor suelténme, hablaré lo juro.
-Deberíamos ir a ver de donde proceden esas voces- Dijo Diego.
Según van llegando a las mazmorras, empiezan a dislumbrar las espaldas de unos soldados, que están a punto de rasgarle la ropa, para darle latigazos.
- No por favor, no fui yo.
-¡Que horror!
- Como continuén la piel la va a tener tiras.- Dijo Sara, asqueada y tapándose en el pecho de su marido.
-¿Cómo pudieron ver esto y mantenerse tranquilos?- Preguntó Henry
-Tal vez, porque pensaban que lo mejor sería estarse quieto, por lo que pudiera pasar.-Respondió Jeremy. ¿Por donde iba? A ya se…

- Será mejor que lo llevemos al potro.
Abrieron la puerta de la cárcel, le pusieron los grilletes, tenía la piel llena de cortes con los latigazos que le sangraban, según iban pasando dejaba una hilera de sangre a su paso.Le arrastraron entre dos soldados a la sala de torturas, porque casi no se mantenía en pie.
-Hablaré lo juro.
-Empieza, o si no te colocaremos  en el potro hasta que hables.
Igual que había venido la visión desapareció, Diego y Sara respiraron tranquilos.
-La verdad es que no lo se, perdonen, pero mi horario ha terminado, si lo desean, mañana a las diez de la mañana les preparo el contrato de venta, aquí tienen la dirección y mi nombre.
-¡Que morro!, no les contesta.
-Si no lo sabe no puede contestarle- Respondió Jeremy
-O no quiere.- Saltó Lois
-Da lo mismo, lo único que importa es que se despidió de ellos. El  caso…
- Hasta mañana a las diez.- Dijo Diego estrechando la mano al vendedor.



-La verdad, me parece un palacio maravilloso, pero lo cierto es que deberíamos irnos porque parece que está anocheciendo.- Dijo Sara.
- Ah,  por  cierto se me olvidaba decirles que si miran a la derecha fuera del palacio, verán  un bosque es un sitio muy bonito, mañana pueden ir a pasear, es una parte de la sierra, tiene grandes cataratas; hay que tener cuidado con las cuevas porque hay muchas que son profundas y otras están tan incrustadas en la roca que si no eres un buen escalador no puedes subir. Les recomiendo que en lugar de ir en coche, vayan de otra manera.
-¿Qué es eso?- Dijo Diego.
- ¿El que?-Preguntó Sara.
- ¿No lo veis?- Dijo Sara poniéndose delante de su marido.
-Ver ¿el que?- Preguntó Diego
- El hombre de la cárcel otra vez está ahí, pero lo mejor o peor de todo, es que está con ropa, hay una mujer joven con el pelo recogido, de la misma edad que él, tiene pinta de que es una campesina porque tiene la piel curtida, está suplicando, mientras agarra de la chaqueta de unos soldados suplicando clemencia, pero ellos lo ignoran, le quitan la camisa, le cuelgan boca abajo para azotarle con un látigo que tiene pinchos, para clavárselos en el pecho  hasta que hable. Lo he leído en alguna revista de historia creo. – Dijo Sara muy nerviosa y asombrada a la vez.
- ¿De verdad ocurrió o te lo estás inventando todo para asustarnos?- Preguntó John aterrorizado.
-Según lo que me contó mi hermana, es cierto, si ella o la persona que se lo relató lo hizo, no lo sé.- Respondió Jeremy.
-Yo no veo nada, dijo el agente inmobiliario.
-Tampoco yo, respondió Diego, un poco extrañado, por lo que acababa de oír.
En ese momento, cuando Diego por si acaso, fue a ver por uno de los cristales de la casa, la visión de su mujer desapareció.
- Muchas gracias, cogeremos su consejo y nos iremos a ver esta parte de  Lake Districk.- Le dijo esto Sara- mientras le estrechaba la mano.
- De nada, a sido un placer, además si piensan comprar este palacio, deben conocer todos los rincones del pueblo.- Le respondió mientras le estrechaba la mano.

Continuará......

jueves, 7 de febrero de 2013

La Gran Depresión (I)



LA GRAN DEPRESIÓN             O LA GRAN TRISTEZA



Era una fantasmagórica noche de Hallowen,  todas las calles del pueblo cerca de Yorshire estaban abarrotadas de niños , los más pequeños les acompañaban sus padres, también disfrazados; algunos iban acompañados por sus hermanos mayores.Más tarde habría fiestas en las casas para los adultos; otros por el contrario se dedicarían a contar historias de misterio en sus casas con los amigos; o los padres a los hijos;  en el porche de sus casas las calabazas para los futuros visitantes.                                                                                                                                                                                                                                   
 Cuando un grupo de adolescentes, se sentó en el cementerio de una antiquísima  abadía  Benedictina, que es la más grande de Inglaterra y que fundada en 1.055; sin embargo, fue destruida por el fuego y se volvió a reconstruir en 1.255.  El rey  Enrique  VIII mandó cerrar la abadía.
Eran unos monjes mundanos y se marcharon de la abadía.
Con la luz de la sombra de la luna llena, reflejándose en los troncos de los árboles , con niebla, Henry,  helado hasta los huesos por el frío suelo del cementerio; se intentó subir la cremallera de su viejo  plumas  negro, pero se dio cuenta de que estaba rota. Sin embargo se pudo poner en su dorada cabellera un gorro de sierra de punto y ponerse los guantes.
-          Bueno, a ver ¿ Quién quiere contar el primer relato?- Preguntó Henry.- Que no sabía si levantarse o quedarse sentado, decidió no hacerlo, sino estar como estaba.
-Yo, - Dijo Michael.-Frotándose las manos, porque no tenía guantes. Sacando de su bolsillo el gorro de lana  que tenía en el bolsillo derecho del abrigo; poniéndoselo en el castaño claro de su melena, soltándosela en el acto.
-          Que raro, tú siempre estás muy callado.- Pensó John. No lo dijo, sino que se calló sus propias meditaciones.
De  pronto, una ráfaga de aire, empezó  a mover las ramas secas de los árboles, de repente igual que había empezado disminuyó hasta a amainar.

-          Pues la mía os va a gustar más, es más, debería empezar yo.-Comentó  Jeremy muy risueño, le apetecía empezar el primero. Con su flequillo negro como el carbón, tan largo y tan fino que si hubiera sido verde o amarillo hubiera parecido una hoja que se hubiera introducido en los ojos marrones.

En ese preciso instante, oyeron  pisadas detrás de ellos,  Jeremy dice a los demás que va a ir al camino de la derecha porque cree que procede el ruido de allí. Los demás que también están muy asustados se dirigen allí. Cuando llegan no ven a nadie, más tranquilos regresan a donde estaban antes, se sientan.

-Si estás tan seguro empieza que es muy raro en ti.- Le dijo con sorna Lois.-Mostrando una sonrisa de oreja a oreja.

- Os voy a contar una historia como se la contaron a mi hermana.- Dijo Jeremy.
Éramos unos recién casados cuando fuimos cerca de la frontera de Inglaterra con el coche; mientras mi marido conducía, me maraville de un precioso  paisaje y un castillo, como hacía un bonito día de primavera e íbamos a llegar muy pronto al hotel, le comenté a mi marido el parar. Según nos íbamos acercando, nos dimos cuenta que el castillo estaba abandonado, el  acceso era un poco inaccesible, porque había muchas piedras. Como teníamos un cuatro por cuatro nos metimos por un camino de piedras y arena, para aparcar fue muy difícil porque todo era muy pedregoso, empujamos la verja que chirriaba,  estaba todo muy abandonado según pudimos descubrir, al abrir la magnífica puerta que fue recién construida; le faltaba aceite .Subimos las escaleras de la entrada principal,el salón era muy grande, la cocina también estaba bastante estropeada, la biblioteca no se encontraba en mal estado, en el lado derecho vimos un salón de baile,ahí alguien había perdido una peineta de diamantes; se notaba porque tenía una grada para los músicos. Giramos a la derecha, vimos unas escaleras  bajamos por ellas, nos encontramos a la derecha una sala de torturas, con jaulas, un potro, un sarcófago con pinchos; de momento era lo único  que estaba bastante bien conservada respecto a las demás estancias de la casa.
-          Me parece muy raro,  que haya una sala de tortura y que esté en tan buen estado, es bastante escalofriante. – Dijo Diego.
-          A mi también me parece bastante tenebroso, solo de pensar lo que harían….

Escucharon a sus espaldas, aterrorizados, miraron hacia atrás,  pero no mejoró la situación al ver a un hombre de mediana edad, calvo y cojo, bien trajeado, nos condujo a la salida; nos dimos cuenta que tenía mucha prisa, por lo tanto antes de que nos cerrase la puerta le preguntamos que si estaba en venta nos respondió que sí, pero que costaba demasiado para nosotros. Viendo la cara de enfadados que teníamos, se disculpó, dijo que si la queríamos  nos la vendería, además, sin que nosotros se lo pidiésemos nos dijo que  si queríamos quedaríamos mañana para enseñarnósla.

continuará......