miércoles, 29 de abril de 2015

Mi secreter

En mi antigua casa del pueblo, tenía un secreter que había adquirido en una tienda de antiguedades, ya que el otro que mi madre tenía se encontraba en su habitación, pero éste además, lo bueno que tenía era la facilidad de abrirlo; la puerta solo tenía que abrirlo de arriba abajo con el pequeño pomo que tenía, estaba hecho de madera maciza con incrustaciones de pájaros, hojas... tenía muchos compartimentos para poder colocar los folios, el tintero, las plumas; lo utilizaba de vez en cuando solo para ocasiones especiales, porque la tinta era muy cara.
Ese día de primavera para mí, era muy especial, mi abuelo trajo unos merengues en un plato llano, en la otra mano, me traía una horchata bien fresquita, estaba tan absorta leyendo la antigua carta que le habían escrito a mi madre, que sin darme cuenta, derramé toda la horchata encima de la carta, tenía tanto miedo de que mi madre me pillase que tampoco me di cuenta de que en la mano derecha continuaba con el merengue; total, que en lugar de limpiarlo, lo ensucié más aún. Cerré con llave el secreter con la esperanza de que mi madre no se diera cuenta; pero no tuve suerte, sino que mi madre vino muy enfadada y me regañó de tal manera que esas fueron las peores vacaciones de mi vida.

martes, 28 de abril de 2015

La Boda de María y Pablo (XV)

Enseguida los matrimonios que tenían niños se despidieron de nosotros disculpándose por no quedarse más. Para finalizar la cena licores y  café.
A las doce, abrimos el baile con un vals; la maquilladora se acercó para retocarme el maquillaje y el fotógrafo para sacar una instantánea. Como le prometí a mi padre bailé un vals con él. Luego mi suegro bailó conmigo , mi madre con mi marido y mi hermana con mi marido.

Luego pusimos música de baile para todos; para que la orquesta descansara durante una hora. Hubo gente que empezó a irse al coche a ponerse zapatos planos porque estaban cansadas de tacón.

Después de la hora estuvieron tocando distintos tipos de música hasta las seis de la mañana con barra libre. El resto de las mujeres que todavía no se habían cambiado lo hicieron a las tres de la mañana. Hubo gente que se marchó a la una; otra que se fue a las dos....
Las personas que se cambiaron al principio duraron hasta las cuatro de la mañana.
A las seis nos quedamos unos pocos, pensamos que ya que éramos unos pocos podíamos ira a desayunar. Preguntamos al camarero por una cafetería; nos respondió que si queríamos podía ir él a por churros. Le dimos las gracias y al rato le vi con una bandeja de churros y con chocolate.
Los pocos que quedamos fuimos: las últimos que se habían cambiado de zapatos y uno o dos que habían aguantado el tirón. Una vez terminado el desayuno, me puse de espaldas y tiré el ramo de flores; que hasta hacía poco me había acompañado.
-Lo he cogido, lo he cogido.- Gritó emocionada Violeta.
Al rato la gente se empezó a despedirse de nosotros, de mis padres y los de Pablo.
-Hasta luego- Dijo Alfredo que era el mejor amigo de Pablo dándole un fuerte apretón de manos

lunes, 27 de abril de 2015

La Boda de María y Pablo (XIV)

El primer plato consistió en una ensalada de marisco con langostinos a la plancha con rodajas de piña.

Antes de que pasasen al segundo plato la gente se levantó para fumar,  tomar un poco el aire, bien hacerse una foto, bien cada uno por su cuenta o en grupo con las pelucas; con gorros o narices de payaso o bien todo; se hacía copia para todo el mundo.
El segundo fue carne con patatas panaderas, luego un sorbete de limón, después merluza. El postre consistió en pastelillos, con souflé de limón.
Los camareros se acercaron a la mesa; junto al fotógrafo y la maquilladora para colocar la tarta y uno de ellos trajo la espada.
Ella me retocó el maquillaje y las sombras que parecían iban perdiendo su color y la línea del ojo. Cuando ella se alejó, el camarero que llevaba la espada nos la entregó se alejó para poder movernos; antes de partir la tarta; el fotógrafo nos dijo que esperásemos a que se acercase para hacer una instantánea; luego partiéndola, otra dándole la espada a Pablo para  que chupase; otra foto a mí cuando chupé.

Se fue a su asiento el fotógrafo, vinieron dos camareros uno para llevarse la tarta y otro para la espada; intentó aparentar naturalidad el camarero que llevaba la espada; me di cuenta de que no podía apartar la vista de lo limpia que que lo habíamos dejado.
Mientras esperábamos que regresasen con la tarta y los pasteles; nos entregaron como regalo del restaurante una tarjeta para pasar una noche en una habitación doble con desayuno.
El fotógrafo hacía instantáneas a los invitados. Cuando se percató de que traían los platos con las tartas se acercó de nuevo a la mesa. Le pidió que me diera un trozo de tarta y luego a mí.
Al rato trajeron la fuente de pasteles de todos los sabores y lo colocaron en medio de cada mesa; en diferentes alturas. Como siempre la gente pudo repetir. Para brindar se descorchó botellas de champán; antes de que nos lo bebiéramos hubo dos brindis uno de mi padre y otro de mi mejor amiga.

Luego empezaron a entregar los regalos de las mujeres que consistió en fulares con una mariquita y alfileres. Después tocó el detalle de los hombres que trató de una billetera. En cuanto a los niños se les dio una bolsa de caramelos.
 

¿Es caro o es barato casarse?

Depende de donde uno vaya, si uno escoge lo más caro, entonces, se tendrá que apretarse el cinturón, pero en el caso de que una persona, ir a lo más barato no. Otros factores, es por ejemplo si una novia alquila su vestido o no y la tienda; por supuesto decir que los invitados también hay que verlo, porque más invitados más caro; así que si uno quiere tirar el dinero por la ventana, que no se queje si tiene que pedir una hipoteca para casarse, aparte la del piso.
Vosotros ¿qué pensáis?

domingo, 26 de abril de 2015

La Boda de María y Pablo (XIIII)

Nosotros nos quedamos para firmar en el libro y también los testigos; el fotógrafo nos hizo una foto en la firma. Una vez que todos firmamos, el oficiante se acercó a nosotros; dándonos la enhorabuena; también a mis padres y a los de él. Primero salieron nuestros padres y luego nosotros; la gente gritó ¡vivan los novios! ¡ tirándonos el arroz, lentejas y pétalos de rosas!
La gente se acercó a darnos la enhorabuena. El fotógrafo nos hizo una seña para irnos hacer el reportaje de fotos. Entre ellas en un puente que hay en una residencia con un pequeño jardín, un estanque y flores de colores; otras fueron en el restaurante en una pequeña fuente que tiene una vasija y otros sitios que no me acuerdo. También los invitados se hicieron las suyas y con nosotros.
Ellos estaban muy elegantes, los hombres como siempre vestían con corbata, pantalón de vestir, camisa blanca, salvo dos excepciones, uno que llevaba camisa roja y otro rosa. Ellas con vestidos por debajo de la rodilla; algunos largos y alguna con un pantalón de vestir. Los recogidos también eran muy elegantes, una que llevaba un semirrecogido con trenzas en forma de cascada con tirabuzones. El vestido que me encantó aparte el de mi hermana uno que hacía pliegues. Todas mis damas de honor parecían que se habían puesto de acuerdo para ir con una trenza de serpiente.
A las nueve los camareros vistiendo con pantalón de vestir; camisa blanca, chaleco negro liso y pajarita blanca; los zapatos de punta redonda con un tacón de cuatro centímetros. Sirvieron en el jardín al aire libre el coctel y las bebidas.
A las nueve y media, el maitre con traje de chaqueta gris marengo, indicó a los camareros que entrasen, porque era la hora de que los invitados entrasen. El maitre, ayudó a los invitados que no encontraban su mesa a que se sentasen.
Al rato, entramos nosotros, nos dieron una copa de champán. La banda tocó distintos tipos de música. Acto seguido comenzaron a servir los platos, para picar pusieron ensalada con anchoas y tomate cherry. Pusimos tres platos, aunque la gente podía repetir, todo lo que quisiese.

La Boda de María y Pablo (XII)

Mi padre  se empezó a vestir, porque quiso esperar a que mi madre y mi hermana se hubiesen vestido para no tener que estar todo el tiempo vestido.
A la media hora llegó el fotógrafo, fotografiándome de todas las maneras; es decir, sentada en la silla de tocador, como si estuviese mirando por la ventana, la penúltima fue recostada en mi cama de dosel. La última quise que fuese agarrada a mi padre, que era mi padrino.
Antes de que saliese, la maquilladora, me tuvo que retocar el maquillaje; pues estaba sudando, así que se aproximó para retocarme el maquillaje. La peluquera me ayudó a colocarme el velo cayendo por detrás de la cola dejándome la cara al descubierto. Bajé las escaleras e inmediatamente llegó el chofer con la limusina blanca.
"Que tramposos, no me había dejado ir a elegir el coche ni el ramo de flores,¡el coche que yo quería y las flores que a mi me gustaban (rosas rojas y blancas)! Decir que nunca se me hubiera ocurrido ni a nadie que dentro de la limusina trajesen el ramo.
 Cuando fui  a entrar encontré el ramo, y claro, tuve que hacerme una foto delante del coche con el ramo y con mi madre que vestía un vestido corto de color verde manzana con un simple semi-recogido y con una pequeña pluma, con zapatos de tacón de cuatro centímetros.
Llegamos enseguida porque no cogimos tráfico y además la Finca (que es un restaurante en el que puedes celebrar el banquete y casarte) está en el céntrico Navalcarnero.
Los invitados estaban sentados dentro de la carpa, con el oficiante que vestía un sencillo vestido de tirantes de distintos tonos azules; con el pelo suelto, esperando nuestra llegada.
Mientras entraba sonaba la música de fondo, agarrada del brazo de mi padre. Delante iba las niñas tirando pétalos de rosa con vestidos rosas y con diadema de flores. Cuando llegué en el lado derecho donde estaban las sillas, me soltó del brazo y se colocó a mi lado.
El oficiante comenzó  la ceremonia diciendo el artículo correspondiente de la Constitución Española respecto del matrimonio. A mitad de la ceremonia nos indicó que nos acercásemos; pidió que nos trajesen los anillos; Cristina de diez años, se acercó con el almohadón que contenía los anillos; una de mis amigas nos deseó que nuestro amor fuera como los rayos de sol que fuera tan fuerte que durase para toda la eternidad. La oficiante se sorprendió porque no estaba preparado; una vez repuesta de la sorpresa, le preguntó a Pablo si me quería para amarme y respetarme hasta que la muerte nos separase; le respondió que sí. Le tendí la mano izquierda y me dijo que con este anillo me desposaba. Luego me preguntó lo mismo el oficiante y le respondí que sí; entonces le puse el anillo; y con ello el oficiante nos declaró marido y mujer. Pablo me dio nuestro primer dulce beso como marido y mujer

viernes, 24 de abril de 2015

Había estado sentado en el sofá

Estaba sentado en el sofá un poco roído y la vieja casa de mi vecina que me había pedido que fuese a reparar que fuera para arreglar el grifo. Escuché ruidos en la casa de al lado. Un poco asustado me levanté, miré por el gran ventanal y vi a un hombre gordo; calvo, con la camiseta bastante sucia de tirantes que discutía con un hombre, porque le debía dinero; él, que lo ha negado rotundamente, ha muerto de un disparo en el corazón. El sospechosos huyó.
La policía al interrogar a Luis le creyeron; sin embargo, se dieron cuenta de que la dueña de la casa había tenido un romance en su juventud en el instituto con el fallecido. Tenían en común es que ambos tenían problemas con el alcohol.
El móvil que tenía ella, era que aún no había superado la ruptura. Después de mucho tiempo, se dieron cuenta de que el asesino, era Luis, el hombre que supuestamente había estado en el sofá en casa de la mujer alcohólica.

La Boda de María y Pablo (XI)

Nada más llegar a casa, mis padres me llamaron para anunciarme que no se me ocurriera buscar ningún viaje; ya que lo tenían concertado, lo único que teníamos que hacer era llevar la documentación necesaria, por lo tanto, nos dieron la dirección para que fuéramos.
Pregunté que a donde antes de colgar para saberlo, para que cuando llegáramos a la agencia no nos quedáramos sin saber que decir. Me contestaron que a la Rivera Maya, quince días y doce noches.

Nos acercamos a la agencia de viajes para que nos dijesen lo que teníamos que llevar,  nos respondieron que no nos preocupásemos, porque como siempre eso se hacía según se iba acercando la fecha de vacaciones.
"Y ahora ¡Fijaos! ¡Es mi boda! Con el hombre de mis sueños y que amo". ¡El día más feliz!- Pensé

-María ¿Estás despierta? Han llegado la maquilladora y la peluquera, ya me han maquillado y peinado.- Gritó mi madre desde abajo.
-Dilas que suban.- Respondí abriendo la puerta de mi habitación. Al mismo tiempo que me estiraba.

Mi madre acompañó a la peluquera y a la maquilladora a mi habitación. Una vez que entraron, la maquilladora sacó los pinceles y todo lo necesario para el maquillaje; cuando me senté y la peluquera me colocó el primer rulo, la maquilladora  comenzó a maquillar. A la vez le peluquera continuaba con su labor de preparar el peinado para su debida realización; como la peluquera no tenía secador de casco, me puso rulos calientes. La maquilladora terminó el maquillaje y a los pocos minutos; la peluquera comenzaba a cardar para realizarme un moño alto con tirabuzones cayendo algunos rizos en cascada y enmarcando el rostro con unos pocos, de tal manera que la tiara los escondiese lo menos posible.

Aprovechando que ellas me estaban maquillando y peinando, mi hermana y madre se fueron a vestir, mi hermana, se puso un vestido blanco en la parte del corpiño, negro en los bajos del vestido, en el cuerpo era blanco y negro, con zapatos negros y blanco el bolso.
Enseguida regresaron a mi habitación, al ver que continuaban dentro cuando abrieron la puerta, la cerraron. Cuando salieron ellas porque ya habían terminado, mi madre y mi hermana entraron, para ayudarme a ponerme el cancan y el vestido; era de seda y de organza, con pedrería y escote de barco.

miércoles, 22 de abril de 2015

La Boda de María y Pablo (X)

Decidí ir a la habitación para dejar las cosas, cuando vi el traje de mi novio; era gris marengo, con chaleco del mismo color, camisa negra y corbata morada.
Como no era la hora de la cena, decidí hojear recetas que fuesen complicadas para ver si tenía todo o tenía que comprar algo (si es que lo encontraba) para darle una sorpresa. Al final la mejor era una que tenía pasta. Por lo tanto, me puse a ver una película.
Al rato vinieron Pablo y sus amigos; cual fue su agradable sorpresa el encontrarme en casa. Cenamos todos a la hora de la cena.
Una vez que se marcharon, le entregué el pequeño regalo que le había comprado durante la estancia de la playa. Lo abrió y vio que era un llavero con la fotografía que estábamos juntos y por detrás ponía Alicante.

Desayunando le intenté sonsacar sin resultado, por lo tanto, el misterio, volaba por los aires. Lo que si me contó era que estaba intentando buscar una escuela de baile para mejorar el vals, una orquesta para bailarlo, pero como estaba aquí lo haríamos los dos.
Nos pusimos a mirar por internet y vimos orquestas que eran muy caras, otras demasiado baratas. Pensé, de que mientras cenábamos podíamos poner una orquesta para amortizarla.
Después de buscar encontramos tres que nos gustaron, sin embargo, una estaba cogida, otra nos pidió un extra porque estaban de vacaciones. Llamamos para hacerles una prueba, pero como no nos gustaba como tocaban nos tocó seguir buscando.
Al cabo de dos semanas, encontramos una que el precio era razonable y tocaban muy bien.
Después  nos pusimos manos a la obra para buscar escuelas de baile para aprender a bailar el vals; encontramos una que  era barata y se encontraba bastante cerca de casa, dos días a la semana.

Una vez que nos apuntamos, decidimos que lo mejor sería comenzar el martes de la semana siguiente para dejar el viernes libre y poder comenzar la búsqueda del viaje de novios


martes, 21 de abril de 2015

La Boda de María y Pablo (IX)

Esta vez pedimos a nuestros hermanos Davida y Eva que nos acompañasen para que en caso de duda hubiera un desempate. Sin embargo, no fue así, porque a nosotras nos gustó unos entrantes con carnes y bechamel; a Pablo y a David les gustaba más salmón con mermelada. Por lo tanto para ayudar a decidirnos tuvieron que sacar otros entrantes, uno de ellos fue ternera con manzanas y bechamel; en este caso, no hubo ningún problema. Sacaron  varios entremeses más; aunque uno ya lo teníamos. Luego pasamos al primer plato; fue salmón (fresco) con lechuga, tomate y anchoas; el segundo fue entrecot con rocquefort y patatas panaderas. Nos sacaron diversos tipos de tartas; entre ellas, una tarta de cupcakes con chocolate, nata y virutas de chocolate; tarta de queso con frambuesas, tarta de San Marcos, souflé  con limón y chocolate.
Optamos por souflé con pastelillos. El sorbete que escogimos para la ocasión fue el de mandarina.

En cuanto a la vajilla optamos una con no mucha ornamentación, un pequeño dibujo de uno pájaros, las copas eran iguales y la cubertería también; el mantel que escogimos fue un burdeos y las servilletas blancas.

Una vez hecho esto, me mandó al spa con mis amigas y no me permitió hacer nada más, porque quería que todo fuese una sorpresa. Cuando estaba preparando las cosas para ir al spa, me acerqué al ordenador de Pablo; como él se imaginó muy bien, fui a mirar porque tenía curiosidad por saber que buscaba; había puesto un videojuego para evitar la tentación.
A las seis, mis amigas se presentaron en el coche de María Luisa, le besé furtivamente, cogí las maletas, bajé las escaleras y me despedí de él durante un mes.
Durante el mes que estuve fuera, me relajé bastante de los nervios que conlleva los preparativos de una boda. Realizamos yoga, (aunque no me gusta), nos dieron masajes y tratamientos corporales; entre ellos de chocolate, tratamientos faciales de oxigenación, limpieza de cutis, tratamientos de pies y manos, manicura y pedicura.
Las comidas eran muy saludables, es decir, a base de verduras y frutas, cereales integrales, pan de centeno...
El último día decidimos que podíamos alargar el mes de chicas yéndonos a la playa. Llamé a Pablo para comunicárselo y le pareció una buena idea. Me di cuenta de que le dejaba libre.
A la semana siguiente, sin previo aviso llegué a casa, estando la casa vacía.

lunes, 20 de abril de 2015

La Boda de María y Pablo (VII)

El día 2 de septiembre del 2014, fue mi despedida de soltera; me llevaron a un striptis con cena, como sabían que no me gustaba disfrazarme, decidí ponerme una falda vaquera y una camiseta corta con unas manoletinas.
El martes tuvimos que ir al registro a las nueve de la mañana porque no abrían por las tardes. Después fuimos a pedir presupuestos para el fotógrafo.
Hasta pasadas tres semanas no encontramos ninguno, rectifico uno, pero como ya había concertado el trabajo de maquillaje y peluquería tuvimos que seguir mirando; como expliqué antes, hasta la tercera semana.
Entremedias de el fotógrafo, maquillaje y peluquería, me olvidé de escribir que hojeábamos alianzas, porque no nos gustaba ninguna o eran demasiado sencillas o bien muy exageradas o muy caras. Hasta pasada la sexta semana no encontramos ninguna. En ésta se mezcla el oro blanco y oro amarillo. La mía llevaba una pequeña piedra y la suya no. Pedimos que pusieran la fecha en los anillos. Como no tenían mucho trabajo tardaron poco tiempo.
Seguimos mirando por internet cuando llegamos a casa, aunque de momento el restaurante que más nos gustaba era el salón Picris. Al cabo de dos o tres semanas encontramos el restaurante.
Hasta la séptima semana, la despedida de soltero de Pablo no se pudo celebrar porque unos no podían, así que hasta que se pusieron de acuerdo en la fecha; en la hora, en lo que iban a hacer, tardaron bastante según nos enteramos después. Decidieron que irían a ver como eran los espectáculos de los dracqueen; a él le disfrazaron de Pedro Picapiedra; estuvieron durante un rato viendo el espectáculo y luego se fueron de bares; otro espectáculo de estriptis y para terminar chocolate con churros, antes de irse a la cama.

El lunes encontramos el restaurante que tenía encanto en Navalcarnero, porque era como si estuviéramos en una casa grande de labranza, tenía una fuente y herramientas agrícolas, pero como no pudimos probarlo porque había que pedir cita y además para ver la vajillas y todo lo demás.
El martes llamamos al restaurante de Navalcarnero y nos dieron cita para dos semanas después.

El día de la cita nos sirvieron pequeñas cantidades de varios platos para poder probar; también distintos entremeses y tartas.

domingo, 19 de abril de 2015

La boda de María y Pablo (VII)

El primer maquillaje me pareció muy exagerado y muy oscuro. Por lo tanto para dejar que la piel respirase quedamos en que a la semana siguiente quedaríamos el mismo día y a la misma hora.
A las doce en punto vino la peluquera, el recogido me pareció demasiado sencillo; así que también quedé a la semana siguiente para la siguiente prueba.
A las tres fui a comer  con mi hermana, después fuimos a otras tiendas que había visto de pasada, cuando había  estado buscando aparcamiento.
En la tienda Vicencia, nos encontramos con una colección amplia de vestidos de fiesta, bolsos y complementos.
Mi hermana, después de varias horas en la tienda, al final adquirió el más caro,  pero también el más bonito; aprovechó a comprar el bolso y los zapatos.
En la acera de enfrente, mi hermana había visto o al menos le había parecido ver, una tienda de ropa de niños. Cruzamos a la acera de enfrente para cerciorarnos de que no se había confundido.
Al entrar vimos bastante modelos, le pregunté a la dependienta si apartaban género. Respondió que como máximo dos semanas, sino lo pondría en venta. Le dimos las tallas aproximadas de las niñas y el niño; aparte pedimos una talla más para cada niño por si acaso. Le di las gracias y nos fuimos. Llamé a las hermanas de mis amigas para que trajesen a sus hijas e hijo.
A la mañana siguiente, me comunicaron que habían comprado los vestidos y el traje. También me dijeron por teléfono que en la misma tienda habían comprado los zapatos.
Esa misma tarde tuve que acercarme para pagar los zapatos de las niñas y del niño y las diademas.
El sábado siguiente  tuve la última prueba de maquillaje y peluquería porque quedé satisfecha con el resultado.
Mi hermana y mi madre, que no tenían pensado hacerse nada, al verme tan cambiada, pidieron cita para el día de la boda, pero antes que yo, para que pudiera dormir más.
Mi madre acompañó a mi padre a alquilar el frac, en un sitio que era bastante económico.
El día 1 de septiembre por la tarde lo alquilaron.

sábado, 18 de abril de 2015

Se había desfogado

Eran las nueve y media cuando Luisa de cuarenta años, dependienta de una tintoreria, acababa de traerle el repartidor una pizza de cuatro quesos; cuando decidió darse una ducha; mientras, el gato Glotón, que hasta ahora nunca le había fallado, se la comió. Cuando salió, se encontró con que el gato se la había comido. Como tenía una semana muy mala; su pareja le había dejado, tenía mucho trabajo y hambre; metió el gato en el agua hasta ahogarle. Realizada la operación, arrojó el gato al cubo de la basura. Una vecina que lo había oído,  llamó a la protectora de animales. Al presentarse la protectora, para ponerle una multa, ella le clavó un cuchillo en el estómago para soltar adrenalina. El compañero salió corriendo y llamó a la policía. Mientras venía la policía, ella subió  los dos vídeos, obteniendo una gran audiencia. Cuando vino la policía, la arrestaron. En el juicio se declaró inocente porque no había matado a nadie; únicamente se había desfogado, porque había tenido una semana muy mala. El juez la internó en un psiquiátrico cuatro años y cinco en la cárcel.

viernes, 17 de abril de 2015

La boda de María y Pablo (VI)

-¿A que hora vas a ir?
-Creo que a las cuatro aprovechando la siesta de Pablo.
-Perfecto, así te recojo y si te apetece me acompañas a ver vestidos.
-No gracias, prefiero irme yo sola, por si no se duerme, así no me llevar el vestido y los zapatos.
-De acuerdo, si no vienes, avísame.
A las tres y media, como todos los días Pablo se tumbó en el sillón y se quedó dormido;  enseguida me fui con mucho cuidado de no despertarle, cogí el vestido, los zapatos, las llaves y me fui.
Llegué a las cuatro como prometí a mi hermana, dejé el vestido colgado, los zapatos abajo del armario, di un beso de despedida de mi madre y a mi padre y nos fuimos; una vez que mi hermana ayudó a colocar a mi madre la estantería.
-María ¿has comprado los vestidos de los pajes?
- Con tantas cosas que tenemos que preparar, no me he dado cuenta.
-No te preocupes, aparte de mirar el vestido, también miraremos los trajes de los pajes.
Cuando aparcamos en el parking subterráneo del centro comercial, miramos el número de la plaza, subimos por el ascensor que nos dejaba dentro.
A la derecha encontramos una tienda de niños, estuvimos mirando distintos modelos, pero ninguno nos gustó; por lo tanto seguimos andando.
En la tienda de la derecha que había una joyería; solo encontramos el bolso y los zapatos  y el tocado que pensaba ponerse en un recogido.
Después de dar vueltas mirando los escaparates, no vimos  ningún vestido que le gustase, ni tampoco el de los pajes.
Mi hermana, después de aparcar el coche cerca de casa de nuestros padres, me preguntó si quedábamos mañana, le respondí que no, porque al día siguiente sobre todo por la mañana, no podía porque tenía la prueba de maquillaje y peluquería.
A la mañana siguiente temprano me levanté para desayunar, porque a las once tenía la prueba de maquillaje.

A las once y cinco llegó, preparó todo el material, me senté en la cocina, ya que a diferencia que la casa de mis padres no tenía tocador.

jueves, 16 de abril de 2015

Nota

Para los que busquéis la quinta parte del relato de la Boda de María y Pablo, la acabo de publicar, siento mucho que se me haya olvidado poner la quinta parte

La Boda de María y Pablo

Pensé que podríamos ir a la tienda que había adquirido los vestidos de la dama de honor. Nos dirigimos al coche y fuimos allí.
Nada más entrar, la dependienta se acordó de mi y nos hizo descuento en el vestido; lo malo fue  que tuvo que pagar un poco más  por la cremallera que estaba mal y tenía que cambiar y arreglar los bajos. Esta vez, los zapatos si que los pudo comprar aquí, el bolso que quería también ya que hacía juego, de tal manera que parecía que la estaba esperando.
Saliendo por la puerta, sonó mi móvil, era de la tienda de novias, para que dar a la semana siguiente para la siguiente prueba.
A la mañana siguiente, me levanté y Pablo no estaba, me puso una nota en la mesa de la cocina para avisarme que estaría todo el día fuera.
Por la noche,  llegamos a la vez a las nueve.
-Cariño, ¿dónde has estado todo el día que has madrugado?- Preguntó María.
-He acompañado a mi hermano a comprarse un traje, porque el que tiene se lo ha puesto mucho, y no quería repetir, pero no hemos tenido suerte. ¿Qué has hecho tú?
-Me he ido a comer con las chicas fuera.
-Mañana también me levantaré temprano, porque iré esta vez con mi padre a comprarse el traje.

-¿Por qué no vais los tres?
- Nos encontraremos los tres el viernes, sino ha encontrado nada.
A la semana siguiente, fui a probarme el vestido de novia por tercera vez, por suerte, ya lo tenía, pudiéndome llevar ese día. También los zapatos, el bolso fue un obsequio de la casa.

Nada más llegar a casa, colgué el vestido, coloqué los zapatos en un sitio que era bastante improbable que mirase Pablo hasta que pudiese llevarlo a casa de mis padres. Terminado de apartar los zapatos de la vista de Pablo para evitar tentaciones, llamé a casa de mi hermana.
-Estrella, ¿qué haces esta tarde?
- Iré a casa de mamá porque me ha pedido que le ayude, no sé si con algo de la boda, o no sé, pero el caso, es que voy.
-¡Qué casualidad! yo también iré  para dejar el vestido y los zapatos, para que no vea los vea Pablo para que sea una sorpresa, porque como no sabía si mamá estaría hoy en casa, lo había colgado en mi armario; pero no me fío de Pablo.

La Boda de María y Pablo (IV)

El viernes por tarde  a las  cinco de la tarde, nos fuimos a ver tiendas, encontramos en varias, pero las tallas eran muy grandes para ella, en la última nos dijeron que la semana siguiente vendrían más tallas; si queríamos podíamos apartar el vestido. Le dimos las gracias y nos fuimos

miércoles, 15 de abril de 2015

Era a primera hora de la mañana....

Por si tenía razón, contactaron con la familia, para preguntarles si tenían noticias del hombre de la descripción. Ellos le respondieron que no tenían noticias de ese hombre. Entonces, abrieron una investigación, dándose cuenta, de que el perfil, correspondía a un viejo conocido suyo, que estaba en busca y captura por violación y secuestro de mujeres. La dirección era desconocida, así pues, decidieron ir por los moteles de carretera. Al principio no encontraron nada anormal.
En el kilómetro veinte, un letrero en mal estado daba la bienvenida a los futuros clientes, iban a continuar cuando observaron un coche bastante destartalado. La puerta de la habitación 630, se encontraba medio abierta, al empujarla, descubrieron a la mujer amordazada y desnuda. Uno de los policías, la cubrió con su chaqueta, la desató las manos y le retiró el pañuelo de la boca. EL hombre no estaba, comprobaron que ella se encontraba bien. Dieron aviso de la fuga.
A los poco kilómetros, encontraron un coche abandonado y el secuestrador intentando huir por el campo; los agentes le dieron el aviso; el quiso escapar, pero se torció un tobillo;  aún así, él consiguió escapar; sin darse cuenta de que había una presa de agua; resbaló y se cayó dentro, ahogándose en el acto

martes, 14 de abril de 2015

Era a primera hora de la mañana cuando Nerea, decidió salir de la cama, vestirse para ir a correr aunque hiciese frío.
Una vez en la calle, un hombre bastante elegante, le preguntó si tenía novio; le respondió que no.

Al día siguiente, el hombre apareció; pero Nerea no, él encontró otra victima; una chica más baja que ella de  1´ 60.
El miércoles, él se encontraba en su puesto de vigilancia cuando la chica apareció, sin decirle nada, corrió detrás de ella; esta vez en plan deportivo. Cuando pasó por el túnel que no pasaba gente, con una pistola eléctrica le dio una descarga; además de dormirla con cloroformo. Puso un brazo encima de su cuello, pasando por los lugares más solitarios. Un vecino la reconoció, atravesando un subterráneo, en cuanto se alejó lo suficiente para que no le escuchasen llamó a la policía, pero cuando llegaron ya había desaparecido; les dio la descripción y le preguntaron porque pensaba que la habían raptado; el hombre no solo no era del barrio, ni tampoco nunca le había visto con ella; además le daba mala espina.


¿Es bueno las redes sociales? Las redes sociales en un principio eran buenas , ya que permitía conversar con otras personas que no se conocía para divertirte o bien para la gente que está en el extranjero; sin embargo, hoy  ya no lo es tanto, debido a que es un peligro para todo el mundo porque es una manera de alejarte de lo real, de no salir a la calle ni de tener amigos, porque estás todo el tiempo delante del ordenador. Por último añadir, que si no existiese esto, habría más educación no habría pedrastia o al menos menos, ni el problema  del terrorismo islámico.
Vosotros ¿qué pensáis? Es bueno o no

lunes, 13 de abril de 2015

Todo al revés

Jose Manuel, un hombre de sesenta años, estaba arreglando la bicicleta cuando la llave inglesa se rompió; así que salió de su casa y bajó a la ferreteria, preguntó pero le respondieron que no tenía, le dio las gracias y se marchó; como le apetecía un bocadillo con una barra de pan; pero no tenía y vio que ponía que vendían llaves inglesas, pidió una palmera de chocolate, pero no tenían. Luego se acordó de que tenía que comprar hilo y fruta, allí encontró una palmera de chocolate, pan, pero no vendían hilo.
Llegó un poco trastornado por lo sucedido; para empeorar la situación cuando llegó a casa vio una nota de desahucio que se realizaría en una semana si no pagaba.
Se tiró por la terraza de su casa, pero cayó encima de una oveja. Desesperado fue al río, mientras descendía pensó "que alivio por fin algo que me sale bien", topando sus huesos con el suelo duro.

domingo, 12 de abril de 2015

Todo aquel que se pudiese hablar

Manuel era un hombre de cincuenta años, con una gran calvicie frontal, de estatura media. Nuestro amigo, que estaba recién divorciado porque llevaba dos años en el paro y no buscaba ningún empleo; se aburría en casa, por lo tanto su único entretenimiento era llamar por teléfono a todos los números que eran gratuitos; es decir, pintores que te daban un presupuesto sin compromiso, fontaneros.... Todo aquel con el que se pudiese hablar. Hasta que un día, llamó a una tienda de pesca y su hijo que hacía mucho tiempo que no le veía ni hablaba, le reconoció la voz; pidió una nueva caña de pesca; un traje, una cesta....; además de que se lo llevasen a casa; su hijo, le llevó todo lo solicitado; también una escopeta y le pegó un tiro, porque le había pegado a él y a su madre; luego lo descuartizó, metió todos los trozos y se lo llevó a su madre en un saco.

La madre cuando abrió el saco, no quiso volver a casarse, viviendo así el hijo y la madre solos.

sábado, 11 de abril de 2015

Una Compra con los ojos cerrados (II)

Al mirar el teléfono, comprobó que estaba sin  bateria, sus amigos tampoco tenían. Cogieron las maletas y se fueron a un hotel que estaba próximo de la casa; el dueño de la pequeña pensión les negó la entrada, porque no tenían habitaciones; sin embargo a los siguientes si que les registró. Fueron a la capital; pero todos salvo uno, no les querían admitir. Dejaron las maletas y se fueron a la comisaria. Los policías no les hicieron caso; extrañados decidieron buscar un detective privado, pero tampoco nadie quiso.

Al día siguiente temprano continuaron con la búsqueda, encontraron a uno, con un precio bastante bueno. Ellos mientras tanto, visitaron la ciudad.
A los pocos días, el detective les llamó para confirmar su sospecha, era la familia Metrechi, la familia más importante del narcotráfico que les habían asesinado. Esa misma tarde, tuvieron un pequeño aviso y enseguida regresaron a España, una vez que hubo colgado el letrero de en venta.

viernes, 10 de abril de 2015

Una Compra con los ojos cerrados (I)

Era noviembre cuando Rafa compró con los ojos cerrados un chalet de seis habitaciones en un pueblo de Brasil, hizo una compra con los ojos cerrados de la casa por valor de 6.000 euros, en primera linea de playa, y cercano a un acantilado. Él que era un joven licenciado letrado penal, con buenas notas, bastante atractivo; es decir, complexión atlética, con flequillo y gafas; compró sin ir a visitarla.
En el puente de diciembre, quedó con sus amigos y se fueron al pueblo en Brasil para celebrar una fiesta.

En Brasil alquilaron un coche; condujo Rafa por la espesa niebla, hasta llegar al chalet; cuando llegaron, sacaron las maletas. Iba a introducir la llave, cuando se dio cuenta de que la puerta a parte de crujir estaba abierta, las cortinas estaban corridas, la luz no funcionaba ni el teléfono. Los sillones estaban rotos, pero aún así, dejaron las maletas en el salón. Subieron las escaleras hasta llegar a la habitación principal, la mujer de treinta años, estaba esposada, y le faltaba trozos de piel del brazo derecho. En la habitación contigua, el marido le habían vaciado los ojos; en la tercera habitación, que sería la del niño, le cortaron el dedo indice, en la cuarta, la habitación de la niña, yacía tumbada en el suelo, sin la mano derecha, en la quinta, la criada únicamente le habían apuñalado y solamente tenía escrito una advertencia,  "aquí no se vive, alejaros de aquí". Rafa bajó corriendo las escaleras, salió de la casa a respirar aire puro.