sábado, 3 de agosto de 2013

La Gran depresión (XXV)

-          Si hay bicicletas de montañas, porque como no haya, no hay quien monte por aquí.

Cuando falta poco para acercarse al puesto de alquiler de bicicletas, ven el letrero de que está todo alquilado.

Entonces, andan un poco más, para ver si hay caballos, y se dan cuenta, de que están en la misma situación.
Siguen andando hasta que ven un puesto para hacer escalada, pero corren con la misma situación, un poco más adelante hay un puesto para hacer puenting pero tampoco.

Se van a ver los museos, el primero,  estaba vacío, probablemente por la hora. Como se dan cuenta que  de que es hora de comer,  se sientan en el restaurante del museo a comer. Luego continúan viendo el museo hasta las cinco.
A las cinco, cansados se van a Lake Districk; después de andar tanto. Cogen el coche  y se van.  
A las seis, llegan Lake Districk, llegan al hotel y deciden  bajar a bañarse al río que está cerca del pueblo, en lugar de ir a la sierra.
Estuvieron bañándose hasta que anocheció y entonces, cenaron y se fueron pronto a la cama, agotados  de tanto andar.

Al día siguiente desayunaron gingerbread man, pero en lugar de forma de hombres, lo hicieron en forma de casas.
Después se dirigieron a ver como continuaban las obras, dejaron en un lugar alejado, por temor de que algún camión, les estropease el todoterreno.

Cuando se estaban acercando a la casa vieron a una mujer completamente desnuda, montada en un caballo negro, con las crines trenzadas. Sin embargo, cuando más próximos estaban a la verja, fue cuando desapareció.

En el hotel, comieron, porque como casi siempre les pasaba, no se daban cuenta de la hora que era. Esta vez en lugar de pasear como siempre, optaron por subir  a su habitación y leer, al principio se dieron cuenta, que no tenía sentido como pasaba cuando hallaron el baúl, lo iban a cerrar. Cuando encontraron algo que les llamó la atención aunque era muy corto.
“ No se si tengo todo lo necesario, porque estoy introduciendo todos mis apuntes, mi ropa todo para irme a mi piso de Hortaleza, hasta que me hagan las reformas necesarias en un piso en Serrano, con los ahorros que he obtenido gracias a una investigación del extraño cuadro, y eso que solo fueron la mitad de lo que me tenían que pagar. “

Les pareció tan raro, que siguieron buscando, por todos los lados del baúl, por si encontraban algo, pero no encontraron nada. Cuando terminaron, se fueron a pasear, hasta el ocaso.
A la hora de la cena, vieron a la recepcionista. Le preguntaron si sabía de una chica que era historiadora de arte. Le respondió que porque, dijeron que porque se había olvidado una cosa en su casa y querían devolvérselo.

A la mañana siguiente,  como era muy temprano,  se fueron con el coche a ver la iglesia, pero se dieron cuenta de que , el camino se iba estrechando poco a poco y se tuvieron que dar media vuelta, porque si no se iban a poder pasar.

Continuará......

sábado, 27 de julio de 2013

La gran depresión (XXIV)

A la mañana siguiente, como era domingo fueron a ver como continuaba todo, el coche arrancó a la primera, una vez desayunaron un café frío, tostadas con mantequilla y mermelada de fresa.      
Esta vez, en lugar de aparcar fuera, lo dejaron dentro. Entraron por la entrada principal, lo observaron, estando satisfechos, continuaron por el salón, la cocina,  una de las habitaciones, lo que suponían que era la biblioteca por lo grande que era, tanto si lo era como si no ellos lo utilizarían para eso; allí encontraron un cuaderno, lo cogieron para leerlo más adelante. Ascendieron por las escaleras que daban al jardín, miraron una por una sin encontrar nada, cuando el estudio minucioso terminó, aprovechando que los obreros no venían hoy. Salieron a las caballerizas, todo se encontraba normal, en el cobertizo nada, los cimientos de la futura piscina estaba bien, el garaje también.
Después decidieron ir a Brampton que tienen un pueblo pequeño y modesto; además podrían ir a ver el distrito de los Lagos que es uno de los lugares más bellos  de la naturaleza en el Reino Unido. También decidieron el hacer senderismo y otro tipo de actividades, porque son infinitas entre lagos y paisajes rurales llenos de encanto y belleza.
Pensaron en visitar el muro de Adriano y dejar para otro día el ver la casa. Porque según decían había mucha historia, paisajes, naturaleza y senderismo.
Según cuentan el muro de Adriano fue la frontera entre el Imperio romano y las belicosas y brevas tribus del norte de la actual Gran Bretaña, los pictos ( cuyo territorio vendría a coincidir con la Escocia actual). Fue una obra de ingeniería impresionante construcción durante los años 122-132 por orden del emperador Adriano.
La muralla transcurre 17km desde el golfo de Solaway, en el oeste, hasta el estuario de Tyne en el este. Con un grosor de 2, 4 a 3 m. y una altitud de entre 3,6 y 4,8 metros, disponía de 14 fuertes y 80 fortines militares para su defensa. Desde los restos de alguno de estos se disfruta de unas vistas extraordinarias.
En la actualidad todavía quedan restos de esta impresionante obra militar y defensiva, a pesar de que durante siglos los habitantes de pueblos cercanos han utilizado sus piedras para construcciones de todo tipo. Coincidiendo con su trazado es posible desplegar actividades realmente interesantes( museos, recursos históricos, paseos, actividades).
Nuestra propuesta  es tomar el trazado del muro para la práctica del senderismo ( también hay vías paralelas para hacer ciclismo). Algunos de los paisajes son realmente bellos, transcurren en un ambiente rural, donde abundan ovejas que pastorean tranquilamente los ricos pastos de estas tierras.
El muro toma elementos naturales en su estructura defensiva, combinándolo con la piedra, cuya estructura se conserva magníficamente en alguno de sus tramos. El terreno ondulado permite disfrutar de perspectivas visuales realmente interesantes.
-          La verdad, es que este ondulado terreno tiene unas vistas magníficas, no me extraña, que Adriano, hiciera un muro, fortines y todo tipo de estructura defensiva.- Dijo Sara


-          Estoy de acuerdo,  como queda todavía mucho día, vamos a alquilar unas bicicletas.- Dijo Diego.

Continuará..... 

sábado, 20 de julio de 2013

La Gran Depresión (XXIII)

Una vez abajo, corrimos como pudimos hasta nuestras bicicletas, con los nervios nos perdimos en medio del bosque y no vimos el camino que siempre utilizábamos para salir. Nos pusimos a buscar muertos de miedo pero sin éxito, un camino, por fin lo encontramos, cuando pensábamos que ya lo teníamos muy fácil para escapar, una manada de lobos nos rodeó. Entonces, las brujas que encontramos en la iglesia que eran modernas y las que acabamos de ver en el cementerio, se acercaron, apartándose los lobos para permitirles que entrasen, entonces la bruja que llevaba los guantes de cuero negro, el top morado, los pantalones de cuero y que parecía la jefa según la llamaron se llamaba Nebrusa, dio orden a las demás para que sacasen los puñales cortasen ramas de cedros, cogieran hachas y cortaran buenos árboles y que nos atasen bien, mientras la hermana Woogam nos pinchaba los dedos de las manos, otra nos cortaba las muñecas.
Apareció primero un cazador que intentó disparar a los lobos, pero lo único que hizo fue asustarles; entonces se acercó a donde estaban las brujas y le convirtieron en piedra; después apareció  un cura  con una sotana negra; en la mano llevaba una biblia, sin abrir la biblia, las brujas y los lobos desaparecieron, la carne de nuestro hombro volvió a su ser; las heridas se cerraron y la sangre se secó.  Entonces desapareció y dejó de nevar.
Con mucho cuidado, vimos el camino por donde siempre íbamos y nos dirigimos de regreso al pueblo. Como siempre y sobre todo ahora, pusimos la mayor atención posible, de mirar las hojas, ramas, el color, si había algún animal; pero durante la media hora de regreso no pasó nada. Cuando salíamos, del camino nos encontramos unas viejas termas, les pareció bastante interesentante que estuvieran en tan buenas condiciones, como la otra vez o mejor dicho peor que la otra vez, no solo se cerró las puerta de entrada, sino que el suelo se empezó a abrirse bajo sus pies. Para empeorar la situación las paredes se empezaron a derrumbar, los asientos les atraparon porque una rama de un árbol les anudó  las manos y la cintura, tan fuerte que no les permitía moverse.
Pasaron varios días sin poderse mover, hasta que por fin  les permitió soltarse y todo volvió a su ser.
Regresaron al camino para ir  al pueblo todo recto y hacia abajo.


Al atardecer, dejaron las bicicletas que habían alquilado, fueron al hotel, intentaron arrancar el coche, pero se negaba a arrancar.

A las diez cenaron, pero en lugar de subir las escaleras, permanecieron en el porche delantero del hotel hasta la una, que subieron las escaleras bostezando. Cuando llegaron, se cambiaron, nada más deshacer la cama, se durmieron.

Continuará....

sábado, 6 de julio de 2013

¿Que es el amor? (IV)

El amor entre dos personas
Piensan que está en los árboles
De alrededor, porque es la leyenda
Que siempre ha ido aconteciendo a

Lo largo de los años.

La gran depresión (XXII)

Salieron de la cueva por segunda vez, anduvieron por el camino izquierdo, sacaron primero los mosquetones, Sara se puso el suyo y Diego el suyo; después sacaron las cuerdas de escalada, Sara se quedó abajo, Diego se metió la cuerda dentro del mosquetón y Diego fue escalando por la empinadas rocas hasta un metro, Sara, le iba dando cuerda cuando el se lo pedía. Después de darle bastante cuerda durante una hora más o menos, Diego puso el pie en la última roca y puso después el pie en una zona que estaba llana. Le tiró la cuerda y le dio una voz para que escalase ella. Las rocas eran muy fáciles de subir, porque tenían unas hendiduras que permitían agarrarse con facilidad al principio, sin embargo, según iban subiendo empezaba a ser más difícil el agarrarse, después de la hora; llegó hasta donde estaba su marido, entonces se quitaron la cuerda del mosquetón y bordearon la montaña con mucho cuidado y pegado a la pared. Sin embargo, próximos a la cueva se dieron cuenta de que no podían a entrar a un cementerio, porque había una manada de lobos tapando la entrada, esperaron un poco, por fin tuvieron suerte  y se alejaron, cuando  parecía que se habían alejado para cazar y pudieron acercarse, entonces el más cercano a ellos se puso en el medio, pero como aún así tenían bastante margen entraron muy pegados por la parte izquierda, mientras entraban se preguntaron como había un cementerio tan lejos de una iglesia, como habían podido excavar, porqué no había cruces, solo un palo en el lado izquierdo sin más. Mientras estaban dentro entró un lobo y les intentó morder, los demás se quedaron fuera sin permitir que nadie entrara ni saliese. Sin saber como apareció un libro llamadas Enchiridion Leonis Papae decía así:
Yo soy la luz, soy lo bastante fuerte para luchar. Regresa al infierno o señores del mal, haced lo que os mando porque sino os quemaré en la hoguera y os pondré estacas en forma de cruz.
Entonces los lobos desaparecieron, pero sin embargo, aparecieron varias brujas, vestidas todas con faldas largas, con el pelo bastante sucio, con los dientes amarillos y la otra con muy pocos dientes.

Rápidamente, miramos en todo el libro para hacerles regresar a su época pero no había ninguno, por suerte,  esta vez, habíamos tomado la precaución no solo de llevarnos el libro, sino que  aparte Diego  había sacado la cuerda de la mochila, mientras yo buscaba y con mucho cuidado íbamos retrocediendo, cuando estuvimos en la salida, sin saber como, primero empezó a llover de forma muy suave, pero cuando llegamos a las rocas, empezó a llover de manera torrencial; a mitad del descenso empezó a granizar y a Sara se escurrió, gracias a que su marido le ayudó a poner la mano. Cuando faltaba muy poco para que llegáramos a la primera cueva, empezó a nevar. Para mejorar la situación empezó a nevar mucho más fuerte y aparecieron los lobos de antes, intentamos leer el hechizo de antes pero esta vez no nos sirvió, es más nos mordieron y nos arrancaron un buen trozo de carne del hombro, medio desangrados,  buscamos sin éxito una rama lo suficientemente grande para darles, cuando por fin lo encontramos caímos medio desangrados, pero aún así nos arrastramos y conseguimos bajar con mucha dificultad; además nos perseguían los lobos.

Continuará.... 

sábado, 29 de junio de 2013

La gran depresión (XXI)

-Yo tengo  una historia  con el demonio Satanachia  en la cual tiene que darle con un puñal la cabeza de niños entre ocho y diez años. Las que lo realizan son todas mujeres y…
-Deja que termine la historia y luego John cuenta la tuya  
- Gracias Lois. Dijo Harry. Como iba diciendo todos los primeros lunes de cada mes  y que no me llamarás sino un día de cada semana, a saber: desde las seis de la tarde hasta las dos de la noche. Recoge tu pacto; ya lo he firmado, y si no cumples tu palabra, serás mío dentro de veinte años.
Lucífago  Rofacale

Respuesta al espíritu
Acojo tu demanda a condición de que me darás el más preciso tesoro para podérmelo llevar enseguida. N.N.
Respuesta del espíritu
Sígueme y tomarás el tesoro que voy a enseñarte
Lucífago Rofacale
Entonces seguiréis al espíritu por la ruta del tesoro que está indicada en el triángulo de los pactos, sin amedrantaros, y echaréis vuestro pacto firmado sobre el tesoro; tocándolo con vuestra varilla, tomaréis de él todo cuanto podáis y regresaréis, andando de espaldas, al triángulo. Dejaréis en él vuestro tesoro ante vos y empezaréis enseguida a leer el despido del espíritu, tal como se indica:
Despido del espíritu
Oh, gran Lucífago, contento estoy de ti por el presente; déjote  en reposo y te permito que te retires adonde mejor te plazca, sin hacer ruido ni dejar el más mínimo hedor. Piensa también en tu compromiso a mi pacto, porque si faltas a él un momento, puedes estar seguro de que te atormentaré eternamente con las grandes y poderosas palabras de la Clavícula del rey Salomón, por las que se fuerza a obediencia a los espíritus rebeldes.
   
Cerraron el libro, y como no tenían todo lo necesario, no pasó nada, salieron de la cueva, como el camino de la derecha se encontraba un poco retirado, continuaron por el camino izquierdo, cuando llegaron para retornar la escalada, pensaron en desandar para ver a que distancia se encontraba la siguiente cueva. Miraron arriba y se dieron cuenta de que iban a necesitar energías y sacar las cuerdas, volvieron a la cueva que acababan de estar y se sentaron en el suelo al lado de las antiguas herramientas de tortura.

Comieron más despacio de lo habitual, porque se les quitó el apetito la sola idea de tener ese tipo de cosas. Cuando terminaron , echaron dentro de la bolsa de papel, la servilleta, el papel en el que venía envuelto los sándwiches. La botella la pusieron en otro lado para que cuando vieran un manantial poderla rellenar.

Continuará...... 

Que es el amor III

Cuando la soledad
Aprieta, no sabemos
Donde encontrar a la
Persona amada; sin
Embargo, si no la
Hay, entonces la
Dicha te embarga

Me han susurrado
Que el amor entre
Dos personas provienen
Del viento que susurran
A los oídos de los enamorados,
Y de los que están en proceso.
También que lo relatan las palomas

O que le traen flores en su pico.

sábado, 22 de junio de 2013

El Extraño amuleto V

los utensilios tan impolutos. Los sacó extrañados y los colocó encima de la mesa para comenzar la misa.
Todo fue como casi cualquier día, ya que últimamente había habido demasiadas desapariciones.
Después de la bendición apareció el amuleto. Sin embargo hizo caso omiso. El amuleto, entonces, entró en el armario.
Abrió el armario, Andrés vio el amuleto, cogió el amuleto, esta vez el amuleto no le permitió el dejarlo sino que desplegó sus alas y le transportó al pozo y le arrojó desde una gran altura.

A la mañana siguiente buscaron a su hermano, pero no dando con él y temiendo lo peor, decidieron ir a una mujer llamada Imágica que sabía hacer una figura de cera, ya que había ayudado al obispo Guichard obispo de Troyes.

El  abad, fue en busca de esta joven, con la intención de que les ayudase. Sin embargo, decidieron esperar hasta mañana para ello, ya que dentro de poco les tocaba las nonas.

El hermano Gogel, fue a la capilla, rezó una plegaria a su patrón San Bartolomé. Antes de levantarse del suelo; se encontró con el extraño amuleto. No le hizo caso. Puso la rodilla derecha para levantarse y el amuleto estaba delante. Lo agarró y enseguida se convirtió en cera que estaba hirviendo.
Al rato apareció el abad, viendo esto, decidieron que esta noche se hiciese la noche en el comedor. Todos se quedaron en la capilla y el mismo abad fue en busca de lo necesario.  
Cual fue su sorpresa al encontrar a Gogel en forma de cera. El abad asustado, no terminó de entrar en la capilla y mandó que todo el mundo dejase el convento.
Así este convento quedó deshabitado, sin saber con exactitud si todos se volvieron locos o por el contrario realmente, bajo la forma del amuleto se encontraba el diablo.



La Gran Depresión XX

Empezaréis la antevíapera del pacto yendo a cortar, con un cuchillo nuevo que no haya servido, una varilla de nogal silvestre precisamente en el momento en que el sol aparece en el horizonte. Hecho esto , os proveeréis de una piedra ematilla ( sic) y de ciros bendecitos, y eligireis enseguida un sitio para la ejecución, en el que nadie venga a interrumpiros. Podéis hacer, si queréis, el pacto en una habitación aislada, en alguna choza o en un viejo castillo ruinoso, porque el espíritu tiene el poder de transportar allí el tesoro que le place.
Así dispuesto, trazaréis un triángulo con vuestra piedra ematilla, y eso  únicamente la primera vez que hagáis el pacto. Enseguida colocareis dos cirios benditos en un lado con el Santísimo Nombre de Jesús; para que los espíritus no pueda dañaros, y después pondréis en medio del triángulo, teniendo en la varilla con la gran apelación al espíritu, la clavícula, la petición que queráis hacerle, con el pacto y la respuesta del espíritu tal como se transcribe luego.
Habiendo ejecutado lo que acabo de deciros, empezaréis a recitar la apelación siguiente, con esperanza y firmeza.
Gran apelación a los espíritus con los que se desea formar un pacto.
“Emperador Lucifer, señor de los espíritus rebeldes, ruegóte que me seas favorable en la apelación que hago a tu gran ministro Lucífago Rocafale, deseando hacer pacto con él. Ruégote también, príncipe Belzebú, que me protejas en mis empresas. ¡ Oh conde Astarot! Séame propicio y haz que esta noche el gran Lucífago se me aparezca bajo en forma humana y sin ningún hedor que me conceda, por medio, todas las riquezas que necesito- ¡ Oh gran Lucífago! Ruegóte que abandones tu morada, en cualquier parte del mundo, que  te encuentres, para venirme a hablar, sino te obligaré por fuerza del gran Dios vivo, de su excelso Hijo del Espíritu Santo. Obedéceme prontamente o serás eternamente torturado por la fuerza de las potentes palabras de la Gran Clavícula de Salomón, de la que servía para obligar a los espíritus rebeldes a admitir su pacto; así pues, aparécete cuando antes o voy atormentarte continuamente por las fuerzas de las potentes palabras de la Clavícula: Agion, Tetragram, Vaycheen, Stimilato y Ezpares, retragammaton oryoram irion erglión existión eryona  onera brasin movn messia, soler Emmanuel Sabast Adonay te adoro, te invoco.

Aparición del espíritu.
Heme aquí: ¿Qué me quieres? ¿Por qué me turbas mi reposo? Respóndeme. Lucífago Rofocale
Petición para el espíritu
Te he llamado para pactar contigo y a fin de me enriquezcas cuanto antes; sino, te atormentaré con las potentes palabras de la Clavícula.
Respuesta del espíritu
No puedo acceder a tu demanda sino a condición de que me vendas tu alma y tu cuerpo para dentro de veinte años, a fin de hacer yo de ellos lo que más me plazca. Lucífago Rofacale

Entonces le echáis vuestro pacto, que debe estar escrito de vuestro propio puño, en un pedazo de pergamino virgen, y el cual consistirá en una rúbrica y con algunas gotas de sangre. “Prometo al gran Lucífago recompensarte dentro de veinte años de todos los tesoros que me dé. En fe de lo cual he firmado. NN.
Negativa y desaparición del espíritu
No puedo conceder tu demanda. Lucífago Rofacale
Entonces, para obligar al enemigo a obedeceros, volveréis a leer, la gran interpretación con las terribles palabras de la Clavícula, hasta que el espíritu reaparezca.
Segunda aparición del espíritu

¿Por qué vuelves a atormentarme? Si me dejas reposo, te daré el tesoro más preciso, a condición de que me consagres una moneda todos los primeros…

Continuará.........

sábado, 8 de junio de 2013

El extraño amuleto (IV)

echó el cuello para atrás y empezó a borbotar sangre a raudales, manchando el suelo de sangre en el suelo de arcilla.
Esperó a que expirase, cuando por fin lo hizo, desapareció. Quedando el cuerpo en ese lugar, que acabamos de indicar.

Esta vez, los monjes se levantaron a las seis de la mañana, pensando que todo iba a ir bien, los hermanos, decidieron aunque no era domingo, hacer ese día un poco especial, para ello, como ese día el hermano Eduardo, le tocaba hacer repicar las campanas, preparar comida, los sencillos utensilios de la capilla, ya que el abad, no había permitido ningún lujo, ni en cuadros ni nada que estuviera cerca de ellos.
Cuando llegó el abad, no encontró a nadie, pensativo, decidió ir a buscarle a la capilla, pero tampoco. Extrañado fue al huerto para ver si estaba regando. Exasperado mandó a todos que se pusiesen a  buscarle por todo el monasterio.
A las dos, decidieron preparar la comida, el hermano Alfonsino, la preparó.
Pensaron, que aunque sólo eran unas coincidencias, hacer la misa en el huerto, ya que Dios estaría presente.
Así lo hicieron, todo sucedió de la forma más natural del mundo. Como no estaban muy convencidos, decidieron hacer misa para los fieles aprovechando que era el día de mercado.
Después de tomar nota de quien pasaba, lo que traía, entraron los pocos fieles en la capilla, porque aunque era grande para abarcar a todos los monjes, había demasiada. Cuando terminaron la primera, hicieron una segunda.
En la tercera, habiendo varios penitentes, pensaron que trabajasen ellos en la capilla durante un mes. Para expirar sus pecados.
Empezaron esa misma tarde, sin embargo no pasó nada.
Al día siguiente nada. Así pasó el mes sin nada.
Se dieron cuenta de que solo eran coincidencias y volvieron a la rutina, el hermano Alfonsino, empezó a preparar los utensilios para la misa, vio el extraño amuleto, lo recogió se lo acercó más y entonces sin saber como apareció una pala y lo más extraño de todo no había nadie más que él fue golpeado y con la punta de la pala le cortó el cuello.
Enseguida desapareció el amuleto y el cuerpo.
Los monjes esperaron pacientemente, a que Alfonsino fuese a buscarlos para poder iniciarla.
Como tardaba tanto, decidieron ir a buscarlo. Al ver que no había nadie en la capilla, decidieron ir a la biblioteca, pero tampoco.
Empezaron a ir a la capilla, cuando entraron, todos se sentaron en sus respectivos asientos y el hermano Andrés, se dirigió al armario dio una vuelta a la llave y abrió. Allí se encontró todos

continuará... 

La gran Depresion (XIX)

Jerarquía de los espíritus infernales
Después de haber indicado los nombres de los dieciocho espíritus anteriores, que son inferiores a los indicados antes, será bueno prevenirnos de los que siguen:
Que Lucífago manda sobre los tres primeros, que se llaman Bael, Agarés y Marbas
Satanachia sobre Pruslas, Aamon y Babatis
Agaliarept sobre Buer, Gusoin y Botis
“ Satarganas” sobre Loray, Valefar y Foran
“Nebiros” sobre Ayperos, Neburus y Glasyabolas
Y aún cuando hay todavía de millones de espíritus que están subordinados a los dichos, es inútil nombrarlos, porque no se les emplea sino cuando a los espíritus superiores se les antoja hacerles trabajar en su lugar, porque se sirven de todos estos espíritus inferiores como si fuesen criados o esclavos. Así pues, haciendo pacto con uno de los seis principales que podéis necesitar, no os importe que espíritu ha de serviros. Sin embargo, suplicad siempre al espíritu con quien pactéis, que emplee uno de los tres principales subordinados a su servicio.
Lucífago Rofacale
El primero es el gran “ Lucífago Rofacale”, primer ministro infernal. Tiene el poderío que Lucifer le ha dado sobre todo las riquezas y todos los tesoros del mundo. A sus órdenes militan Bael, Agares y Marbas y muchos otros millares de demonios y espíritus subordinados.
Satanachia
El segundo es el gran Satanachia, gran general. Tiene el poder de someter a él todas las mujeres y muchachas y hacer con ellas lo que se les antoja. Bajo sus órdenes están Pruslas, Aamón y Barbatis y la gran legión de los espíritus.
Agaliarept
Capitán general, tiene el poder de descubrir los secretos más recónditos en todas las cortes y todos los gabinetes del mundo; descubre también los grandes misterios. Manda a la segunda legión de espíritus y tiene inmediatamente a sus órdenes a Buer, Gusoin y Botis.
Fleuretty
El cuarto Fleuretty, teniente general, tiene el poder de hacer la obra que se desea, durante la noche; hace también caer granizo donde él quiera. Manda un cuerpo considerable de espíritus y tiene subordinados a Bathim, Pursam y Abigar.
Sargatanas
El quinto, Sargantas, jefe superior, tiene el poder de haceros invisibles, de transportaros a todas partes, de abrir todas las cerraduras, de haceros ver todo cuanto ocurre en el interior de las casas y de enseñaros todas las mañas y astucias de los pastores. Ordena a muchas brigadas de espíritus y tiene a sus órdenes a Loray, Valefar y Foram.
Nebiros
El sexto, Nebiros, mariscal de campo inspector general, tiene el poder de hacer enfermar a quien se desee, hacer encontrar la mano de gloria, enseña todas las cualidades de los metales, de los minerales de los vegetales y de todos los animales puros e impuros. También posee el arte de predecir el porvenir, siendo uno de los mayores nigrománticos de todos los espíritus infernales y tiene a su órdenes a Ayperos, Neberus y Glasyabolas.
Procedimiento para realizar el pacto con el espíritu infernal.

Ahora, para hacer obedecer de toda esta jerarquía, la primera cualidad requerida es saber componer el bastón fulminante y el círculo cabalístico.

sábado, 1 de junio de 2013

La gran depresión (XVIII)

Salieron del hotel, pero tuvieron que volver a entrar y subir a su habitación para coger toallas de baño. Pidieron las llaves de la habitación, subieron, cogieron la mochila con las toallas, la crema solar, se pusieron las gafas de sol, que , aunque no tenían pensamiento de ponerse en estas vacaciones igual que las toallas, la ropa de verano y los bañadores, les vino muy bien.
Cerraron con llave, después de salir del hotel, bajaron las escaleras, dieron las llaves a la recepcionista, montaron en la bicicleta con la mochila en la espalda, pedalearon hasta que vieron el letrero que ponía sierra de Sal Lake Districk, como la otra vez, cogieron el camino que tenía menos árboles, dejaron las bicicletas, cerca de la cascada, y subieron sin cuerda hasta donde pudieron, entraron en la cueva donde la otra vez, no quisieron entrar por temor a no ver y no tener cuerdas.
Estando en la entrada de la cueva, entraron un poco,  como continuaban con luz a diferencia de lo que pensaban, siguieron tranquilos, vieron una pequeña capilla, cerca del altar había una virgen de madera, bastante antiquísima. Miraron el reloj, era bastante temprano, decidieron  salir y seguir escalando.
Continuaron por el camino de la derecha, vieron que de momento no necesitaban cuerdas, así que empezaron a ascender, poniendo bien los pies para no caerse; después de subir medio metro, vieron otro sitio que podían quedarse, pusieron el pie con cuidado, admiraron el paisaje, y respirando al principio con dificultad y luego más tranquilamente, cuando su respiración se normalizó,  empezaron a andar por el camino de la izquierda, encontraron  otra cueva, entraron, vieron que había herramientas de torturas. Se encontraron un libro llamado el Libro del Círculo de los Espíritus Infernales; les llamó la atención el libro  y lo leyeron dice así:
Nombre de los  espíritus infernales:
Lucifer- Emperador
Belcebúo Belzebú- Príncipe
Astarot- Gran Duque
Vienen luego los espíritus superiores que están subordinados a los antes mencionados
Lucífago- Primer ministro
Satanachia-Gran general
Agaliarept – Capitán General
Fleuretty- Teniente General
Sargatanas- Jefe Superior
Nebiros- Mariscal de Campo

Estos grandes espíritus dirigen por su poder toda la potencia infernal que les está concedida. Tiene además, a su servicio, otros dieciocho espíritus subordinados.
Espíritus subordinados
Bael
Agares
Marbas
Pruslas
Aamon
Babatis
Buer
Gusoin
Botis
Bathim
Pursam
Abigar
Loray
Valefar
Foram
Ayperos
Nebrus

Glasyabolas

sábado, 25 de mayo de 2013

El extraño amuleto (III)


Por la noche,  el hermano Manuel, nada más terminar de colocar todos los utensilios en el armario y cerrar con llave; se encontró un extraño objeto, lo agarró y cual fue su sorpresa al ver un amuleto, lo dejó pensando que era de alguno.

A la mañana siguiente, miró por todas las celdas a ver si lo veía pero no había nada.

Llegó la desdichada noche, en la cual el hermano Manuel, encontró una moneda, la cogió, esta vez, en lugar de mirarla, lo puso en el minúsculo bolsillo que había en su hábito, pero sin embargo, sin saber como,  apareció en su mano. Extrañado, lo miró entonces, mudó primero, se convirtió en una cruz, después apareció el príncipe de las tinieblas y por último se abrió ante él todo el fuego del inframundo.
Empezaba otro nuevo día, cuando todos, se despertaron tarde, ya que nadie había hecho sonar las campanas.
Después del mosqueo y pensando el castigo que le pondrían comenzaron a buscarle, pero no le hallaron. Entonces, se dirigieron a la capilla, pero tampoco estaba allí.

Empezó a nublarse, alrededor de las cinco y media comenzó a irse la luz solar, rezaron varios rosarios por las almas de sus hermanos.

A la hora de las nonas, se inició como siempre la misa en la misma capilla que habían hecho mella en la vida de los monjes, sin embargo no tenían otra. El único ruido era un ladrido de un perro, enseguida Eduardo, se dirigió donde se encontraba le acarició las orejas, enseguida se tranquilizó y la misa se realizó de lo más normal.
Cuando dio paso la finalización de la misa, Eduardo, se puso a barrer ya que con las extrañas desapariciones, llevaba varios días sin la debida limpieza, nada más terminar, se dispuso a recoger los utensilios de la misa.
El amuleto, apareció encima del paño, que hacía un momento acababan de utilizar, lo cogió en su mano, apareció un mensaje cifrado que había gente que piensa que ponía: esto por llevarme a la hoguera.
 Fuera lo que pusiese, el caso, es que no le permitió el dejar encima de la mesa el amuleto, ya que le cortó la muñeca.

Eduardo intentó salir por la puerta, pero de repente el amuleto apareció con forma humana, con una capucha negra, con un hábito negro y con un puñal con forma de cruz. Enseguida, le


Continuará.... 

La gran depresión (XVII)


A las cinco, después de llegar con el coche al pueblo, ( esta vez el coche arrancó a la primera), pasearon por el río al principio y luego por el pueblo. Cuando oscureció fueron al hotel, cenaron y se fueron a la cama.

A la mañana siguiente, como no arrancaba el coche, fueron a un monasterio, que habían visto cuando hicieron el camino con los caballos. Buscaron un camino lo más llano posible, pero no les quedó más remedio que escalar un poco sin cuerdas. En la cima, visitaron lo que en su momento fue un monasterio, porque se encontraba en peores condiciones que el castillo, como el día anterior habían estado por esa zona, anduvieron tranquilamente, introduciéndose un poco por el bosque, miraron el reloj, viendo que era las dos, salieron del bosque, pasaron por el monasterio y descendieron, luego regresaron por la carretera, gritándoles otro conductor.
Otra camarera les atendió, también era muy simpática, pero no sabían si porque se habían acostumbrado a la otra, o bien porque era más simpática, pero les caía mejor la otra. Consiguieron por un buen precio que les alquilase unas bicicletas.
Antes, de recoger las bicicletas alquiladas, fueron a comprar todo lo necesario para hacer escalada; es decir, cuerdas, mosquetones, pies de gato, guantes, linternas, también compraron unos pantalones cortos. Aunque traían, pero como no se querían arriesgarse, compraron por si acaso.
-Hace dos días, estuvimos en..
- ¿Cómo no llevaron puñales?
- Vive un hombrecillo, con los pies enormes,  que es hijo de Melusina que es un duende de las aguas, sus hijos fueron desterrados, al tener anomalías. De hecho, fueron ellos los fundadores de esta extraña tribu.
- ¿Cuándo empezó todo?
-No se sabe con exactitud, hay quien dice que en el siglo XII, otros que antes, otros después, pero esa tribu Xjunsi, es bastante peligrosa, si tienen suerte, solo les atacará uno, entonces podrán salvarse, sino, les atacarán todos, porque ellos se envían señales con un cuerno de madera, si no es muy importante, si es algo muy importante tocan varias veces el cuerno de marfil, no se sabe de donde sale, ni tampoco esos puñales y tirachinas.
Salieron con todo el equipo y se fueron a recogerlas, cuando llegaron, el dependiente les estaba esperando con unas enormes cestas para que pudiesen llevar todo el equipo.
Montaron en la bicicleta; primero se pasaron por el hotel para que les preparase un picnic, porque no se dieron cuenta de que no habían comprado nada de comida. Después de dejar las bicicletas, en el porche del hotel, entraron a pedir que les preparase unos sándwiches fríos y unas botellas de cocacola.

Continuará....

sábado, 18 de mayo de 2013

La gran depresión (XVI)


El teléfono se le cayó de las manos y gotas de frío sudor resbalaban por su frente empalidecida por el susto. Querría correr pero sus piernas no respondían, sólo temblaban y temblaban…

Cuando respondieron echó a correr con desesperación hacia la escalera para recoger a los niños que estaban en la planta de arriba, pero antes de subir, aquella misma carcajada sádica le detuvo en seco. Al mirar al final de las escaleras, junto a la puerta del cuarto de los niños estaba un hombre alto, de frente amplia y cabello rizado y gris. Vestía con un mono blanco como el de los pintores, pero estaba de manchas rojas y en su mano derecha el hombre sostenía un enorme cuchillo ensangrentado.

El terror que sintió fue tal que quiso gritar y no pudo, se tropezó mientras intentaba llegar a la puerta de salida y, una vez que estuvo enfrente, intentó una y otra vez abrirla pero las manos le temblaban tanto que la llave se le caía o ella lo metía mal. Mientras esa horrenda carcajada de fondo, sonando cada vez más fuerte a medida que el asesino se acercaba con una lentitud tan extrema como cruel y premeditada.

Gracias a Dios consiguió por fin abrir la puerta y tuvo la suerte de que a pocas calles estaba en camino un coche de la policía. Corriendo, intentó alejarse, unos cincuenta metros de la casa viendo con asombro como el asesino no la seguía. Sin embargo, los padres de los niños pasaron con el coche; reconociéndola, pararon el coche se bajaron, yo que estaba cerca con mis amigos y nos íbamos a ir a una fiesta,   escuché la historia que te he contado. Entonces ella se montó en el coche, y se dirigieron a su casa.

La policía entró en la  casa, pero nunca encontraron al hombre, que probablemente escapara por alguna ventana, aunque la niñera le dio la descripción, lo más detallada de él.
Pero, lo que vieron aquellos agentes ese día en el cuarto de los niños les marcaría por el resto de sus vidas.
Las paredes estaban cubiertas de manchas de sangre, había tripas y vísceras esparcidas por el suelo, las tres cabezas de los chicos estaban sin ojos y separadas de los cuerpos y, junto a otras atrocidades de la escena del crimen, se habían encontrado unos pañuelos que a modo de mordaza habían impedido que los gritos de sus víctimas sonaran en toda la calle. La niñera al estar viendo la televisión con el volumen muy alto nunca escuchó nada y el psicópata aprovechaba los pequeños “descansos” mientras torturaba y asesinaba a los niños para llamarla por teléfono y reírse de el hecho de que a escasos metros estaba acabando con la vida de los pequeños que ella debía cuidar.
-          Estamos, en la línea, no sé la verdad quién debería haberse llevado el primer premio. ¿ Siguió viviendo la familia en esa casa después de lo acontecido?
-          No, después del espeluznante suceso, se mudaron, la intentaron vender y alquilar, durante muchos años, pero resultó muy complicado. Ya hemos llegado, ¿Conduces tú o yo?

-Lo haré yo, ya que estoy muy poco cansado, mañana si tú estás más despejado te toca a ti.
  
 A la mañana siguiente, optaron por hacer un poco de equitación ya que era temprano. Hicieron un camino lleno de montes y pasaron ríos, en el precio les entraba un picnic, por lo tanto a las dos comieron tortas rellenas de carne y verduras, regresando a las cinco para que no se perdieran ni surgiese ningún incidente, aunque delante se encontraba el guía.    

Continuará.......

sábado, 11 de mayo de 2013

El extraño amuleto (II)


Por la noche, había luna llena y el amuleto apareció ante el hermano Marcos, éste, al ver el extraño amuleto, se agachó lo miró al principio de lejos; cambió de color es decir, de marrón claro a negro. Como la otra vez, apareció de la nada una buena llamarada. Asustado lo dejó en el suelo. Él se fue de la capilla y el amuleto desapareció.
No pegó ojo, pero luego pensó que era una estupidez que algo apareciese y desapareciese por arte de magia, salvo que fuera un designio del señor.
Se durmió pacíficamente hasta que llamaron a las seis de la mañana para la misa. Esta, se celebró como cualquier día normal.

Llegó la noche; nada más terminar de dar por finalizado la misa, Marcos, empezó a recoger, cuando vio una moneda; lo recogió y cual fue su sorpresa al comprobar que era un amuleto bastante extraño, sin embargo, lo intentó dejar, pero no le fue permitido, sino que de repente hubo un incendio que empezó a propagarse, primero en los armario y luego por la puerta, no permitiendo que saliese.  Entonces el se quemó y murió.

A la mañana siguiente, todos se despertaron a las doce de la mañana, el superior, fue a la celda de fray Marcos, pero su celda estaba vacía.
Pensó que como era un glotón se había ido a desayunar, y no se había acordado de tirar de la campana.
Cual fue su sorpresa al no encontrarle allí. Preguntó al hermano que se dedicaba a mantener el fuego y le respondió que no había estado allí desde la cena del día anterior.
Fue a la capilla y allí lo halló tendido en el suelo carbonizado. Horrorizado salió corriendo como alma que lleva el diablo.
El superior mandó a dos, que fueran a la capilla y otros que hicieran un ataúd para el difunto. Fueron allí, pero no había nadie.
Extrañados, se dirigieron a ver al superior y le indicaron que no había nada. Él mismo fue allí y no había nada.
Después de rezar los rosarios por los dos desaparecidos, se pusieron en la búsqueda de ambos.

Pero el monasterio estaba como siempre. Todo en su sitio, es decir las ventanas con un tamaño minúsculo.
Los frailes, fueron a preparar en la bodega su vino, como todos los días, sin embargo cual fue su sorpresa al encontrar al hermano Marcos, por desgracia, estaba bastante consumido.

La gran depresión (XV)


En una enorme casa de la colina, un matrimonio ocupado e importante, con muchos compromisos sociales, políticos o algo así, tenían tres hijos.  Cuando salían de sus reuniones, dejaban a sus hijos con una chica de la urbanización a la que venían contratando desde cierto tiempo atrás.
La muchacha, preocupada, que era muy guapa, era una de esas chicas alocadas, felices y algo despreocupadas. No obstante siempre habían cuidado muy bien de los chicos. Así, esa noche jugó un rato con ellos y después de dormirlos fue a la cocina, se hizo unas palomitas y se recostó a ver alguna película en la televisión con el volumen alto.
Pasados algunos minutos el teléfono sonó.
-          ¿Cómo sabes tú eso, si no te encontrabas en esa casa?
-          Te lo tengo que contar, poco a poco.
-          Buenas noches, ¿Con quién desea hablar?
-         
-          Hola ¿Me escucha?...¿ Hola?
Siguió intentando obtener respuesta a duras penas podía escuchar una respiración y una especie de risa contenida de fondo; así que, irritada, cerró el teléfono con brusquedad y continuó viendo la televisión. ¿Quién sería? ¿algún idiota sin nada que hacer?, ¿un amigo suyo?, ¿un pervertido?.. En todo caso sería mejor ignorar a quien sea estuviese fastidiando al otro lado de la línea.
Pero una y otra vez seguía sonando el teléfono y aquella risa de fondo se repetía, cada vez colgaba más rápido e incluso pensó en desenchufar la línea, pero no podía hacerlo, los padres de los niños le habían dejado bien claro que en todo momento debía estar atenta a sus llamadas. Muerta de miedo y perdiendo su paciencia, llamó a una teleoperadora de la policía. Algo andaba mal con esa risitas contenidas y ella debía saber que diablos estaba ocurriendo.
Por suerte la operadora, lejos de reírse, le dijo que habían introducido una derivación de su línea en la central y todo lo que ella tenía que hacer era entretener al desconocido para que la central tuviera tiempo de localizarlo.
Quince minutos después sonó el teléfono otra vez…¿Sería él? En efecto, solo que esta vez ya no estaba la risita contenida de fondo sino una carcajada histérica, sádica, parecida a esas que a veces muestran las películas de terror de Hollywood.
-¡Pare de reír!...¿Qué le he hecho yo? ¿Por qué me hace esto?- Dijo nerviosa, irritada y con la voz al borde del llanto.
Nada, el hombre no hacía más que reírse cruelmente, con más histerias a medida que aumentaban las súplicas y la desesperación de la muchacha. No le quedó más que colgar, después de lo cual intentó en vano calmarse.
Finalmente, apenas unos cinco minutos más tarde el teléfono sonó otra vez. Esta vez los nervios fueron tales que sintió el corazón luchaba por salírsele del pecho. “No contestes, no contestes”, se dijo a sí misma aunque no pudo resistirse y contestó:
-          Habla la policía. ¡Salga inmediatamente de la vivienda! Las llamadas que recibía vienen de la otra línea de la casa en que está. Hemos mandado una patrulla, ¡Salga ya!

Continuará.....

sábado, 4 de mayo de 2013

La gran depresión (XIV)


El concurso de disfraces siguió tal y como estaba previsto y poco tiempo después quedaban dos finalistas, Sara y Cathy. La falsa sonrisa de ambas se mostraba en público era digna de un verdadero concurso de reinas de belleza, ambas tenían preparado su discurso de falsa modestia y fingida sorpresa. Lo que no esperaba de Cathy es que Sara, mientras estaban en el escenario, abriera un poco más la raja de su falsa mostrando sus espectaculares piernas y dejando embelesado al jurado masculino que no dudó en coronarla como mejor disfraz. De poco le sirvió a Cathy haber llevado ese repulsivo sapo que parecía saltar un moco asqueroso, su esfuerzo había sido en vano, y si perdía el premio a la mejor decoración, Sara se estaría restregando por la  cara todo el año.
Pasados unos minutos comenzó el concurso y nuevamente no había sorpresas, las dos casas mejor decoradas eran las de Sandra y la de Cathy. El jurado se acercó a la casa de Sara y allí empezó el verdadero festival: fuegos pirotécnicos, juego de luces sincronizadas  con la música que eran coordinados por unos especialistas coreanos que le habían costado un ojo de la cara a Sara. Una decoración que parecía salida de las atracciones de un parque de diversiones. Pero el plato fuerte fue cuando liberaron al menos 100 gatos negros que tenían enjaulados y dispuestos a hacer aparición cuando acabara la música.
-¿Dónde reside el miedo?
- Más adelante lo sabrás.
La gente quedó impresionada y estalló en aplausos, Cathy también quedó un poco preocupada, su sorpresa también era espectacular pero no esperaba competición reñida. Rápidamente se apresuró a regresar a casa para coordinar el espectáculo, diez minutos después el jurado visitaría su hogar y tenía que estar todo dispuesto.
Al llegar ordenó a los miembros de su equipo ( había bailarines y técnicos de sonido) que se colocaran en sus puestos; pero estaba nerviosa, muy nerviosa y la gente cuando se encuentra en ese estado tiende a cometer errores.
El jurado llegó y su función comenzó, la casa en una completa oscuridad se iba iluminando a trozos y en cada una de las ventanas una pantalla y un proyector colocado por detrás mostraban diferentes habitaciones en las que había asesinos, se escuchaban gritos de tortura y salpicaban la sangre o aparecían fantasmas. Sin duda Cathy había optado más por el terror que por el espectáculo audiovisual como Sara. Pero su plato fuerte estaba a punto de comenzar.
De repente y al ritmo de Thriller de Michael Jackson unas manos empezaron a salir de debajo de la tierra de su jardín. Un espectacular grupo de baile disfrazado de zombis apareció en el cementerio figurado que había en su terreno y comenzó a bailar de forma sincronizada.
Nosotros bailábamos, reíamos y grabábamos en video todo el espectáculo, sin duda todo estaba saliendo a la perfección Cathy desde lo alto de un árbol de su jardín preparaba el truco final, un conjunto de arneses atados a una rama alta servían para que ella hiciera su aparición volando sobre su escoba. Era un sistema complicado que le habían tenido que explicar más de diez veces unos especialistas en escalada que había contratado. Los nervios del momento provocaron que Cathy saltó desde el árbol para aparecer volando sobre los zombis.
 La cuerda restante se enredó en su ropa y el peso de su cuerpo comenzó a ahogarla, estaba colgando como si acabara de ahorcarse pero para su desgracia la muerte no tuvo la bondad de partirle el cuello, en su lugar, comenzó a asfixiarse lentamente mientras pataleaba luchando por su vida.
Nosotros no salíamos de nuestro asombro, pensando que se trataba de parte del espectáculo; aplaudíamos y coreábamos el nombre de Cathy. La canción terminó y la risa malévola de la canción de Michael Jackson dio el broche final a una función impresionante. Las piernas de Cathy perdieron su fuerza y dejaron de moverse. Murió ahorcada sin que nadie se diera cuenta a pesar de que decenas de personas observaban el espectáculo.
Nadie dudaba de que Cathy debía de ganar, incluso Sara reconoció en sus adentros que había sido vencida. El jurado dictaminó que era la justa ganadora el primer premio a la casa mejor decorada.
Pero nadie acudió a recoger el premio.
Mientras, nosotros nos preguntábamos donde estaba Cathy, un grupo de niños se divertía jugando con el “muñeco” de bruja que colgaba del árbol. Le tiraban piedras y caramelos, estaban tan bien hecho que ninguno se atrevió a acercarse demasiado.
Hasta el día siguiente, nadie se dio cuenta que la bruja ahorcada que había en el jardín era en realidad Cathy, quien por su rivalidad con la vecina había dado la vida para ganar el concurso.
-¡Que horror, no me extraña, que se te ha quedado grabado! Por cierto ¿Dónde estabas en el concurso de disfraces?
- Pues estaba en casa de mis amigos, que no se dieron cuenta y cuando miraron el reloj, vieron que ya no llegábamos al concurso de disfraces, a lo único que íbamos a llegar era al concurso de decoraciones de Halloween.
- La mía va a ser tan escalofriante, que yo creo que si hubiéramos hecho una apuesta la abría ganado yo.- Dijo Fergusson.
Nosotros nos fuimos a pasar una quincena en el mes de octubre para ver a unos amigos, cuando ocurrió esto era el día de Halloween por la noche.

Continuará...

sábado, 27 de abril de 2013

El extraño amuleto (I)


Rondaba el año de 1265, en las Hurdes, siendo un territorio de profundas gargantas y precipicios, de valles y pizarra, de jaras y madroños, de pinos y de olivos, de miel y polen, de silenciosas alquerías, de gentes trabajadoras y sencillas.
 En el convento que estaba cerca de un precipicio, pero  también estaba de tal modo situado, para que los aldeanos pudieran acceder a él con toda tranquilidad, incluidos ellos  u otros monjes.
Estos monjes benedictinos, después de rezar sus plegarias; vieron un amuleto. Nada más tenerla en su mano fray Francisco, empezó a mudar de color. Como no se lo podía creer se lo acercó más; esta vez cambió de forma; cuando lo tenía prácticamente demasiado cerca de los ojos comenzó a arder, lo soltó y se apagó de repente.
A las nueve de la noche, como la otra vez, de nuevo nada más terminar de rezar el rosario, pasó por delante del misterioso amuleto, lo recogió y lo miró de cerca, cambió otra forma totalmente distinta; sin embargo esta vez no se lo acercó a los ojos; sino que lo tiró al suelo.

Al día siguiente después de las nonas, fray Francisco se quedó el último para recoger todos los
Pasó por delante del extraño amuleto, se fue a la derecha y el amuleto se dirigió a su lado.
Entonces, le dio un puntapié, el amuleto le hizo caso omiso, poniéndose delante de él, entonces,  lo agarró, el amuleto comenzó a arder, no permitiéndole que lo soltase, cambió a un hacha, cortándola en el acto.

Muy temprano, empezaron a repiquetear las campanas en el monasterio, todo el mundo una vez que estuvieron sentados en los bancos de la cocina, se preguntaron que le ocurría al hermano Francisco, que estaba ausente, uno de los monjes, tomó la iniciativa a ver que pasaba. En cuanto llegó encontró al hermano Francisco separado de su cabeza con un corte limpio y con sangre coagulada.
El resto del suelo de arcilla, continuaba con el color marrón de todos los días; la capilla que hasta hacía poco, era la casa del señor, se había convertido en la casa del diablo.

El hermano Marcos, salió disparado al comedor, dando la mala noticia entre tartamudeos. Los demás, después de santiguarse, dejaron los platos vacíos, y se encaminaron en fila de dos hacia el lugar de los hechos.
Sin embargo, no vieron nada anormal, salvo la desaparición de Francisco. Todos se pusieron a buscarle por todos los sitios sin dar con él.
Llegaron al comedor, rezaron varios rosarios por el desaparecido. Después se sentaron a comer y a escuchar la palabra del señor.

La gran depresión (XIII)


Pocos minutos después llegó la policía y encontró a Martín sollozando y sentado en la cocina de don Clemente mientras sostenía una carta en la que el verdadero asesino había escrito.
Feliz Halloween
Un forense determinó que el viejo llevaba varias horas muerto y no pudo ser quien entregó los dulces envenenados a los pequeños. Esa noche fallecieron cuatro niños y varios más sufrieron cortes y pinchazos en sus bocas al comer chocolatinas y manzanas.

-No me extraña, que se te quedara grabado, el ver en el vecindario  en el que estabas a todos esos niños así, a mí me hubiera pasado lo mismo.- Dijo Fergusson.
- Eso no lo vi, eso me lo contó un vecino, al día siguiente después de Halloween todavía asustado. La siguiente historia lo viví  realmente.
 Esta historia se llama
La mejor decoración de Halloween
Sara y Cathy eran las típicas vecinas envidiosas que no se soportaban la una a la otra. Detrás de la falsa cordialidad y amabilidad que demostraban cuando estaban juntas, existía un profundo rencor de envidia que ninguna de las dos dudaba en mostrar cuando la otra se daba la vuelta.
Rumores, acusaciones e incluso algún que otro arañazo en la chapa de sus coches o una rueda pinchada eran habituales. No en vano se conocía desde el instituto y el amor de un chico ya las había convertido en enemigas desde entonces.
A pesar de que habían pasado muchos años y de que ambas les había ido muy bien en la vida, ambas estaban casadas, residían en el barrio residencial más caro de la ciudad y gozaban de todo tipo de lujos su rencor no hacía más que crecer y aprovechaban cualquier excusa para competir en una ridícula carrera por ver cual era la mejor y si era posible ridiculizar a la otra. Este año no iba a ser la excepción, ya que en el barrio se celebraba un concurso por Halloween para ver quien llevaba el mejor disfraz y que casa había sido la mejor decorada.
Tanto Sara como Cathy confiaban en que ganarían ambos concursos. Sara había contratado a unos diseñadores de ropa famosa para que le creara el disfraz de vampiresa más espectacular y sexy que jamás se había visto, incluso le habían confeccionado una prótesis dental a medida para simular sus colmillos. El resultado era digno de super producción de Hollywood.
Por su parte, Cathy llevaba un disfraz de bruja espectacular, no resaltaba su belleza como Sara pero era mucho más aterrador y llevaba varios trucos de magia para asustar a los más valientes.
En cuanto a decoración, ambas habían tirado la casa por la ventana y habían gastado miles de euros en iluminación, telarañas falsas, máquinas de humo seco, las más espectaculares calabazas talladas a mano y muñecas a tamaño real de todo tipo de monstruos.
Antes de comenzar los concursos  ambas se dedicaron una mirada mezcla de odio y de burla, pensando con que la otra no tenía ninguna opción de ganar, ya que cada una guardaba un as en la manga para ganar el primer premio.


Cotinuará.....

sábado, 20 de abril de 2013

Poesía moderna (II)


          Del     aire      ¿Dónde  o por donde volaré?                                     
Olas                                      través   
Las                                           a
 Viajan                           hojas
Por                                    las                              
  El                                cielo
Mar                                el
Las                           por
              estrellas

La gran depresión (XII)


A pesar de todo el esfuerzo del equipo médico el hijo de Martín falleció en menos de media hora. El médico de guardia nunca había visto un caso como el de esa noche, pero si había leído mientras cursaba medicina un caso similar. Un envenenamiento por cianuro.
Rápidamente revisó la mochila que aún llevaba el cadáver de su hijo y encontró la bolsa de caramelos que había recolectado ese Halloween. Un inconfundible olor a almendras amargas ( olor que normalmente tiene el cianuro) se desprendía de una de las chocolatinas. Al abrirla encontró e un interior un polvo blanco que claramente alguien había introducido dentro de la chocolatina. Siguió abriendo chocolatinas y encontró algunas más en el polvo y aún algo más inquietante… Al partir una de las manzanas caramelizadas encontró en su interior cuchillas de afeitar y agujas. Sin duda alguien había decidido envenenar a todos los niños del barrio o al menos provocarles daños graves con agujas y cuchillos escondidos dentro de la comida.
El médico salió corriendo al pasillo y sujetando fuertemente por los hombros a Martín le empezó a preguntar si había más niños con su hijo.
La cara de preocupación de Martín cambió inmediatamente a una total desolación.
-          ¿Ningún niño más? ¿Qué le ha pasado? ¿Dónde está?
Martín apretó al doctor y entró a empujones en la sala donde habían atendido a su hijo. Destrozado por el dolor de la pérdida en el suelo mientras abrazaba el cuerpecito sin vida de su hijo.
De pronto se convirtió un rostro  de rabia  mientras el doctor le explicaba que habían encontrado restos de cianuro en las golosinas que alguien había regalado a los niños, incluso dentro de una manzana había agujas y cuchillas de afeitar. Martín recordó cual fue la única casa donde habían regalado manzanas caramelizadas y entonces empezó a atar cabos: la amabilidad sin precedentes de Don Clemente, porque llevaba guantes dentro de la casa y que su hijo minutos después de la visita empezara a sentirse mal.
Sin media palabra salió corriendo del hospital al que justo en ese momento llegaba otro niño con los mismos síntomas de su hijo. Martín reconociendo a su vecina le dijo que avisara por teléfono al resto de madres que no dejaran comer nada a los niños. No dijo más y subió a un taxi y salió rumbo a la casa de Don Clemente.
Martín no era un hombre muy corpulento pero cualquier persona que se hubiera cruzado con él hubiese dado un paso atrás al ver su rostro desencajado por su furia. De una patada reventó la puerta de Don Clemente y entró en su casa con la intención de matarle con sus propias manos. Pero al llegar a la habitación del viejo se dio cuenta de que alguien se le había adelantado. Don Clemente estaba tirado en el suelo con la cabeza destrozada y restos de sangre seca manchaban la alfombra sobre la que estaba tendido su cadáver.

Continuará.....

sábado, 13 de abril de 2013

¿Que es el amor?


Cuando la lluvia
No amaina
¿Qué será
Del tiempo
Que estuvieron
Juntos?
Cuando el sol
Y esa pasión
Que enciende
El amor.
¿Qué será de ese
Amor que se profesaron
O no fue amor?
¿Qué fue deseo o
Simplemente un amor

La gran depresión (XI)


En cuanto vieron que pronto anochecería regresaron al pueblo donde estaban alojados, dieron un paseo. A las nueve de la noche regresaron al hotel, cenaron, fueron al coche, sacaron el pesado baúl, lo subieron por las estrechas escaleras, cerraron la puerta de la habitación, abrieron con la llave que se encontraba en la cerradura del baúl, abriéndolo en el acto, vieron multitud de apuntes sin ningún significado para ellos mal recortados, lo cerraron.
Iban  a bajar, cuando vieron a una señora de mediana edad, vestida con un vestido negro de montar. Con una yegua negra, se dio una pequeña vuelta y desapareció.
Cogieron el baúl, y lo bajaron entre los dos por las escaleras lentamente hasta que llegaron a la salida de la entrada principal; entonces apareció de nuevo montada en las ancas de otro caballo junto a un hombre.
Volvió a desaparecer. Entonces nos dirigimos al coche, metimos el baúl en el maletero.
Los albañiles, empezaron a recoger todo, como estaban tan cansados de trabajar, Washington le preguntó a Fergusson que si recordaba algún acontecimiento de la noche de Halloween  y le respondió Washington que por que, ya que faltaba mucho.  Le contestó que era por hablar algo, porque siempre hablaban siempre de lo mismo. Para dar ejemplo contó la siguiente historia:

LOS CARAMELOS ENVENENADOS

A Martín le tocó este Halloween la tediosa labor de acompañar a los niños del vecindario  en su búsqueda de caramelos tocando puerta con puerta. Todos los años uno de los padres era el encargado de vigilar a los niños, los adoraba, pero tener que controlar a tanto pequeñajo era un trabajo agotador. A su hijo de ocho años le podía dar un  par de gritos para calmarlo pero cuando su misión era vigilar los hijos de los demás su función era mucho más difícil.
Aún así tenía que reconocer que lo estaba disfrutando más de lo que esperaba, los niños se estaban portando muy bien  estaba viendo disfrutar a su hijo. Además los vecinos del barrio residencial donde vivían eran realmente amables con los niños incluso con él, ya que varios le ofrecieron golosinas y le daban ánimos con el arduo trabajo de controlar a más de una docena de fierecillas. Aunque en todo vecindario siempre hay un viejo cascarrabias al que todos los niños le tenían miedo.
Don Clemente era el prototipo de viejo viudo y amargado que aparecen en las películas. El típico anciano que no devuelve el balón a los niños cuando cae en su jardín y vivía en un viejo caserón de esos que provocan un escalofrío al pasar. Martín sabía que nunca abría la puerta a los pequeños en Halloween y mucho menos el dar caramelos, pero era su obligación acompañar a los niños a golpear la puerta. Por lo menos sería una buena excusa para asustar un poco a los niños y poder controlarlos mejor.
Su sorpresa fue enorme cuando a los pocos segundos de golpear la puerta de Don Clemente este apareció totalmente cubierto por una sábana blanca, un disfraz improvisado que a los niños les encantó. Al final el ogro ( como le llamaban algunos)  se había ablandado y repartía caramelos, chocolatinas y manzanas caramelizadas entre los más pequeños. Nunca articuló ninguna palabra pero sin duda era todo un avance en su actitud. Martín agradeció el gesto y se despidió de él con un apretón  de manos. Le llamó la atención que usara guantes dentro de la casa, pero la verdad es que el viejo era tan excéntrico que no le dio importancia. Al menos no hasta pasados diez minutos.
El hijo de Martín súbitamente empezó a vomitar, parecía que se estuviera ahogando y aunque seguía respirando lo hacía de forma débil y superficial. Segundos después comenzó a convulsionar en el suelo y sus labios tomaron un color azulado. El tiempo que tardó en llegar la ambulancia se le hizo eterno. Al llegar los sanitarios el niño estaba en coma, le entubaron para ayudar a respirar y salieron a toda velocidad hacia el hospital mientras la sirena de la ambulancia sacudía con su estruendo el pacífico y tranquilo barrio.


Continuará.....

sábado, 6 de abril de 2013

La gran depresión (X)


Como era temprano, y no se habían llevado comida, cogieron el coche, se fueron al pueblo, lo dejaron en la puerta del hotel y se fueron a la cabaña de piedra, con techo de paja. Entraron y como ellos esperaban había todavía bastantes mesas, no tuvieron que esperar en el bar, y sentarse en una de las mesas cerca de la chimenea de piedra, con unos troncos grandes dentro.
No era el típico restaurante, sino lo que a ellos les gustaba era la comida y que allí se podía comer carne de ciervo, la gigantesca chimenea de diferentes piedras, unas eran más grandes que otras, las paredes estaban recubiertas de piedra, en las zonas que no había llegado la piedra, de ladrillo visto o de madera, sobre todo el techo era de madera, la escalera sencilla también era de madera muy rústica; los servicios eran de madera sin pulir igual que los espejos del servicio de señoras, las ventanas eran muy pequeñas y muy rústicas.
Parecía que en este pueblo los años no hubieran pasado. La comida estaba servida en fuentes de arcilla; los vasos también eran de arcilla sin ningún dibujo, la cesta del pan de mimbre. Las sillas también eran bastante rústicas.
Tuvimos que esperar bastante rato, para empezar a comer, sin embargo la espera mereció la pena, la carne de ciervo era excelente, la salsa con pimienta, no estaba muy picante, las patatas no estaban ni muy hechas ni muy crudas, es decir en su justa medida.
La carne se partía con mucha facilidad, casi no tuvimos que utilizar el cuchillo de sierra que nos habían traído. A cada bocado, nos deteníamos por miedo a que se terminase muy rápido, las patatas estaban tan buenas que nos pasaban lo mismo. Comimos tan despacio, que la comida se nos enfrió. Cuando terminamos, tomamos  un postre típico de ellos era una tarta llamada Apple Crumble, como es normal le preguntamos que contenía por si no nos gustaba, nos dijo que se prepara con manzanas, a las que se recubre con una masa de harina, mantequilla y azúcar, todo ello se introduce al horno. Se suele servir acompañado de natillas, helado o compotas de diferentes frutas; además nos comentó que sentía mucho el tener que esperar tanto el postre pero es que tenían que hacerlo porque se sirve caliente tras una comida, nosotros le tranquilizamos. Nada más pedir la cuenta, nos dijeron que había una iglesia, que era muy bonita, en la cual, se contaba que una de las mujeres que se las condenó como bruja era una de ellas y maldijo la iglesia de tal modo que la iglesia dejó de utilizarse por temor a que la maldición se cumpliera.  Solo se continuó utilizando para juzgar a las brujas, la iglesia que tenían en el pueblo era la que utilizaban para rezar. En cuanto se terminó los juicios de las libres pensadoras, se cerró la iglesia y fue abandonada. Les dimos las gracias y nos fuimos.
Como tenían en mente el ir a otro pueblo, dejaron la iglesia para otro día. Visitaron los  Canales de Midland que era mucho más grande que donde se hallaban alojados, empezaron, pero viendo que tenían una red de canales que se extiende entre Worcester ,Nattingham yChester. Visitaron el acueducto de Bearley, al nore de Startford upon Avon, que atraviesa la carretera y el ferrocaril, así como el Farmera Bridge de Birgnham. Este último, en pleno centro de la ciudad, posee una serie de esclusas impresionantes. Comieron en un restaurante que era de estilo victoriano cerca de las numerosas casas de bellísimos jardines un pastel del pastor, que es un guiso de carne de verduras cubierto de puré de patatas al horno ; bebieron en unos vasos altos una cerveza de fermentación alta. La verdad es que daba pena el irse, porque los techos eran muy altos y las sillas eran muy cómodas, 
Después se fueron  a ver el castillo de Warwick Castle, rodeado de césped a la sombra de los robles; el Anne Hathaway Cottage cuyo parque reproduce un jardín del siglo XVI, y el Snowhile Mannor que se encuentra entre jardines cerrados y muy floridos. 

La guerra del poder


Era una noche cerrada en Pompeya, cuando de repente se oyó un ruido ensordecedor, todos los ciudadanos miraron aterrorizados por las minúsculas ventanas de sus casas aunque no se veía prácticamente nada.
Esta vez tuvieron suerte y cesó; enseguida todos se fueron a la cama, todavía asustados no pegaron ojo durante toda la noche. Cuando se durmieron, el  pueblo amaneció más bien a la hora de la comida, hicieron varios sacrificios para que los dioses les ayudaran.
Al mes, la gente más tranquila, empezó a robarse los unos a los otros; de hecho, los vecinos que hasta entonces habían convivido en paz y armonía, comenzaron las envidias, sin saber como.
Adriano que hacía tiempo quería las Galias, iba a entrar en combate; le hallaron muerto en sus aposentos.
Como es de suponer, comenzaron los interrogatorios, incluso con torturas, pero nadie sabía nada.
En el extremo del Imperio Julio entregó los sestercios convenidos al mercenario.
Al día siguiente, sin saber como, apareció asesinado el mercenario y Julio.
El rey de Etiopía, pagó el dinero indicado a un hombre, por la información. En ese momento, mandó preparar un asalto a Roma. Cual fue su sorpresa que su general fue envenenado. Entonces fueron a por el teniente, tomó la situación. Cuando parecía que todo estaba atado el rey de Etiopía fue hallado muerto en el lago.
Al mes el rey del Peloponeso dio tierras a uno de sus generales porque el mercenario no había regresado aún. Fueron a consultar con las adivinas; dijeron que era propicio comenzó a preparar el asalto a Etiopía, al mes empezó la batalla, un presidiario en Etiopía se escapó de la cárcel; según iba a salir, le cogieron como rehén, iba a comenzar los interrogatorios, cuando aparecieron muertos el rehén y el hijo del rey de Etiopía con sólo diecisiete años. Sin embargo la lucha siguió.
En Pompeya, sin saber como aparecieron muertos un general en su casa.
Sin embargo, todos los demás ciudadanos estaban bien.
En Grecia, sin saber como vino la peste, todos los ciudadanos murieron.
En Etiopía, empezaron a morir muchos soldados. Cuando los soldados se dieron cuenta que se rendían los etíopes, les esclavizaron. Pensando que ya serían los dueños del Imperio Romano, atacaron por sorpresa, les salió mal porque Julio Cesar había pagado a uno de los soldados y tenía preparado todo.
La batalla fue bastante sangrienta porque hubo muchos muertos, aún así duró un año.
Al final los griegos se rindieron y así fue como terminó todo, los futuros italianos conquistaron todo el mundo. 

lunes, 1 de abril de 2013

Poesía Moderna


Las               lloran
     Estrellas
                 Por
No    verte
     El
Mar
         Enfurecido
 Arrastra
           Todo   amargado
La
     Luz
Cuando
Pasas
       Alumbra 

La Gran Depresión (X)


Buscaron unas escaleras, pero la luz se fue. Esperaron pacientemente, durante varios días. Al cabo de dos semanas, consiguieron que apareciese un alumbramiento, al rato apareció unas escaleras que les permitió subir las escaleras.
Tenían tanta hambre, porque todas sus reservas las habían aniquilado, que hicieron caso omiso de unos gritos, que en otra situación hubieran ayudado.
Llegaron a la puerta, no pudieron abrirla, solo existía una escalera que no era precisamente por la que habían subido. Bajaron por las escaleras, encontrándose la cárcel, sin embargo no había nadie, la escalera que hacía un momento se encontraba en condiciones optimas, se encontraban en pésimas condiciones. 

Tuvieron que esperar varios días para poder subir y salir; sin embargo cuando se alejaron la puerta se mantenía cerrada y bastante ajada.
Al día siguiente, cuando estaba somnoliento se abrió la puerta, cerrándose en el acto como si hubiera viento.
Empezó a anochecer cuando por  fin pudieron abrir la puerta; por desgracia, no se veía nada y las pilas se habían agotado con demasiada facilidad,  por el mero hecho de estar buscando una salida cuando estaban abajo.
Escucharon una voz, que les indicaba el camino, parecía de un hombre anciano, con las ropas raídas, y en el centro de la cabeza con un poco de calvicie. Siguieron la voz deseosos de dejar su casa y tomar el aire fresco. Sin embargo fueron derrrotados por su decepción al verse obligados como tantas veces a tener que esperar a que clareara, porque, nada más llegar apareció un angel maligno con flechas, la cara medio quemada y desgarrada, se encontraban tan cansados que deseaban dormir, pero en cuanto empezaba a cerrarse los ojos, se reía, luego les pinchaba con la punta de su flecha, otras les hablaba.
El sol empezó  a transmitir sus rayos de sol y la vida comenzó, salieron como pudieron debido al cansancio de la mala noche que pasaron, por no decir que no la tuvieron ni siquiera.
Desandaron y se fueron  por el camino de la derecha, llegaron al reyano y subieron las escaleras, aunque pedían a voces que se quedaran donde se encontraban.
Áun así lo hicieron, precisamente en ese momento comenzaba la jornada laboral de sus trabajadores. Por suerte no se cruzaron con ellos.
Una vez que hubieron salido, se dirigieron al bosque a recoger sus bicicletas. Al no hallarlas, se extrañaron y empezaron a buscarlas, pero no las encontraban por ningún sitio. Fueron a la cascada, donde antes había un pozo, pero parecía como si nunca hubiera existido.
Se les ocurrió la idea, de que probablemente, los dueños habían ido a recogerlas y les multarían por no traerlas a tiempo.
Entonces se fueron cerca del lago y decidieron seguir por ese camino hasta llegar por el lugar donde antes habían ido.
Les resultó más fácil de lo que pensaban al darse cuenta que en la zona de la izquierda había menos árboles, menos arbustos, menos ramas, las hojas eran menos verdes. Entonces como la otra vez, empezaron a andar muy despacio para no caerse. Como la otra vez, para no perderse, iban mirando los árboles, si continuaban siendo del mismo color , vieron muy cerca un lobo y un zorro, siguieron andando; miraron hacia arriba y de repente, se tiro desde una rama un hombre bajo con  pies sin dedos y los talones para adelante, las cuencas de los ojos vacios; si le mirabas fijamente goteaba sangre fresca; tenía barba blanca y sombrero, en su cinto llevaba colgado una daga y en la mano un hacha de doble filo con sangre fresca. Seguramente que con esos enormes dientes había mordido, destrozado y devorado a alguien. Por suerte, pudimos escapar.  Hasta que pasado media hora llegaron hasta donde sería su futura casa. 



Continuará.......

sábado, 23 de marzo de 2013

La Gran Depresión (IX)


Como tenían mucho calor, se quitaron la ropa; sacaron las toallas y se metieron en el agua; aunque estaba muy fría para meterse enseguida, poco a poco el cuerpo se fue acostumbrando al agua clara y fría de la cascada y estuvieron bañándose un buen rato. Cuando se cansaron, se salieron y vieron una trucha  pasar.
En la otra orilla de lejos les pareció ver nutrias, pero no estaban  muy seguros, se metieron en el agua para verlas más de cerca pero enseguida se alejaron.
Notaron el cambio del agua fría al exterior, pero como hacía mucho calor, no se constiparon. Se tumbaron en las toallas que estaban colocadas encima de la gravilla. Cuando se secaron, se pusieron la ropa y decidieron escalar un poco por las rocas que no necesitaban tener cuerdas de escalada.
Empezaron a subir por unas rocas, después de haber recogido todas las cosas, por unas rocas que no estaban muy empinadas y que estaban secas, por lo tanto no había opción de ningún desagradable accidente.
El camino era muy accesible, porque no había grandes rocas, en la tercera roca, vieron un espacio bastante grande y se pararon para ver las montañas que rodeaban las cascadas, con sus enormes árboles, se giraron a la derecha; enseguida vieron una cueva, empezaron a andar, con mucho cuidado para no caerse, por suerte el camino estaba bastante llano y pudieron acceder fácilmente.  Sin embargo como no llevaban linternas, no se atrevieron a entrar por temor a no ver nada.
Se fueron y regresaron por otro camino, que era un poco menos accesible, porque a diferencia que el otro las rocas eran un poco más grandes que las anteriores, pero se podía subir o bajar con bastante facilidad.
Con mucho cuidado, fueron bajando poco a poco,  iban poniendo una mano y miraban para poner un pie y luego el otro, tardaron veinte minutos en descender, pero aún así Diego pisó mal y se cayó con un trozo de una roca, como no fue la caída muy grave se hizo solo unos pequeños rasguños.
Se levantó del suelo, se quitó el polvo de la camiseta roja de manga corta y de los pantalones cortos verde claro; se fueron andando agarrados de la mano,  hasta la cascada, al lado, había un pozo; se asomaron tanto, que sin darse cuenta, se cayeron dentro del pozo, con tan buena suerte, que cayeron  de pie, encima de unos esqueletos; parecía de personas, pero al menos  les amortiguó el golpe. Se levantaron con mucho cuidado para no tener torceduras en los tobilos ni en las muñecas.
-¡Que horror, hemos aterrizado entre cadáveres! Solo de pensarlo, hubiera preferido, el haberme matado.- Le contó a su marido, con un escalofrío.
- Pues yo lo prefiero, el tenerlo como amortiguador.- Explicó Diego a su esposa.
- Aunque estoy mareada, deberíamos subir por las piedras…
- Está cerrándose  el hueco, ¡estamos atrapados!- Exclamó Diego, que también comenzaba a preocuparse.
Entonces,  sin saber como,  apareció una luz para indicarles el camino, empezaron a caminar por el camino de la izquierda. Al cabo de dos horas, la luz desapareció.
-¡Dios mio!- Estamos atrapados ¿Cómo vamos a salir?- Chilló a su marido histérica, medio llorando.
- Tranquila todo se arreglará.
Pasaron los días y la luz no aparecía, sin embargo a la semana, reapareció y  les marcó el camino de la derecha, anduvieron hasta que se dieron cuenta que era suelo de un edificio; más tranquilos, continuaron. Enseguida se dieron cuenta de que era la bodega de su castillo, por cierto bastante bien conservada y con magníficos barriles de roble.



Continuará..............