domingo, 29 de marzo de 2015

El Secuestro (X)

Enseguida empezaron a desandar todo el trayecto y se dirigieron al coche en el cual, habían venido.

Cuando llegaron, pusieron las cadenas en las ruedas que siempre llevaban por si acaso, puso la llave en el contacto y se dirigieron a Burgos.
Como la otra vez, el camino estaba tan lleno de nieve, que hubo un tramo que no podían continuar aunque tuviesen cadenas; así que aprovecharon una vieja cabaña que estaba deshabitada.

-Quiero que os quedéis. Por si acaso intenta escapar, aunque halla otros que estén fuera.

-Da lo mismo, lo he secuestrado no por el ritual sino por otra cosa.
Nadie hizo ninguna pregunta, aunque le extrañaba ese cambio de actitud y cambio de planes tan repentinos. Pensaron que cuando terminese todo harían las preguntas necesarias a su jefe y amigo.

Una vez que hubieron entrado, sus amigos y componentes de la banda no les podían escuchar. Retiró la pistola y comenzó a propinarle patadas.
-Esto por mi madre.- Dijo dándole una patada en el estómago.
-Esto, por decirla que la querías y no podías vivir sin ella.- Dijo propinándole otra patada.
-Deja que te lo explica.
-Hazlo antes de que me arrepienta.
-Verás, es cierto que quería a tu madre, pero una de tantas como cualquier adolescente, iba con mis amigos y nos salimos de la carretera; el conductor que era un inexperto ya que acababa de sacarse el carnet, le falló los frenos y tuvimos un accidente. Ni tampoco ningún recuerdo anterior.

-¿Te crees que me creo, que no te acuerdas de nada?- Dijo dándole otra patada, en el estómago.

-Es así, sino no me habría metido en el seminario y no me hubiera ordenado sacerdote.

Sin saber como, apareció un lobo, entonces, el hijo del cura, se alejó, frotándose las manos de la suerte obtenido, sin mirar atrás.

viernes, 27 de marzo de 2015

El Secuestro (IX)

Para suerte de Claudio, el que estaba apuntando se despistó y pudo escapar. No teniendo la misma suerte Hector. Él pudo llegar corriendo a través de la nieve de Zamora.
Cuando llegó, la comisaria estaba cerrada; los únicos policías que estaban de guardia le dijeron que no podían dejar su puesto.
Derrotado, decidió que esa misma noche, no sabía muy bien como pero iría detrás de ellos para salvar a su amigo.
-Como estamos atrapados y no podemos seguir en coche iremos a mi casa que tiene un sótano y allí le retendremos.- Propuso el que apodaban el bajo, porque era el más bajo del grupo.

-Estoy de acuerdo.- Aceptó Alvaro que era el jefe de la banda.
-Vamos, camina, le dijo uno de los hombres al cura a punto de pistola.
Mientras, Claudio, decidió que ya que no le podía ayudar la policía iría el mismo a Ronda para salvarle.

Cuando atravesaron por el camino de la iglesia que estaba nevado, Hector, intentó escaparse, pero como si disparaba, su jefe le mataría, pegó más la pistola al cura en el abdomen de la parte derecha.

Atravesaron la nieve con dificultad porque había sitios donde uno podía meter la bota hasta el fondo. Llegando por el camino empedrado que estaba helado y cercano al banco, se encontraba el amigo de Hector.
Ellos, como iban más atentos que no se escapase el párroco no le vieron. Aprovechó para seguirles y cortarles el paso por un camino que iba derecho a la casa a la que parecía que iban.

Cuando llegó, decidió poner a prueba, varias cosas que había leído. Como nos se acordaba de cuales eran, decidió aprovechando que tenía cuerda, alambre y otras cosas que había hallado en su casa, que no se acordaba para que lo había comprado.
En el preciso instante que empezaba a preparar todo, le dieron un golpe en la cabeza dejándolo inconsciente.
-Cambiemos de sitio, aprovechando que no puede seguirnos. - Ordenó Alvaro en voz baja al hombre que tenía la pistola, por miedo a que Alvaro los escuchase.

El Secuestro (VIII)

Cuando pensaban que los oía porque estaban bastante retirados, uno de ellos preguntó si me podían soltar. El jefe o eso supuso porque ninguno no dijo nada, respondió que se lo pensaría.
Le llevaron a su "querida" habitación, le dieron la comida y cerraron la puerta.
A la hora de la cena, o eso se suponía porque no había ninguna ventana, ni nadie decía que había que hacer un cambio, trajeron la cena.
Por suerte, se olvidaron de cerrar la puerta y aprovechó para escapar. Salió a la luz de la luna y se encaminó hacia la carretera, Por suerte, un hombre de mediana edad, le pudo llevar al monasterio de Covarrubias para saludar a los Franciscanos.
El trayecto fue muy ameno, porque el conductor era muy amigable y le gustaba mucho hablar, mientras, escucharon en las noticias en la radio, que mañana habría nevada en toda la zona norte.

El conductor, que tenía pensado pasar la noche en Madrid y continuar al día siguiente, comieron en un área de descanso y se pusieron en marcha.
Durante el trayecto empezó a nevar, a lo lejos vieron un santuario mucho antes de llegar a Zamora; el santuario según le contó Claudio se llamaba O Cebrerio fue fundado por San Giraldo en el siglo XIX.

Entraron por la puerta derecha, encontraron una capilla pequeña, Hector se puso a rezar. El conductor que no era creyente, pero por miedo que empezase a nevar más fuerte y hubiese una fuerte niebla y no se pudiese ver nada para conducir, decidió entrar.
Viéndole rezar salió a fuera, dando una vuelta encontró una trampilla, regresó dentro para llamar al cura y bajaron por las escaleras de piedra. En el sótano, vieron un armario, abrieron la puerta, ya que estaba medio abierta y allí encontraron en el interior una botella de vino y dos copas.
Estaban tan cansados que se sentaron en el suelo de piedra durmiéndose en el acto.
De repente, Claudio, escuchó unas pisadas, Enseguida le despertó, se levantaron en intentaron escapar. No pudiendo hacerlo, porque el más alto y el otro que era más musculoso los agarraron, Para evitar que se escapasen a punto de pistola, les obligaron a que subiesen delante de ellos

El Secuestro (VII)

-Vamos, -Dijo el que le había acompañado, poniéndole una venda en los ojos.
Empezaron a subir a las escaleras.- Llegaron a la calle y le metieron en la furgoneta rápidamente.
Al cabo de media hora, llegaron a un solar abandonado, entonces le sacaron, le encerraron en una pequeña, húmeda habitación sin ninguna ventilación ni ventanas.
Al rato, le sacaron de la pequeña habitación, le retiraron la venda y a punto de pistola le condujeron a una habitación más espaciosa.
Le mandaron que preparase la hostia sagrada triangular, que colocase las vendas negras, una cuerda atravesada por plumas de cuervo, alfileres para pinchar las yemas de una joven bruja que tenía alrededor de veinte años, un candelabro llamado "La Mano de la gloria" que era de una persona a la que acababan de matar para uno de los sacrificios que tenían que hacer.
Después le mandaron que hiciese la cama con las sábanas negras para la cama. Una vez que todo estuvo preparado incluido el círculo con la estrella en forma de ataúd; el primero se acercó a la joven bruja y le mandó que  le dijera las palabras del libro.
Ella le besó en la boca le retiró la túnica ya se metieron en la cama. Cuando salieron, le dijeron que le diera una hostia para él y otra para ella.
Mientras esto ocurría lo estaban grabando, cuando terminó pasó el segundo, esta vez, vino otra no se sabe de donde, ella estaba vestida, le besó el cuello, luego la boca, le desvistió, después con una vela, le quemó ligeramente la muñeca derecha, comulgaron, bebieron vino y pasó otra pareja. Estos sin embargo, se descalzaron y pusieron los pies en las brasas encendidas, después se cortaron las venas. Cuando bajaron tenían preparadas unas vendas para tapar las heridas.
La última pareja, cogieron un lobo que de repente apareció con la pata rota y lo sacrificaron, después comulgaron y bebieron vino.
Una vez que todas las personas, habían hecho su sacrificio de una manera a otra, se terminó el primer día del ritual.
Entonces, dejaron de grabar, le vendaron los ojos y se dispersaron.

miércoles, 25 de marzo de 2015

El Secuestro (VI)

En el siguiente pueblo, el párroco no pudo ayudarles porque estaba dando la extramaunción a un moribundo, o eso es lo que dijo la mujer que trabajaba.
Continuaron hasta el siguiente pueblo, que era más cercano. Allí pudo el párroco darles comida y  alojamiento.
Permanecieron cinco días. El padre Sexto, se fue muy temprano a su iglesia, a las doce y media de ese mismo día aprovechando que era de noche se fueron.
Por suerte quedaba un pueblo más para llegar. Cual fue su desgracia que se había ido a un retiro con sus feligreses.
Siguieron andando hasta el monasterio. Llamaron con la cadena que colgaba de la campana.
Un Franciscano salió medio dormido a recibirlos. Les dio alojamiento que tenían para la gente que iba a Lurdes.
Al sexto día, Hector y Juan  que le había acompañado para que no se perdiese al irse el padre Sexto, fueron invitados a ir a Covarrubias que se hallaba en Burgos (España).
Sin embargo la furgoneta en la que pensaban ir se estropeó; se quedaron en el monasterio, pensando que estarían sanos y salvos de sus captores.
De madrugada las personas que le habían secuestrado la primera vez, lo volvieron hacer sin el menor ruido posible y sin que Hector lo supiese.
Al día siguiente amaneció en el mismo sótano que la otra vez, que era muy húmedo y lóbrego.

-Buenos días.- Dijo uno de los miembros con la cara tapada con un pasamontañas.
-Buenos días para algunos.- Respondió Hector.
-Estas aquí porque sabes latín, queremos que por tu propio bien colabores. De lo contrario te mataremos. Nos da lo mismo sino te gusta pero lo harás igualmente, estas son las reglas.
-Si la primera vez fallas, se te quitará el alzacuellos, si persistes, bueno ya lo irás viendo con tus propios ojos; ahora come que enseguida nos iremos. Se me olvidaba decirte que si deseas ir al servicio para alguna necesidad bien de ducharte o hacer tus propias necesidades te acompañaremos.

Una vez que hubo desayunado, le llevaron al servicio.

El secuestro (V)

Después de media hora andando con la luz de la linterna.
-Ya nos podemos sentar a cenar tranquilamente, una cena rápida a base de embutidos por si es necesario.- Arguyó Emanuel, sentándose a la vez que Hector.
-Sin embargo, espero que nos vayamos hoy a la una de la madrugada, como teníamos planeado.- Dijo soltando el aire Hector.
-Lo mismo pienso.- Dijo meditando Emanuel y sacando lo que sería la cena.
A la una.
-Estoy suficientemente recuperado; por mi reloj son la una y cuarto.- Dijo Hector levantándose muy despacio a tientas debido a la oscuridad del túnel.
-Por el mío también lo es.- Dijo una vez que hubo encendido la linterna y viendo que tenía la misma.

Le entregó la linterna a su compañero de viaje y comenzaron a andar lo que habían hecho hacía unas horas. Una vez  que llegaron al principio de las escaleras escucharon el crujido, pero el silencio era sepulcral, subieron muy despacio parando a escuchar, pero todo estaba como tenía que estar por la noche.

Cuando terminaron, subieron las escaleras, el padre Emanuel que era el guía, miró desde un ángulo que podía observar tranquilamente al exterior sin ser visto. Al no ver nada, continuaron con la marcha.

Aunque tenían muchos kilómetros hasta llegar al monasterio, empezaron su caminata, porque no se podían quedar ahí.
Llegaron al siguiente pueblo cuando el sol comenzaba a despuntar, entonces llamaron a la puerta de la iglesia, abrió el párroco muy extrañado, le explicaron la situación y les dio alojamiento.

Los dos se quedaron dos días, al tercero el padre Emanuel se fue a la iglesia para que nadie se extrañase de su desaparición.
Nada más despedirse, no se sabe muy bien por el peso físico que tenía o mentalmente por lo que pudiera pasarle murió.
Hector se quedó con el nuevo párroco hasta la una de la madrugada, entonces se fueron y comenzaron a andar hasta el siguiente pueblo.

martes, 24 de marzo de 2015

El Secuestro (IV)

-Gracias, no sé como darle las gracias por ayudarme a escapar de mis perseguidores.- Arguyó Hector.

- No se preocupe, el que esté sano y salvo es lo más importante.
A las diez de la noche, el cura, al poco tiempo de recibirle.
-Venga, vamos a salir por el pasadizo que da al museo Machado, de ahí iremos a la vieja catedral vieja que está construida en el siglo XIII cuando la noche sea más profunda, porque mañana no abrirán al  público porque hay comuniones.
Mientras salían por la puerta del pasadizo, escucharon voces.
- Seguro que están aquí, no puede ser que se hayan ido, o que no hayan venido aquí, es el sitio más cercano, según nos han dicho.
- Aprovecharemos que están empezando a buscar para salir corriendo, por este pasadizo que se tarda menos.
Al cabo de media hora.
- Está claro que no están aquí. ¿Dónde podrán estar?
-Vamos a buscar un hotel y continuamos la búsqueda mañana.- Propuso el más bajo que le llamaban el esqueleto por lo delgado que estaba.
En el museo.
-Me encanta este pasadizo con los pilares y los arcos.
-Es muy bonito, pero aquí no podemos cenar tranquilos porque este pasadizo es semicubierto. Bajaremos a los sótanos que están los granero subterráneos y pilares del fórum. Descansaremos hasta la una en los pasadizos de piedra, así aprovechará a verlos apagados túneles y respiraremos un poco de aire fresco, sin que nos vean, también veremos piezas sueltas de la época romana, como esculturas o grabados de piedra.

-He traído una linterna bastante grande, para poder ver por donde tenemos que pisar.

Al cabo de dos minutos después de haber bajado los peldaños del primer tramo de las escaleras.

-Ahora continuemos todo recto para encaminarnos a un túnel que está muy próximo.
-Yo no sé tú, pero yo al menos estoy muy cansado.- Respondió Hector bostezando, e intentando que no se le cerrase los ojos y obligándose a no sentarse.
-A mi me pasa lo mismo, pero tenemos que continuar si no quieres que nos cogan.

lunes, 23 de marzo de 2015

Secuestro (III)

En cuanto escuché esto, me quedé helada,¿cómo era posible que a un cura anciano le pudiesen secuestrar y discutir porque se había fugado?
El cura, nada más salir corriendo entre las estrechas calles y prácticamente si luz porque había luces que no funcionaban llegó a la iglesia, abrió rápidamente la puerta con un giro de llavín y subió  lo más rápido que pudo. Llamó a la residencia episcopal; enseguida mantuvo una breve conversación con el obispo y colgó. Preparó una pequeña maleta y se fue a casa de su hermana para pasar la noche.
A las seis de la mañana, cogió el primer autobús para ir a Coimbra, después de sucesivas paradas y muerto de miedo, ya que le estarían buscando a la hora de la comida.
Cuando llegó, el secretario le dijo que no estaba el obispo, nos se acordaba bien a donde se había ido; por lo tanto tenía terminantemente alojarle sin que le diese ninguna aprobación.

Como  tenía dinero, decidió probar suerte en la catedral Sé Nova que se encontraba muy próximo a la residencia episcopal. Aunque nadie le seguía, por si acaso decidió apresurarse.
Esta vez tuvo suerte y el cura, no solo le permitió que se quedase, sino que llamaría a un monasterio que estaba un poco más al sur para que no hubiera opción de que le encontrasen.
-¿Ha llegado Hector?
- No todavía no.
-Avíseme cuando lo haga, para poder recibirlo personalmente.
-Por supuesto, así lo haré.
Al rato de mantener el secretario con el obispo la conversación, entró en su habitación para telefonear.
-¿Alvaro?
-¿Sí?
-Soy el secretario del obispo, era para comunicarle que el párroco está aquí en Coimbra, como no lo he aceptado se ha marchado pero no sé adonde.
-De acuerdo.
Una vez que hubo colgado, Alvaro mandó a sus hombres que se preparasen, que se marchaban ahora mismo.

domingo, 22 de marzo de 2015

El Secuestro (II)

-Vamos a ver, que tal nos sale la reserva por e-mail, yo siempre he estado en contra, la verdad es que donde esté el teléfono que se quite el ordenador.- Dijo Tania, al ver que Verónica no continuaba.

Subiendo al autobús, por suerte pudieron no estar muy retiradas y una le podía decir a la otra que le llamaba la otra.
Después de dos horas más o menos, llegamos a Ronda,  por suerte el hotel Alavera de los Bancos estaba en perfectas condiciones, digo tuvimos, porque las casas había muchas que estaban abandonadas, muchas tenían grietas, o bien les faltaba el techo.
Entramos y nos registramos sin ningún problema. Preguntamos la dirección para ir a la iglesia de Santa María la Mayor.
Nos dirigíamos  allí cuando un coche casi atropella a Verónica y a mí; de repente paró al ver al párroco y dos hombres fornidos, los dos que habíamos visto en el autocar, el que había visto mi amiga Silvia, y el que había estado hablando por teléfono que tenía una barba muy larga y oscura, casi no tenía pelo salvo en la coronilla. El pobre hombre, un anciano de setenta años, muy escuálido, no podía luchar, así que, no puso resistencia. En cuanto se fueron, entramos al hotel y pedimos que llamaran a la policía.

El dueño del hotel dijo, que tenía muchas cosas que hacer y no podía estar perdiendo el tiempo en esas cosas.
Salimos a pasear a ver lo que teníamos en mente, cuando vimos a un agente de policía, le pedimos que nos acompañara a la comisaría para poder poner una denuncia, pero nos respondió que con la Semana Santa, tenía mucho trabajo y que tenía que hacer rondas.
Comenzó  anochecer cuando vimos el Tajo Jorge y el Puente Viejo. Después de hacernos varias fotografías, nos dirigíamos primero a la iglesia de Santa María la Mayor que era del siglo XIII, como bien nos había contado mi amiga Verónica en el autobús. Por suerte pudimos ver la fachada bastante bien, antes de que terminase de  anochecer. La luz nos permitió llegar al hotel porque casi no había anochecido.

Mientras sacaba el camisón de la maleta, escuché en la planta de arriba porque  donde estábamos nosotras era la segunda planta. Unas voces que parecía que estaban discutiendo.
-¿Qué es eso de que se ha escapado?
-Sí, eso mismo, en cuanto abrí la trampilla  para bajar por las escaleras para poder acceder a la puerta donde le teníamos encerrado, se encontraba vacía.
-Te quedas tan fresco, ¿eres imbécil o que? ¿Cómo se te ocurre dejar la puerta abierta para que se escapara? ¿La ayudaste? ¿Qué le vamos a decir al hombre que nos contrató? Di ¿qué? No vales para vigilar a nadie; seguro que te dejo a cargo de un niño y lo haces igual de mal o incluso peor, aunque dudo de que se pueda hacer peor, la verdad.

sábado, 21 de marzo de 2015

El Secuestro I

Mis amigas y yo estábamos esperando en la estación de Atocha, cuando colgaron un cartel en el Ave que por razones mecánicas no podía salir; nos fuimos a la  ventanilla; nos informaron de que teníamos dos opciones, o bien ir a la estación de Mendez Alvaro y coger un autocar por cortesía de la compañía o bien darnos otro billete para mañana. Preguntamos si estaba a tope. Nos contestó que sí y nos dirigimos a Mendez Alvaro. Cuando llegamos tuvimos suerte y para todas las diez hubo suficientes.

Mientras colocábamos las maletas en el maletero; mi amiga Silvia que tenía un oído muy fino, escuchó a un hombre tener una conversación por el móvil con otro hombre posiblemente de su misma edad, pues este tenía cuarenta  y dos años, que no sabía cuanto tardaría pero cuando llegase le volvería a llamar para poder empezar con  los preparativos del secuestro. Mi amiga, por temor de que se supiese que lo había escuchado se abstuvo de contarlo  hasta nuestro regreso.
En Ronda, empezó mi amiga Verónica, quería ir a esta Semana Santa porque según había leído es una de las localidades más espectaculares de España; circunstancia que le llevó a ser uno de los bastiones árabes; hasta su reconquista en 1485 por los reyes cristianos. Se asienta sobre un afloramiento rocoso calizo a ambos lados de un vertiginoso tajo de cien metros excavado en la roca por el río Gadelvín. Las casas asoman al desfiladero desde ambos lados del desfiladero.
El entramado urbano queda configurado con callejas empedradas y casas pulcramente encaladas y engalanadas con rojas flores, siguiendo el más puro estilo andaluz.
-Que ganas de ver el casco antiguo y el puente que has dicho anteriormente, ¿cómo se llamaba?- Dijo muy contenta y a la vez pensando para sí misma.- Sara con la melena castaña clara recién cortada.

Como iba diciendo, prosiguió Verónica, la iglesia de Santa María la Mayor de la antigua medina (del siglo VIII) de aquel primer moro se conserva el arco de Mirhab y un trozo decorado de la técnica de Alarique del muro en el que se encuentra. La iglesia la mandaron construir los Reyes Católicos en 1485, pero no se levantó hasta el siglo (XVIII)

jueves, 19 de marzo de 2015

No se esperaba tener un hijo de manera tan fácil

Cuando tenía dieciséis años, le gustaba coleccionar sellos, ahora que tenía treinta, no solo coleccionaba sellos, sino que además, quería tener un hijo; así que, se puso a buscar una mujer, pero nunca conseguía ninguna; primero pensó en poner un anuncio; desechándola  al instante, luego en adoptar; sin embargo le pareció muy frío; por desgracia, su hermana falleció junto con su esposo en un accidente de tráfico y así se convirtió en tutor; así pues, ya no tuvo más problemas, de como conseguir un hijo.

miércoles, 18 de marzo de 2015

Padre

Siempre se ha dicho que el hombre era el cabeza de familia; sin embargo aún hay gente que piensa que lo sigue siendo sino.
¿Por qué es fiesta el Día del Padre y no de la Madre?
Habrá gente que piense que aunque los tiempos han cambiado, el padre continúa pensando que es la figura más importante que la madre.
Pero deberíamos darnos cuenta que los dos son muy importantes,  porque los hijos necesitan a los dos por igual; aunque sea cierto que las mujeres tenemos más instinto maternal que los hombres.

Vosotros ¿qué pensáis?

¿Es bueno que los padres estén encima de los hijos?

¿Es bueno que los padres  estén tan encima de los hijos?  Es bueno cuando son pequeños, para aclarar diré que cuando tienen ocho años, sin embargo, a partir de los catorce no, porque son edades en que el "niño o la niña " tiene que empezar a pensar por sí mismo, de no hacerlo, lo único que pasará es que el niño no comenzará a tomar decisiones; como todo en la vida, unas veces acertará y otras no.

Por eso reitero que es necesario que el niño comience a esa edad a tomar decisiones, porque los padres le podrán ayudar bastante más que cuando sea una persona adulta; además que habrá veces que los padres no estén allí y tendrá que solucionarse él la vida.

Vosotros ¿que opináis?

martes, 17 de marzo de 2015

Un Nueva caña para mi padre

José Luis, jefe de Santiago, le pidió que le comprase una caña de pescar.
A las seis, se fue a comprar dos cañas de pescar, una para su jefe y otra para su padre, para el día Del Padre.
El Día del Padre, Santiago fue a las once de la mañana a casa de sus padres para invitarlos a comer; después de la comida le entregó la caña que era plegable. Cenó con ellos y su madre preparó el plato que tanto le gustaba a su padre; tortilla de patatas con pimientos verdes fritos.
A las doce se fue, aunque al día siguiente era un domingo normal, se acercó a casa de ellos, y probaron sus nueva cañas de pescar. Estuvo todo el día a solas con su padre.
El lunes.... Lo dejamos aquí, ya que es el Día del Padre no lo que hace o no hace Santiago o ni su padre

lunes, 16 de marzo de 2015

Una Sorpresa para mi hijo

Comenzaba a atardecer, cuando un hombre con un mono de trabajo fue en busca de su hijo a la salida de las clases de inglés, mientras esperaba, se fue al bar con un compañero del trabajo que encontró en la puerta de la pastelería. Estuvieron charlando hasta las seis.
A las seis esperó en la puerta de la academia porque salía a las siete;  nunca iba a recogerlo pero ese día al ser  día  Del padre, quería darle una sorpresa. Cuando salió su hijo vio a un compañero, su padre le permitió que fuese a jugar a las camas inchables con él. Cuando se cansó; comieron una pizza, se fueron a casa a esperar a su madre para comer el postre, porque sabían que llegaría tarde.
A las once comieron los pasteles que a ella le supo a gloria.
Le dejamos que duerman hasta el día siguiente

sábado, 14 de marzo de 2015

Recuerdo del primer cumple

Eduardo, de cuarenta años, se fue al Rastro a comprar juguetes para su hijo; en el puesto de juguetes antiguos. Le faltaba poco para llegar, un carterista se acercó a robarle la cartera; tuvo la suerte de que  otro hombre viniese y le metiese una puñalada en el estomago; todo el mundo se disperso.
A la media hora vino la policía, acordonó la zona e interrogó a los testigos.
Eduardo, decidido a comprar un regalo, se contentó con ir a una jugueteria para adquirir un muñeco de Bob Esponja; a la salida, fue a la pastelería a por una tarta de chocolate.
Luego fue a su casa y le preparó una fiesta sorpresa para su hijo de cuatro años.
A las cinco vinieron todos los invitados y el payaso. A las nueve termina.
El día 19 celebran el día del padre yendo al zoo, que es el lugar preferido de Eduardo, porque siempre le  ha gustado los animales.
Ahora que Arturo ha crecido, se acuerda de la primera fiesta de cumple y su primer día del padre como un niño "ya mayor".
Por lo tanto, dejamos que Artuto tenga esposa e hijos para que él también pueda disfrutar de ser la persona homenajeada.

El Primer aniversario

El miércoles 19 a las once y media, el padre de Enrique se dirigió a ver a un amigo para intentar quitarle de la cabeza que tomase esponsales con una almohadón que tenía la imagen de Madona.

A las dos de la tarde, celebró su primer aniversario con su esposa que estaba embarazada de nueve meses de su primer hijo.
A las nueve se estaban preparando para ir a cenar a un restaurante cuando rápidamente se tuvieron que ir al hospital. Al rato, su esposa daba a luz.
Así fue como su primer  aniversario, fue el mejor regalo que se les podía hacer

jueves, 12 de marzo de 2015

El Zar Guisantito

El Zar Guisantito, acababa de derrotar al enemigo, así pues, tomó a una de las esclavas para que le diese descendencia, pero ella no se quedaba.
Así pues, la encerró y tomo a la hija más bella de una campesina. Ella le dio veinte hijos, pero uno solo valía para reinar.
Cuando el padre murió, como no quería ser rey, abandonó el reino, se casó y tuvo muchos hijos, a los que permitió  ocupara el trono.
Así pues, el reino tuvo un Zar guisante, y a la vez tuvo muchos hijos, siendo un padre cariñoso y atento. Así termina nuestra historia

miércoles, 11 de marzo de 2015

El zar Guisantito

Había un rey que lo que más le gustaba eran los niños, no para comérselos, como decían las malas lenguas; sino que, quería ser padre; pero parecía que nunca iba a llegar; todas las mujeres que tenía, no le daban ningún hijo.
A los dos años, conoció a una mujer que no era noble en una fiesta, se enamoró de sus dorados cabellos, su tez de marfil y sus ojos esmeraldas.
A los pocos días de casarse,  su recién esposa,  se quedó embarazada. A los nueve meses, dio a luz a una saludable niña. Cuando creció, se casó en la misma fecha que sus padres con un apuesto conde y tuvieron muchos hijos; el rey siempre fue siempre muy dichoso porque estaba siempre rodeado de niños.

Así termina nuestra historia madrileña, comenzó en el palacio de la Zarzuela y allí continúa, esperando que prosiga la historia

martes, 10 de marzo de 2015

Cansado de que su hijo sea un completo vago

Un ejecutivo de cuarenta años, está cansado de que su hijo sea un completo vago. Decidido a cambiarlo, opta por llevarle a un psicólogo; pero no le da resultado. Él habla con una amiga para que convezca a su hijo de que estudie. Viendo los resultados, comienza a salir con ella y él se casa con ella, el día 19 de marzo, a las doce de la mañana; porque siempre se ha sentido atraído por ella.

lunes, 9 de marzo de 2015

La Guardería casera

Marcos, un chico de dieciséis años; castaño, con orejas grandes; todo hay que decirlo, un cacho de pan, hacía de padre de su hermano pequeño de dos años. Cuando sus padres salían, no le importaba, porque le encantaba contarle cuentos para dormir o jugar con el coche patrulla.
A los dieciocho, salió con una chica, a los dos años se casaron.
Al año tuvieron un hijo; fueron los padres más maravillosos que un niño puede tener.
Así fue, como poco a poco montaron una guardería y aún continua, la Guardería casera, donde los trabajadores son padres, dan comidas caseras y cuentan nanas

El día de la mujer trabajadora

Era el día 8  a las ocho de la tarde, cuando Marta, una auxiliar de vuelo, fue a un bar a escuchar jazz en vivo. La dueña invitó a las mujeres trabajadoras a una ronda gratis de pintas. En los descansos, Marta, introdujo una moneda en la máquina de música que parecía de los años cuarenta.

A las once para celebrarlo el día de la mujer trabajadora se fue a California, en un vuelo.

Al día siguiente regresó a España y como siempre tuvo mucho más vuelos, hasta que llegase las vacaciones.

De todas las maneras Marta, igual que todas las mujeres se alegra de poder celebrar el día de la mujer.

sábado, 7 de marzo de 2015

Si vendes el gallo, tendrás un hijo

Un matrimonio campesino, le regalaron por su enlace matrimonial un gallo; lo habían intentado muchas veces pero su esposa, nuca se quedaba embarazada.
Un día, un granjero que estaba de paso le comentó que relataba una leyenda que si vendes un gallo, tienes un hijo, eso si no eres granjero. Aunque no creían en esas cosas, decidieron probar, le dio las gracias y una vez que hubo vendido todos los pimientos y lo demás se marchó.

En el siguiente mercado el campesino vendió el gallo aparte de su mercancía.
A los dos años se quedó embarazada, tuvieron un hijo y esta vez compraron dos gallinas y gallos, ampliando así el negocio y vendían los huevos.
Cuando el niño creció se fue de la ciudad; así ella vivió su vida en la ciudad, sus padres, permanecieron en el campo.
Así vivieron cada uno en el sitio que le gustaba felices para siempre

viernes, 6 de marzo de 2015

Loco por ser padre

Javier un hombre rubio con ojos marrones, de uno ochenta, como hombre rico y de éxito, lo tenía todo; es decir, había salido con mujeres atractivas y las que no lo eran, sus notas eran sobresalientes o como muy bajas notables, los negocios le marchaban excelentemente.
Hasta ahora, nunca quería hablar de niños y menos de paternidad. Su última novia le habló de tener un hijo, lo rumió y aceptó pero ella no llegó a buen término y rompió con él porque le recordaba su embarazo.

Cuando superó ambas cosas comenzó a salir con mujeres y acostándose con ellas. Poco a poco, surgió el anhelo de tener un hijo. Por lo tanto pensó en adoptar. Antes decidió comprar un muñeco que lloraba y tenías que cambiarles los pañales; se encaminó a la juguetería; allí conoció a una mujer muy atractiva; así que desechó la idea de comprar uno; la invitó a salir, se fue a vivir con él. Al no quedarse embarazada la mató.

Así pues, retomó la idea de comprarse un muñeco, conoció a otra, se quedó embarazada pero durante el embarazo abortó. Cuando superó el aborto la asesinó mientras dormía.

Decidió comprarse un perro y una perra, pero no se hacía a la idea. Los alimentaba bien y los quería mucho,  alimentó a los perros y a ellos.
Un día mientras los paseaba , conoció a una mujer de treinta años, tenía la misma edad y era muy atractiva.

Se fueron a vivir juntos; se quedó embarazada. A los nueve meses tuvieron un hijo; cuando empezó a hacerse la idea de ser padre, a los poco días  murió.
Como no quería rememorar la pérdida, la ahogó en la bañera.
Esta vez decidió adoptar a un niño. Cuando adoptó al niño, a los pocos días, conoció a una mujer, tuvieron un hijo y esta vez creció; teniendo otro niño y al año una niña.

Ahora viven los seis con una tranquilidad excepcional

jueves, 5 de marzo de 2015

Envidia

Un matrimonio granjero habían intentado tener hijos; pero su mujer nunca se quedaba; entonces optaron por adoptar.
A los cuatro años se quedó embarazada. A los pocos días de dar a luz , Santiago asesinó a su hermanito por celos, porque siempre le hacían más caso que a él.
Durante varios años, lloraron por la pérdida que no quisieron por tener hijos.
A los cuatro años tuvieron otro,  cuando el niño tenía un año, Santiago lo asesinó,  sus padres lo encontraron  en el cuarto de juegos. Extrañados lloraron su pérdida; sin embargo, esta vez, esperaron, a los nueve meses, pusieron una cuna un muñeco. Santiago, no hizo nada. Relajados, fueron a por otro. De nuevo a los dos años sucedió la misma desgracia.
Los padres cavilando la situación, le internaron en un psiquiátrico,  pudiendo tener hijos, sin ningún problema

miércoles, 4 de marzo de 2015

Mi hijo no me habla ¿Por qué

Un padre a sus cincuenta años, intenta recuperar a su hijo, para ello, le ha llamado varias veces, pero él no le devuelve las llamadas o le coge el teléfono.
Un día, en un rastrillo encuentra un cubo que tiene incrustaciones de oro y marfil; lo adquiere bastante caro; se lo lleva a casa; para darle una sorpresa, compra un ramo de rosas para su esposa.
Cual es su sorpresa, cuando va a llenar el cubo para introducirlas cuando el cubo, le pregunta que si quiere puede volver atrás, cuando su hijo era pequeño. Decidido a saber que fue lo que ocurrió, retrocede en el tiempo cuando su hijo tenía ocho años. Se dio cuenta de que había sido muy duro con él. Como no sabía lo que pasaría si podría arreglar su relación con su hijo de adulto; decidió que lo mejor sería tenerle a sus ocho años; apoyarle y ser cariñoso.
Así pues cuando crecieron tuvieron una relación muy estrecha y ésta vez no se arrepintió

martes, 3 de marzo de 2015

En una cabaña en el espeso bosque, rondaba unos lobos; para colmo, ella estaba sola, con su hijo recién nacido. Su esposo, un hombre fornido, estaba cortando leña junto a otros  leñadores y además estaría vendiendo leña.
El leñador levantó la vista del hacha, al ver que se acercaba una jauría de lobos y que iban derecho a su casa; fue corriendo con el hacha,  tuvo la suerte de que uno estaba desprevenido; le mató con un hachazo; cogió la escopeta que le gustaba que estuviese siempre cargada. Disparó y mató a todos los lobos.

Así salvó la vida de su familia; pudo utilizar la carne y la piel, pasando ese y otros muchos felices

lunes, 2 de marzo de 2015

No me quitéis a mi amigo

Había un jornalero que lo que más anhelaba era tener un hijo para poder darle todo el cariño que él desde su más tierna infancia nunca le habían dado.
El día que su esposa le comunicó la feliz noticia de que estaba embarazada, invitó a todo el mundo a una ronda de vino.
A los nueve meses, cuando la mujer del jornalero dio a luz a un niño robusto, el granjero le regaló un ternero.
Al año, el niño se hizo mayor; al ver que iban a matar a su amigo, el padre se acordó del regalo que le hizo por su nacimiento y no lo mató.
Sin embargo, cuando el niño no estaba delante lo mató y su esposa, lo sirvió de cena. La madre se apiadó de él, comprándole un perro; así el niño no se quedó solo.
Así todos estuvieron tan contentos, los padres comieron el sabroso ternero y el niño tuvo un amigo

Manolo y Clarinda abuelos

Una noche de verano de 1920, con aire fresco que entraba por la puerta de la casa; Ricardo, que era el hijo pequeño de Manolo y Clarinda, les comunicó que iban a ser abuelos. Manolo, fue a la cocina a descorchar una botella de sidra, para celebrarlo ya que sería el primero.
A los nueve meses, Sara, dio a luz a una niña llamada Julia. Al mes de nacer, vendieron la casa y se mudaron a Madrid; consiguieron un local a buen precio y abrieron una joyería. A los pocos meses, fue tan fructífero que emplearon a más gente.
Cuando creció Julia, se hizo cargo del negocio, ampliándolo también a bolsos y zapateria; lo llevó también que amasó una fortuna.
Al año se casó y doblaron la fortuna; compraron un piso en la calle Fortuna y lo pusieron de alquiler.

A los dos años tuvieron una hija y al año un hijo. Les fue también el negocio que no necesitaron trabajar nunca. Porque, cada vez que pasaban de dueño; el negocio iba a mejor y se ampliaba.

Así pues, lo dejamos ya aquí, porque sería la historia de no terminar nunca