viernes, 9 de junio de 2017

¿Cómo ha sido?

A las diez de la noche, la joven de dieciocho años, regresaba a casa con unas plataforma y con un vestido ajustado de tirantes, que veraneaba en el pueblo italiano de Dolciquea, en un pueblo italiano en el noroeste; giró en la tercera calle mal iluminada. De frente se encontró con un túnel abovedado de piedra tan grande como para que cupiese cinco personas y no se molestasen unos a otros. Intentando no resbalarse por el empedrado suelo que estaba húmedo y silencioso. Escuchó unos horribles gritos y súplicas, al acercarse más, se percató de que un hombre alto, de anchas espaldas, estaba a punto de apretar el gatillo. Vigilante y al acecho como un animal acorralado, regresó bajo sus pasos hasta la esquina del túnel. Se tapó los oídos y cerró los ojos. El asesino, se llevó la pistola y arrastró el cadáver hasta la casa de piedra que estaba en el lado izquierdo que parecía que tenía dos plantas. La ventana de arriba con rejas en forma vertical y horizontal. Un poco más abajo un pequeño tejadillo y abajo la puerta de madera. Abrió la puerta con la llave de hierro, empujó la puerta, dejó el cuerpo y cerró la puerta sin llave y salió corriendo. Veinte años después en el renombrado buffete de abogados en el cual trabajaba Michaela como abogada desde que se licenció, le llegó un dibujo de una cruz y un hombre descuartizado. Al llegar a su casa, ella habló con su marido, con los contactos de su marido, para no dejar rastros,o al menos lo menos posible, mandaron a su hijo como Erasmus a España. Al aterrizar el avión, sintió que alguien le observaba, pero no le dio importancia, porque estaba rodeado de gente. Al rato de dejar el aeropuerto de Valencia, Fernando de dieciocho años, tomó el autobús público por primera vez, junto con su compañero. Al entrar en la residencia, el chico con el que había hablado, le mandaron a otra habitación. Fernando le dieron otra. Abrió la puerta, dejó la ropa en el armario pequeño de contrachapado blanco; se cambió de ropa, por unos vaqueros negros y un polo azul para salir de marcha.

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