miércoles, 22 de octubre de 2014

LOS ASESINATOS IV

 De repente en casa de Julia se oye un grito y alguien que pide socorro.
Socorro
Todos suben las carreras hacia donde piensan que han escuchado la voz.
-Marisa: a Marcelo y a Carlos ¿Escucháis algo?
-Carlos: estoy intentando escuchar. No todo está en silencio. Creo que oigo algo pero no se donde.
-Marisa: yo creo que nos debemos de ir. Esperad. Haciendo amago de oír ¿de donde proceden las voces?
-Carlos: creo que es en el antiguo piso de mi suegra. Dejadme escuchar. (Poniendo la oreja para escuchar). No escucho nada. Iré de todas formas.

Cae el telón

Segundo acto
Salón, un sillón, las cortinas cerradas, libros y estanterías tiradas y no hay nadie.

-          Carlos: ¡que raro no hay nadie en casa!
-Marcelo: sino está aquí mi querida Julia ¿Dónde estará?
- Marisa: no lo sé; lo sentimos mucho pero tenemos que irnos.
- Carlos: si vamos al cine.
- Marcelo: no os preocupéis entiendo que tengáis vuestra vida, os agradezco que me halláis intentado ayudar. Hasta luego y que disfrutéis que hace mucho que no salís.
-  Carlos: gracias por entenderlo y adiós. (Da la espalda a Marisa y a Marcelo)
-Marisa: gracias por entenderlo y adiós. (Da la espalda a Marcelo y abre la puerta igual que Carlos)
- Marcelo: He matado a la imbécil de mi suegra, y la pelota de mi novia, tengo que terminar la  faena con los pesados de los vecinos de al lado. Tengo que hacer algo especial para ellos, porque al fin y al cabo soy un artista. ¡En fin! Me iré a dar un paseo para ver que obra de arte se me ocurre. (Habla consigo mismo en alto pero dirigiéndose al público).


Según sale de la casa de Julia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario