martes, 14 de febrero de 2017

Solo un paseo

Las hamidríadas, eran unas mujeres, para los hombres; para los druidas, eran unas hadas de la naturaleza. Uno de los hombres solicitó a uno de los druidas que convirtiese a una hamidríada en mujer. Uno de ellos, sabiendo la necesidad que tenía de alguien que cuidase de sus dos hijas, convirtió a Adríada, en una mujer de cabellos de oro, y piel tan blanca, como la leche. Él que siempre había sido huraño y ermitaño, desde la muerte de su esposa, fue cariñoso, atento y muy sociable. Adríada, le besó en los labios y juntos, vivieron para siempre.Gracias a los druidas y pasear solo por el bosque

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