Al día siguiente relató la historia del palacio estando en las
escaleras que nos conduciría a la entrada.
-Sino recuerdo mal porque mi padre me lo contó
cuando era muy pequeño empieza así:
El palacio era de 1590, un matrimonio de jóvenes condes, se murieron
sin descendencia, sin embargo, pasó a manos de unos primos, estos primos si que
tuvieron hijos, en 1790 volvió a quedar
sin descendencia un matrimonio o al menos es lo que sedice, pero en este caso
no solo no eran jóvenes cuando murieron si no que el palacio quedó deshabitado.
Al poco tiempo, lo adquirió un matrimonio de mediana edad como regalo de bodas
para su hijo. Su hijo se casó con una bella y rica heredera. Tuvieron dos hijos
una mujer y un hombre. Se cuenta que el hijo se enamoró de una joven y bella
criada; sus padres se negaron y le obligaron a casarse con una de las hijas de sus amigos. El
joven, derrotado, cogió un caballo y se perdió en el bosque y nunca más se supo
de él. En 1930 volvieron a comprar un matrimonio recién casado que
venían de Argentina , se hizo rico con una serie de negocios,tuvieron varios hijos, pero
solo uno sobrevibió, debió ser el más fuerte , porque la enfermedad mató todos sus
hermanos menos a él.
Me había olvidado contarles , otra historia, que
también me parece bastante importante.
Vivió una mujer llamada lady Dorothy Walpole, que
se unió en matrimonio con Charles Townshend, como muchos matrimonios fue de
conveniencia, ya que tenía fama de violento y de mujeriego. Cuenta la leyenda
que esta mujer le fue infiel a su esposo, porque su esposo tenía tan mal
temperamento y era un mujeriego; un día
uno de los amigos de su esposo, la incitó para que pasara una noche en su cama.
Cuando se enteró de que le había sido infiel, la encerró en su cuarto y nunca
más la dejó salir ni para ver a sus hijos ni a nadie, siempre fue prisionera en
su habitación. Tras varios años de encierro, murió en 1926; desde ese día su
fantasma porta un vestido café, vaga por
toda la casa en busca de sus hijos que nunca más los volvió a ver.
A su amigo, le dejó de hablar, y empezó a hablar
mal de él en el círculo de amigos, eso hizo que sus amigos y todo el mundo le
dejaran de hablar, preguntaron por su mujer, pero les respondió que estaba
encerrada en un psiquiátrico, porque se había vuelto loca.
-Lo que no entendemos que tiene que ver eso con
esta casa.
- Es muy sencillo, cuando murió vinieron nuevos
inquilinos, eran jóvenes como ustedes, con hijos muy pequeños, diría yo, el
caso, es que al poco tiempo, la pusieron en venta.
- ¿Qué pasó con este joven matrimonio y con sus
hijos?- Preguntó Diego intrigado.
De repente escucharon unas voces, de hombres y
gritos de terror de un hombre.
-
No por favor suelténme, hablaré lo juro.
-Deberíamos ir a ver de donde proceden esas voces-
Dijo Diego.
Según van llegando a las mazmorras, empiezan a
dislumbrar las espaldas de unos soldados, que están a punto de rasgarle la
ropa, para darle latigazos.
- No por favor, no fui yo.
-¡Que horror!
- Como continuén la piel la va a tener tiras.-
Dijo Sara, asqueada y tapándose en el pecho de su marido.
-¿Cómo pudieron ver esto y mantenerse tranquilos?-
Preguntó Henry
-Tal vez, porque pensaban que lo mejor sería
estarse quieto, por lo que pudiera pasar.-Respondió Jeremy. ¿Por donde iba? A
ya se…
- Será mejor que lo llevemos al potro.
Abrieron la puerta de la cárcel, le pusieron los
grilletes, tenía la piel llena de cortes con los latigazos que le sangraban,
según iban pasando dejaba una hilera de sangre a su paso.Le arrastraron entre
dos soldados a la sala de torturas, porque casi no se mantenía en pie.
-Hablaré lo juro.
-Empieza, o si no te colocaremos en el potro hasta que hables.
Igual que había venido la visión desapareció,
Diego y Sara respiraron tranquilos.
-La verdad es que no lo se, perdonen, pero mi
horario ha terminado, si lo desean, mañana a las diez de la mañana les preparo
el contrato de venta, aquí tienen la dirección y mi nombre.
-¡Que morro!, no les contesta.
-Si no lo sabe no puede contestarle- Respondió
Jeremy
-O no quiere.- Saltó Lois
-Da lo mismo, lo único que importa es que se
despidió de ellos. El caso…
- Hasta mañana a las diez.- Dijo Diego estrechando
la mano al vendedor.
-La verdad, me parece un palacio maravilloso, pero
lo cierto es que deberíamos irnos porque parece que está anocheciendo.- Dijo
Sara.
- Ah,
por cierto se me olvidaba
decirles que si miran a la derecha fuera del palacio, verán un bosque es un sitio muy bonito, mañana
pueden ir a pasear, es una parte de la sierra, tiene grandes cataratas; hay que
tener cuidado con las cuevas porque hay muchas que son profundas y otras están
tan incrustadas en la roca que si no eres un buen escalador no puedes subir.
Les recomiendo que en lugar de ir en coche, vayan de otra manera.
-¿Qué es eso?- Dijo Diego.
- ¿El que?-Preguntó Sara.
- ¿No lo veis?- Dijo Sara poniéndose delante de su
marido.
-Ver ¿el que?- Preguntó Diego
- El hombre de la cárcel otra vez está ahí, pero
lo mejor o peor de todo, es que está con ropa, hay una mujer joven con el pelo
recogido, de la misma edad que él, tiene pinta de que es una campesina porque
tiene la piel curtida, está suplicando, mientras agarra de la chaqueta de unos
soldados suplicando clemencia, pero ellos lo ignoran, le quitan la camisa, le
cuelgan boca abajo para azotarle con un látigo que tiene pinchos, para
clavárselos en el pecho hasta que hable.
Lo he leído en alguna revista de historia creo. – Dijo Sara muy nerviosa y
asombrada a la vez.
- ¿De verdad ocurrió o te lo estás inventando todo
para asustarnos?- Preguntó John aterrorizado.
-Según lo que me contó mi hermana, es cierto, si
ella o la persona que se lo relató lo hizo, no lo sé.- Respondió Jeremy.
-Yo no veo nada, dijo el agente inmobiliario.
-Tampoco yo, respondió Diego, un poco extrañado,
por lo que acababa de oír.
En ese momento, cuando Diego por si acaso, fue a
ver por uno de los cristales de la casa, la visión de su mujer desapareció.
- Muchas gracias, cogeremos su consejo y nos
iremos a ver esta parte de Lake Districk.-
Le dijo esto Sara- mientras le estrechaba la mano.
- De nada, a sido un placer, además si piensan
comprar este palacio, deben conocer todos los rincones del pueblo.- Le
respondió mientras le estrechaba la mano.
Continuará......
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