viernes, 16 de septiembre de 2016

Totalmente trastornado (II)

La madre, al escuchar la desoladora situación de su hijo, intentó ayudarle con dinero, para levantar sus negocios. Aceptó el dinero de su madre; fracasando de nuevo a los seis meses.
La madre, al ver que la situación no mejoraba, comenzó a perder la memoria. Su hijo, un luchador innato, hasta ahora, no se cambiaba de ropa; no se afeitaba, no se duchaba.
Uno de los antiguos socios de su padre, le llamó para comunicarle que habían decidido que dirigiese la empresa. Ella al escuchar las palabras, retomó su vida. Evelyn regresó a casa. Como la anterior vez.

Al año, la empresa se fue a pique, su esposa, definitivamente se divorció de él. De nuevo, mandó curriculum. Aceptó el trabajo, con un sueldo inferior a lo que estaba acostumbrado.
La madre empeoró, al observar como el castillo de naipes se destruía, sin ninguna posibilidad de salvarlo. Esto conllevó a la pérdida de memoria. Ahora que tenía que trabajar no se podía permitir el tiempo, de buscar a una trabajadora para que cuidase de su madre. Sin consultarla, la ingresó en una residencia para gente con Alhzeimer.
A las dos semanas, su madre, comenzó a empeorar. Jake al contemplar la situación, comenzó a seguir a los trabajadores. Como sabía donde vivía la recepcionista, las entradas y las salidas del trabajo; en el descanso del trabajo; se acercó a su casa y la incendió.

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