Satisfecho con su obra se marchó a la compra. Allí una de las amigas de ella le reconoció. Con Elisa, siempre le había caído mal y encima otra vez la volvió a ver. Parta terminar con el problema decidió planear alguna manera de quitarse el problema de encima. Por suerte para él, estaba soltera. Rápidamente decidió que pincharía las ruedas, antes de hacer la compra, para evitar que se marchase y le tiraría el móvil al suelo.
Jake pasó por el pasillo donde ella estaba; aprovechando el descuido enredó el asa del bolso a su carro y siguió con el carrito; enseguida se cayó el bolso abierto; el móvil por suerte se rompió. Para ser amable, recogió todo lo que se había caído; salvo las llaves, el dni y la tarjeta de crédito. Ella a regañadientes no le quedó más remedio que le pagase la compra y aceptar que le llevase en coche.
Esta vez, pasó por el mirador que estaba solitario próximo a la calle de ella. Allí la violó; le cortó el sujetador, los pezones y un mechón. No contento con esto, mientras terminaba de correrse, le cortó el cuello y le cerró los ojos. Luego la enterró con los pezones en la mano izquierda y cerrada ésta.
Al mes, conoció en la residencia de su madre a una mujer de treinta años que era una voluntaria que ayudaba a sacar a pasear a las personas mayores.
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