En el aeropuerto, negaron el haberla visto, de todas las maneras, miraron en el registro,por si acaso,pero nadie con ese nombre había tomado un avión hacía dos días ni tampoco hoy.
En la estación de tren, sucedió lo mismo, como último recurso, se dirigieron a la estación de autocares. En este caso, la mujer había recogido el autobús para Asturias, hacía escasamente media hora.
Pusieron sobre aviso a la policía asturiana, pero allí, no apareció, optaron por poner en conocimiento a toda la policía española y extranjera. No dando ningún fruto.
Continuará....
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