viernes, 2 de diciembre de 2016

El Reloj del ayuntamiento (XIII

A los pocos meses un hombre que compraba en la lonja, acordándose de la fotografía de que se la buscaba, una vez adquirida la compra, se fue a la policía, que había visto hace una semana, hablando con una mujer de treinta años y dándole un maletín de piel de cocodrilo en un yate. También comentaron de que había que sobornar a la policía marítima y la costera, para que miraran para otro lado, porque dentro de dos semanas traían un cargamento; la primera entrega sería en el yate y en la segunda en el hotel; Miramar, en la habitación doscientas treinta y dos. El nombre que tendrían que dar sería Leonor y para los clientes sería una abogada que esperaba a su marido, que también estaba revolviendo algunos negocios de última hora.

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