sábado, 27 de abril de 2013

La gran depresión (XIII)


Pocos minutos después llegó la policía y encontró a Martín sollozando y sentado en la cocina de don Clemente mientras sostenía una carta en la que el verdadero asesino había escrito.
Feliz Halloween
Un forense determinó que el viejo llevaba varias horas muerto y no pudo ser quien entregó los dulces envenenados a los pequeños. Esa noche fallecieron cuatro niños y varios más sufrieron cortes y pinchazos en sus bocas al comer chocolatinas y manzanas.

-No me extraña, que se te quedara grabado, el ver en el vecindario  en el que estabas a todos esos niños así, a mí me hubiera pasado lo mismo.- Dijo Fergusson.
- Eso no lo vi, eso me lo contó un vecino, al día siguiente después de Halloween todavía asustado. La siguiente historia lo viví  realmente.
 Esta historia se llama
La mejor decoración de Halloween
Sara y Cathy eran las típicas vecinas envidiosas que no se soportaban la una a la otra. Detrás de la falsa cordialidad y amabilidad que demostraban cuando estaban juntas, existía un profundo rencor de envidia que ninguna de las dos dudaba en mostrar cuando la otra se daba la vuelta.
Rumores, acusaciones e incluso algún que otro arañazo en la chapa de sus coches o una rueda pinchada eran habituales. No en vano se conocía desde el instituto y el amor de un chico ya las había convertido en enemigas desde entonces.
A pesar de que habían pasado muchos años y de que ambas les había ido muy bien en la vida, ambas estaban casadas, residían en el barrio residencial más caro de la ciudad y gozaban de todo tipo de lujos su rencor no hacía más que crecer y aprovechaban cualquier excusa para competir en una ridícula carrera por ver cual era la mejor y si era posible ridiculizar a la otra. Este año no iba a ser la excepción, ya que en el barrio se celebraba un concurso por Halloween para ver quien llevaba el mejor disfraz y que casa había sido la mejor decorada.
Tanto Sara como Cathy confiaban en que ganarían ambos concursos. Sara había contratado a unos diseñadores de ropa famosa para que le creara el disfraz de vampiresa más espectacular y sexy que jamás se había visto, incluso le habían confeccionado una prótesis dental a medida para simular sus colmillos. El resultado era digno de super producción de Hollywood.
Por su parte, Cathy llevaba un disfraz de bruja espectacular, no resaltaba su belleza como Sara pero era mucho más aterrador y llevaba varios trucos de magia para asustar a los más valientes.
En cuanto a decoración, ambas habían tirado la casa por la ventana y habían gastado miles de euros en iluminación, telarañas falsas, máquinas de humo seco, las más espectaculares calabazas talladas a mano y muñecas a tamaño real de todo tipo de monstruos.
Antes de comenzar los concursos  ambas se dedicaron una mirada mezcla de odio y de burla, pensando con que la otra no tenía ninguna opción de ganar, ya que cada una guardaba un as en la manga para ganar el primer premio.


Cotinuará.....

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