La inmobiliaria Jazmín, siempre había sido, una empresa familiar. Durante un tiempo, la empresa creció a un ritmo vigoroso. Se hizo rico y pudo comprarse una casa en el barrio de Salamanca y mandar a sus hijos a buenos colegios.
Con la época de la crisis, todo cambió, pero para mal. El nivel de trabajó disminuyó; teniendo que comenzar a despedir a gente. Se le ocurrió un plan que no podría fallar. Obligó a todos sus empleados a que comprasen pisos. La gente, de inmediato, se animó a comprar y alquilar pisos; los trabajadores regresaron al trabajo. Los que habían comprado pisos, siguieron trabajando y ahora con pisos más grandes
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