jueves, 10 de agosto de 2017

Cuando se pusieron en camino esa misma noche, unos soldados las interceptaron. El soldado, que pensaba que tenía todo bajo control, se marchó hacer la ronda. Entonces aprovecharon para escapar. Las cuatro mujeres al dejar atrás la capital de España, decidieron de momento ir a Chinchón donde esperaban obtener refugio. Después de pedir cobijo y de entrar en la habitación, las criadas, sacaron de las alforjas el queso, chorizo, el pan. Después de cenar se durmieron en los jergones que les habían dispuesto.

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