viernes, 25 de marzo de 2016

Las Farolas (IV)

Según conducía, un esqueleto con una guadaña rompió el cristal y mató al hombre. El vigilante de seguridad, contactó con la policía; tardando bastante en llegar o al menos a él le pareció.
Los policías, echaron una hojeada antes de avisar a sus compañeros; como no encontraron ninguna anomalía se fueron. Hablaron por radio para comunicar que había sido una falsa alarma.
El hombre meditó donde podría actuar esta vez sin que le descubriesen. Se acordó de lo fácil que había sido en el metro; si, ahora se acordaba, había sido a las once de la noche en Marqués de Vadillo. Regresó a su casa a relajarse y preparar todo, para el siguiente asalto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario