lunes, 14 de agosto de 2017

Al llegar allí, buscó los barcos de su marido. Al no encontrarlos, decidieron robar otro. Cuando ya estaban a punto de obtener uno; un marinero dio la voz de alarma. Los soldados enseguida llegaron y las llevaron a las cárceles de mujeres. Con un soldado delante y otro detrás cerrando filas, llegaron a la cárcel. Dieron parte al soldado que vigilaba para que les permitiese la entrada.

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