La Princesa Bailarina, era una niña rubia con los ojos azules de cuatro años. Cuando hacía un regalo mágico, vestía un tutu rosa y en el pelo unas margaritas.
Los días que podía cumplir un deseo son tres: el Día de la Madre, cumpleaños, Navidad. Solamente el día de la madre, podía tener un regalo una persona adulta.
El día de la madre, ella la regaló un inolvidable día para los tres,. Primero un paseo en carruaje,luego un paseo en barco, a continuación una comida en el hotel Ritz y la cena en el restaurante que tanto anhelaba.
Como es de suponer, en este caso, ella no desapareció, sino que vistió unos vaqueros y una sencilla camiseta de tirantes con una margarita en el centro y el fondo rosa.
Al final del día madre e hija suspiraron, su padre más tranquilo se resignó. Sólo la quedó a la Princesa Bailarina para estar activa en que alguien pronunciase Princesa Bailarina, Princesa Bailarina....
Ahora las dejaremos que descansen, sobre todo a la Princesa Bailarina para que tenga fuerzas.
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