viernes, 3 de junio de 2016

Pobre tendero / pobre mujer

En la tienda del número 9, monsieur Moustche, esperaba que su cliente de la primera hora, entrase por la puerta ¿quién era? Mingo Domingo, un niño de nueve años, que era moreno y rellenito, que estaba a dos calles, no es que residiese allí, no, es que se escapaba para comprar golosinas.
A las dos de la tarde, el tendero extrañado, esperó a las cuatro. Una mujer alta y bastante ancha, cogió el móvil para hablar; teniendo que regresar a pagar la cuenta.
-¿Cómo que mi hijo no ha asistido al colegio? ¡si yo misma lo he llevado!
Dejó la cesta donde estaban colocadas las demás; marchándose en el acto.
Al día siguiente, la mujer identificó el cadáver de su hijo; no se lo podía creer, su hijo, con múltiples heridas, su hijo, ¿cómo podía estar ahí?
La policía le aseguró que cogerían al asesino o asesinos de su hijo.
A las tres semanas detuvieron al asesino. Un hombre con una frente tan ancha como un melón y poco pelo, medía dos metros, con barba rojiza y con una horrible camisa hawaina.

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