lunes, 11 de enero de 2016

El Espejo que todo lo ve (fin)

Como el espejo le había dicho, le pidió salir. La relación no cuajó, pero al menos, esa semana, había podido hablar con alguien, porque se sentía muy solo.
El resto de la semana, no se pronunció, meditándolo se dio cuenta de que era una somera tontería, que eran casualidades.
A las dos semanas, le predijo que iba a conocer a una mujer rubia y que se iba a casar.
Al mes, nuestro don juan moderno se casó y vivió feliz.
Se me había olvidado antes de dar por finalizado esta historia que, un hombre se lo compró pero no obtuvo ninguna predicción y se lo devolvió, le pidió que le devolviese el dinero, pero él se negó, porque al fin y al cabo, el espejo, estaba en perfecto estado; le había advertido que, si quería comprarlo que lo hiciese, pero que no le diría nada, porque no estaba escogido.
Así pues, el cliente, decepcionado, se quedó sin dinero y sin espejo.Además de ninguna predicción. El pobre hombre, perdió todos sus ahorros, todo por no hacer caso al dueño de la tienda de antigüedades

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