miércoles, 20 de mayo de 2015

El cazador y la campesina

Como historiador he leído de todo, desde que me licencié en junio del 2010. Pero la que más me gustó, siempre que puedo la relato a mis alumnos de primer curso es la siguiente:
era una tarde de 1600, cuando un cazador vio un jabalí en el monte de Navas del Rey, disparó pero no le alcanzó, le intentó seguir, pero le perdió de vista, porque se fijó en una joven y atractiva campesina enamorándose en el acto.
Comenzó a nevar, como no caía con mucha fuerza, siguieron andando; enseguida empezó una niebla; según iban andando se hizo más espesa la niebla; intentaron buscar un sitio para guarecerse, pero no consiguieron ver nada, siguieron andando hasta que se despistaron.
A los dos días, realizaron la búsqueda, porque una carreta; hacía dos días, había observado a un joven cazador y a una campesina cerca de un roble; decidieron buscar una cabaña de un leñador que estaba abandonada; luego, optaron por ir a la iglesia que tenía un cementerio, que se utilizaba para las romerías y cerca de un pantano. Pensaron que era el mejor sitio para estar. Fueron hasta allí, pero tampoco; después al pantano, encontrándolos durmiendo; cuando los intentaron despertar, aún estaban con vida; presentaba un gran mordisco de dos lobos. Los trasladaron como pudieron a los dos.
Al cabo de una semana, los intentaron despertar, pero no hubo manera.
Así termina la leyenda sin saber, como murieron, porque, nada más llegar, estaban perfectamente, según las monjas, había sido un milagro que estuviesen vivos.

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