"Habéis vencido, nadie hasta ahora lo había hecho"

-Vamos díselo.
-¿Yo? ¿por qué no se lo dices tú que es idea tuya?
-Eres más sincero que yo cuando se tiene que dar una noticia, sobre todo esta.

Entraron en casa, su madre todavía no había vuelto de la compra; subieron a la habitación de Tomás, que era el hermano mayor, cogieron cuerdas de escalada y mosquetones.

Regresaron al espeso bosque donde habían visto la torre, entraron por la desvencijada puerta. Subiendo por la desvencijados escalones, olieron a comida. Al abrir la puerta se encontraron a un anciano ciego, con una barba larga , con ropas harapientas. Se iban a marchar, cuando les invitó a sentarse. Enseguida un criado les trajo las mejores viandas; unos famosos cerebros fritos, con intestinos al vapor. Se dirigieron a la salida, pero estaba cerrada. El anciano, que pensaba que los tenía acorralados con la ayuda además de unos lobos, le mandó que los atase bien fuerte. Los niños huyeron por la ventana con las cuerdas. Una vez abajo corrieron hasta su cálida casa, al abrigo de sus padres.

Al día siguiente, los hermanos y tres amigos regresaron a la torre, como la vez anterior con cuerdas de escalada para poder escapar. Sin embargo, allí no había nada; sino que, en su lugar descubrieron una cueva, con un lago de agua caliente y un gran tesoro, estuvieron nadando todo el día.

Por la tarde del día siguiente los dos hermanos, se fueron solos esta vez, cuando entraron, encontraron, encontraron un libro con las hojas raídas en el que estaba escrito en la primera página. " Habéis vencido, nadie hasta ahora lo había hecho".

La torre de nuevo resplandeció con damas y todo el esplendor que fue posible, los reyes como fue normal fueron ellos y cada año, el reino resplandecía con más fuerza y los tesoros se apiñaban.