lunes, 9 de marzo de 2015

La Guardería casera

Marcos, un chico de dieciséis años; castaño, con orejas grandes; todo hay que decirlo, un cacho de pan, hacía de padre de su hermano pequeño de dos años. Cuando sus padres salían, no le importaba, porque le encantaba contarle cuentos para dormir o jugar con el coche patrulla.
A los dieciocho, salió con una chica, a los dos años se casaron.
Al año tuvieron un hijo; fueron los padres más maravillosos que un niño puede tener.
Así fue, como poco a poco montaron una guardería y aún continua, la Guardería casera, donde los trabajadores son padres, dan comidas caseras y cuentan nanas

No hay comentarios:

Publicar un comentario