viernes, 14 de noviembre de 2014

Caso cerrado

-Mira Laura, ese hombre te está mirando en la barra.
En ese momento, el hombre desapareció dejando en su amiga Araceli en suspense.
-¿Qué hombre en la barra, yo no veo a ninguno?
-Se ha ido, venga, vámonos a bailar, que la noche es joven.
Nada más terminar la conversación, un hombre de mediana edad, golpeó a otro en el estómago, disparando un tiro en la sien, con un silenciador, llevando previamente al otro, a un sitio lo más alejado posible de la gente.
Al segundo, el portero hizo la revisión como seguridad, hallando el cadáver, ya que, el asesino, no le dio tiempo a sacarlo. El portero, desalojó la discoteca, después de haber llamado a la policía.

Durante la investigación, se dieron cuenta de que sería un caso sencillo, sino, uno de estos, que una de dos, o no se resuelve, o tarda bastante.
Por suerte para uno de los inspectores que faltaba poco para jubilarse, la investigación avanzó muy deprisa, todo parecía apuntar a que  la situación mejoraba, los testigos comentaron que habían visto al asesino y a su acompañante, también, que ese hombre se lo merecía porque era un pedrasta. Hablando con su casero, se quejó de que hacía varios meses que no le pagaba, preguntó malhumorado, quien lo pagaría, ya que no tenía a nadie que se hiciese cargo, o si lo tenía no lo sabía.. Sabiendo esto; se dieron cuenta, de que, tenía deudas de juego, era un narcotraficante; previamente le habían embargado el yate, la casa en la Moraleja.

Aún así, había continuado jugando, al final el caso estaba cerrado, antes de lo previsto, ya que era un ajuste de cuentas. Iban a cerrar el caso, cuando se dieron cuenta de que algo no cuadraba, era que todavía tenía un sello con diamantes en el dedo; el asesino, esa misma tarde, había estado en casa de su compañero, revisando sus cosas. ¿Qué buscaba?
Continuaron la investigación, hasta que al final, se dieron cuenta y lo pudieron cerrar, por malversación de fondos, tráfico de drogas y prostitución.


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