-Creo que el enemigo ha ido por este lado, vosotros iréis por aquí y vosotros por aquí.
Los dos últimos soldados que cerraban el primer pelotón, se quedaron atrás al escuchar un ruido; miraron hacia arriba, al ver que la nieve caería encima de ellos, se introdujeron en la cueva, que se encontraba más próxima. Con tal mala suerte que continuó nevando sin tener alimentos, ni ningún elemento para hacer fuego.
En el siglo XXI, unos turistas, se quedaron rezagados contemplando la inmejorable panorámica. A la misma hora que los bárbaros quedaron sepultados en una avalancha, se abalanzó sobre ellos, cubriéndoles de nieve, sin opción de retirarse a la gruta y ocultando el sol. Después de varias horas nevando, se quedaron sepultados por la nieve. Aunque habían gritado, nadie parecía oirlos.
Al cabo de media hora, cuando se tenían que marchar en el autobús el guía se dio cuenta de que faltaban dos turistas. Llamó por teléfono, viniendo enseguida la policía y equipos de rescate. Sin embargo cuando los encontraron ya era demasiado tarde, habían fallecido congelados.
Al año siguiente en las mismas fechas, unos escaladores aprovechando el buen tiempo, se dedicaron hacer escalada, teniendo la mala suerte, de que el pronóstico era favorable; cambió repentinamente, es decir, nevando.
Las montañas de la mala suerte o malditas, dependiendo de quien se lo preguntases.
El alcalde del pueblo, realizó una investigación, primero con policías y con guardabosques; luego al ver que no avanzaban. llamaron agente especialista en lo paranormal sin ningún resultado; por lo tanto, en el mes que había sucedido esta catástrofe lo clausuraron.
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