sábado, 1 de noviembre de 2014

El asesino de Halloween

-Agente, el hombre salió corriendo con un cuchillo, no le pude ver bien la cara porque la noche estaba cerrada, creo que estaba manchado de sangre humana, ya que por el callejón fue por el que pasé, aunque mal alumbrado me pareció vislumbrar el cadáver de un hombre que había sido descuartizado, sería alrededor de las cuatro y media de la mañana.

-Entiendo, ¿a que hora regresó a casa?
-Alrededor de las cuatro y media, aparqué el coche al lado de este callejón.
-De acuerdo puede marcharse.

El hombre joven de alrededor de unos treinta y tres años se fue al almacén que recientemente había alquilado para guardar todos sus juguetitos de tortura; únicamente eran utilizados para el día para de Halloween vestido de zombi o vampiro. Revisó todo para cerciorarse de que todo se encontraba en orden y no faltaba nada, porque era muy metódico y no le desagradaba las sorpresas.

A la media hora sonó el teléfono, era su novia, que llamaba para saber que tal había ido, le respondió que bien, le preguntó si le apetecía quedar.

Al año siguiente el día de Halloween asesinó a sangre fría a un hombre porque era muy alto y delgado; acto seguido de asestarle varias puñaladas en el bazo, torax y corazón, le colocó como tarjeta de bienvenida un caramelo. Esa misma noche, pasó su novia con sus amigas, al reconocerle le asestó varias puñaladas después de haberle cortado el cuello y a sus amigas vaciado los ojos y el cuello que salía a borbotones. Por suerte había unos enormes y anticuados hornos crematorios para borrar huellas.

Como se empezó a cansar de este juego optó por ampliarlo al día 1 pero esta vez con un pasamontañas y colocar un clavel.
Así lo estuvo haciendo hasta que un día uno de sus amigos le reconoció; aunque eran las dos de la mañana, lo tuvo que hacer aunque hubiera pasado dos días.

Al año siguiente regresó el día de Halloween y el día uno.
Después de varios años con este juego, lo amplió hasta el día dos pero con caramelos.

Año tras año cometió asesinatos hasta que no tuvo más remedio que parar porque era muy mayor; sin embargo muchos fans mejoraron su técnica

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