¿Alguna vez encontrarás el amor?

Era sábado por la tarde, o para ser más exacto las ocho de la tarde en la calle de Anton Martín; en el banco cercano de un locutorio, que estaba abierto, un hombre de  cuarenta y cinco años, con un poco de barriga, con un abrigo de paño azul oscuro. Decir que era ruso. Dicho hombre, estaba sentado en el banco,  esperaba a que alguien se acercase para preguntarle.
A la media hora, pasó una mujer joven por delante. Le preguntó si sabía donde estaba su hotel, ella le preguntó por su nombre, le respondió que no lo sabía, ni el número de teléfono ni la calle. La chica le dejó por caso perdido.
En el transcurso de otra media hora, vino una mujer de cuarenta y cinco años que se alojaba en el mismo hotel.
Se dirigieron al hotel, entraron en el bar y estuvieron charlando. Cuando terminaron las vacaciones, continuaron viéndose; hasta que los dos rusos, se casaron, tuvieron muchos hijos y fundaron muchos negocios.
En el día de hoy, continúan igual o más enamorados que el primer día. Hay quien piensa que nunca se sabe donde puedes encontrar el amor y otra si alguna vez lo encontrarás.