martes, 17 de febrero de 2015

El Conquistador y triunfador del corazón

La familia pastelera Rímini, es una familia en la que desde que se fundó la pastelería en 1872 en Napoles, eran buenos pasteleros, muy alegres y se casaban muy rápido.
Sin embargo Rumini, que era un  pastelero muy tristón y muy barrigón, a sus cuarenta años, aún no se había casado.
Un día, el pastelero, anotó el pedido de una viuda de unos cuarenta años; entrada en carnes pero muy inteligente; le solicitó una tarta de arándanos, para dentro de una semana, que tenía una partida de billar.

A la semana siguiente, él mismo, entregó la tarta; como sus amigas no pudieron asistir, le invitó a tarta y café. Estuvieron charlando, comiendo tarta y por primera vez ¡reía! nunca hasta entonces nadie lo había logrado.

Para pedirle que se casase con él, le entregó tres regalos, un ramo de rosas rojas, una  tarta de Cenicienta que sabía que era su fan y un anillo de diamantes con el dinero que tenía ahorrado.

La boda fue por todo lo alto y nadie se quedó sin asistir; el bueno de Rumini, continuó con la tradición, pero abrió una tienda solo de tartas caseras y triunfó.
Ahora podemos llamarle Rumini, el conquistador y triunfador.

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