jueves, 19 de febrero de 2015

El Ángel de la casa

Siempre se ha dicho que cuando hay un nacimiento o una mujer va a dar luz, el Ángel de la Casa, con su enorme hocico , para otros una boca, se aproxima a la parturienta, abre sus alas de colores; dando saltos y bailando.
La verdad es otra o bien en este caso fue especial, porque un hombre joven indeciso, no sabía si pedir a su novia que llevaba dos años pedirle matrimonio. El Ángel de la casa, delante de él, dio un salto. El hombre llamó a un restaurante para reservar la mesa; luego se acercó a comprar un anillo que era bastante sencillo; por último compró unas flores rojas; fue a su casa para cambiarse de ropa.
A las ocho, subió a casa de su novia, le entregó las flores; bajaron al coche para dirigirse al restaurante para llegar a las diez.
Como cabría esperar, la mesa no estaba aún preparada, por lo tanto esperaron tomando una copa.

Mientras esperaban los postres; Luis Mi, se arrodilló, abrió la caja del anillo y con la voz más clara que pudo, le preguntó si se casaría con él. Ella le respondió que sí, que quería cenar todos los días con él como esposa.
En este caso, el Ángel de la Casa cumplió bien su cometido y ahora espera en su cueva, descansando en su cama, hasta que nazca un niño, o bien alguna persona que tenga las ideas claras

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