lunes, 16 de febrero de 2015

El roce hace el cariño y el cariño llega al amor

Lisa, que era una prostituta de lujo, siempre iba a cenar con sus clientes, tenía que escuchar sus aburridas vidas.
Un día, vino un ejecutivo joven, decidió que ya era hora de probar otras cosas; la oportunidad se le presentó, cuando Juan, fue al baño a despejarse a lavarse la cara para despejarse porque había bebido mucho. Ella cogió la agenda y la introdujo en su bolso.
Pasó una hora, como continuaba dentro, pasó todos los números de teléfonos mientras que esperaba; se hizo pasar por su secretaria comunicándoles que por favor, nos asistiese a la cita que tenía con él; si realmente lo necesitaba, se tendría que reunir con ella. Después de que transcurriese varias horas y hubo hablado con sus clientes, entró para ver que ocurría; por suerte para ella, se había quedado dormido. Le dejó tumbado porque no quería despertarlo; cerró la puerta sin hacer ruido.
Al día siguiente, Lisa tuvo las reuniones con todos sus clientes. Cuando Juan despertó, desayunó y se fue a preparar las reuniones para el resto de la semana.
El lunes, al ver que no llegaba su cliente, le llamó, le respondió que su atractiva y amable secretaria le había resuelto el problema. Le preguntó si el mes que viene, podían cerrar el trato, contestándole que además ya   había cerrado el trato con ella. Se despidió comentándole que prefería a su secretaria antes que a él, ya que aparte de ser muy agradable, le hechizaba sus enormes ojos marrones y su pelo castaño claro y ondulado.

El martes y el resto de la semana ocurrió lo mismo, así que al año, se arruinó vendiéndole todo a ella, quedándose en la calle.
Lo que para ella había sido un juego al principio ahora resultaba que se había complicado. Él tenía que pedir limosna en el metro. Lisa se apiadó de Juan, contratándole de secretario, él se lo agradeció.

Al cabo de unos meses, todo se arregló convirtiéndose en dueños de sus antiguas empresas y las demás que ella había creado.
Como el roce hace el cariño y el cariño llega al amor, se fueron enamorando; ella, que siempre le había visto muy atractivo, con unos ojos muy bonitos marrones y de complexión atlética; él que siempre la vio muy atractiva pero pensaba que únicamente que tenía un buen cuerpo pero no inteligente; se dio cuenta de su error. Se disculpó y le pidió que se casase con él. Así fue como terminó todo, con un final feliz.

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