domingo, 28 de junio de 2015

La Horrenda sorpresa (fin)

La tumbó con mucha fuerza para que gritase y producirla heridas, cuando se dio cuenta de que no podía gritar más, la levantó, haciéndolo tantas veces que Lara perdió la cuenta y él se cansó. Solo entonces terminó esta parte de la tortura; le quitó las cadenas para poder colocar en la sucia y vieja paja que halló permitiendo por todos los sitios; encontrando una guadaña, lo apartó de su mente porque todavía no quería finalizar su diversión, aún no tenía sueño. Recordó que había traído unas tijeras y un cuchillo para lo que necesitaba; ahora era un buen momento.
Se dirigió donde estaba, aprovechando que no podía moverse ni agazaparse, pensó que de momento le apetecía cortarle un mechón de pelo. Según se dirigía allí, empezó a arrastrar lo mejor que podía, para evitarlo decidió que lo mejor era  que él se alejase de ese lugar. Cuando estuviese fuera lo incendiaría; también tenía que asegurarse ¿de que? si solo había una puerta y no tenía ninguna ventana. Se alegró de ser tan observador; tranquilamente como si solo estuviese paseando, aseguró la puerta con otras cadenas que también estaban bastante oxidadas harían su función; una vez que se hubo asegurado, roció con gasolina todo, encendió una cerilla, continuó grabando, hasta que se redujo a cenizas; comprobó que la chica había fallecido. Se la llevó a casa en su todoterreno.
Después de todo, metió en el frigorífico de su casa para que no se estropease, porque sino los nuevos inquilinos no tenían una agradable sorpresa.
Como siempre que secuestraba y asesinaba, vendió la casa, para continuar en otros sitios.
¿No creéis que es una agradable sorpresa?

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