domingo, 7 de junio de 2015

Un hombre loco y amargado (I)

Un día que llovió de manera torrencial ven unos chicos a un hombre jorobado enterrar a un gato negro vivo que tiene atadas las patas; regresa a enterrar un cadáver de un hombre mutilado, por último ¿a quién creéis que entierra semi inconsciente? A un niño que le había estado molestando hacía mucho tiempo, que era además uno de los amigos de este grupo; en este pequeño, tranquilo, pueblo que nunca ocurría nada.

Cuando este hombre murió la gente del pueblo pudieron respirar tranquilos durante un tiempo; hasta que vino  un hombre joven que compró la casa; entonces se trastornó y volvió a comenzar todo, la gente consiguió que le arrestasen; una vez hecho; la pusieron en venta a un precio modélico; por ello, lo adquirieron nuevos compradores; en un primer momento, no sucedió nada.
Al cabo de un tiempo, el niño de ocho años, asesinó a su perro; los padres, presa del pánico, quisieron ponerla en venta. Él les amenazó con matarles, por ello, los padres le engañaron dándole la razón diciéndole que era una pena vender una casa muy bonita y el pueblo era muy tranquilo y agradable; prepararon las maletas y le comunicaron que hiciera las suyas que se iban a Tarragona para cambiar de aires; les respondió  que únicamente quería permanecer allí; sin saber muy bien que hacer, optaron por arroparle y dejarle mientras dormía. En el preciso instante que salían por la puerta, él se levantó con la escopeta de caza que sabía donde la guardaba los cartuchos, la cargó, disparando primero a su madre; el padre intentó escapar pero no le dio tiempo porque consiguió recargarla tan rápido que él no pudo salir, matándole a él también en el acto.
Hecho esto, el niño salió de la casa tranquilo, entrando en casas y asesinando primero a la gente que estaba en la calle y si tenía el camino libre metiéndose en las casas de los demás y disparando a bocajarro. En la última casa, el hombre le apuntó con el arma también disparó hiriéndole mutuamente, les llevaron al hospital. Cuando se recuperaron el hombre regresó a su casa; en cuanto al niño le internaron en un psiquiátrico, pero allí continuó con el ritmo, cada vez que salía de la habitación de castigo o le desataban. Una de ellas consiguió escapar.
Como estaba en medio del campo se internó en el bosque hasta que dio con un camino que llevaba a la carretera; paró al primer coche que encontró, le pidió educadamente que le llevase al pueblo más cercano para llamar a sus padres, porque los amigos de sus padres acababan de morir en un accidente de tráfico; por suerte para él había salido ileso; le iba a preguntar si había llamado a una ambulancia y a la policía, cuando se dio cuenta de que lo mejor era no preguntar, llevarle al pueblo más cercano y dejarle allí sin hacer preguntas.
Cuando llegaron al pueblo, el conductor observó un coche patrulla, pero el niño al percatarse de que se dirigía allí, le golpeó con la pala que acababa de comprar, cogió las llaves y condujo aún bastante mal, porque no llegaba a los pedales. Los policías cuando quisieron reaccionar ya se había escapado.

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