lunes, 15 de junio de 2015

No sabemos que hacer (II)

-¿Qué hacemos con el chico?-Preguntó Medea.
- Venderlo al mejor postor.
- En este caso, es distinto, los tres pagan lo mismo; el primero quiere uno para enseñar medicina y necesita un  niño sano y vivo. El segundo para órganos; por lo tanto, tiene que estar sano; el tercero para hacer sacrificios a no sé que dios. El cuarto para pedrastia y el quinto porque no tiene hijos.- Respondió Medea, que llevaba la voz cantante.
- Lo veo muy simple, nosotros no tenemos hijos; aprovechando que tenemos veinte años; podríamos hacerlo pasar por nuestro hijo; adoptarlo, nos lo llevamos fuera de Asturias, o mejor a Estados Unidos. Que nos gusta, le teñimos de su color natural, es decir castaño claro y se lo vendemos a alguien. ¿No te parece?- Soluciono Mike.
 -Tienes toda la razón Mike, vamos a sacarlo de esa asquerosa habitación y a comenzar a tratarle como nuestro hijo.
Bajaron al sótano, le dieron un beso, le subieron los calzoncillos y los pantalones, le animaron diciéndole que arriba le esperaba una comida caliente, una habitación acogedora, ropa nueva y juguetes. Además, irían a Nueva York a una fiesta de disfraces, por ello, tendría que teñirse de rubio; allí adquirirían disfraces.

A la semana siguiente se fueron; estando en Nueva York, el niño se negaba a ir al nuevo colegio y el estar en compañía de niños nuevos. Hartos de él, le envenenaron, se llevaron el cuerpo a Italia y lo tiraron a un río. Se fueron a Inglaterra permaneciendo dos o tres años, hasta que se sintieron la necesidad de raptar a otro niño; no sabiendo muy bien que hacer con él o con ella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario