sábado, 10 de enero de 2015

El diablo vende un piso muy barato

-No me lo puedo creer, un piso que cuesta 127.000 euros en Serrano.
-Ese precio está mal, ¿tú te crees que un piso en esa zona, puede costar eso?
-A mi también me parece raro, además de los muebles tan espectaculares que hay, por ejemplo la cama con dosel que tiene la zona del cabecero en color rosa.

Al día siguiente Pablo telefoneó a la agencia inmobiliaria, Vitenchum, para saber si el precio era el correcto y que le dieran toda la información, la cita se la dieron, esa misma tarde a la siete.

A las siete de la tarde llegaron muy puntuales a la agencia.
Como el piso estaba bien situado, el piso estaba perfectamente y era bastante asequible; preguntaron porque no había sido vendido, él le respondió que a nadie le había gustado, extrañados, lo compraron igualmente.
Nada más dejar a los compradores el diablo, le felicitó y a cambio le permitió más tiempo de vida.

Al principio pasaron una buena noche, sin embargo, a la semana, Lucinda le dio la noticia de que estaba embarazada.
Al cabo de dos meses comenzó a sufrir pesadillas, al cuarto, el líquido amniótico era bastante bajo, en el quinto mes no pasó nada, al sexto mes, pusieron el piso en venta, pero el diablo retiraba el cartel. Al séptimo mes  pudo dormir bien, al octavo mes, regresaron las pesadillas.

Cuando llegó el noveno mes, Lucinda, sentía fuertes dolores, al llegar al hospital, le hicieron una cesárea, pero  el cordón umbilical le había asfixiado.

Por la noche, mientras dormía, el espíritu del niño se metió en el cuerpo de un enfermero y asestó varias puñaladas a la que fue su madre.

Después de lo sucedido Pablo, no queriendo vivir en el piso por lo que ocurrió quiso poner el piso en venta, pero retiró el cartel, como la otra vez el espíritu del niño, mató a su padre.

El diablo de nuevo puso el piso en venta, tras varios años de nuevo sin residentes, lo adquirieron un hombre joven, teniendo la mala suerte el diablo de que estuviera solo.

Como sabía que no podría permanecer con mucha fuerza en la tierra sino había  ningún alma, un día  engañó el diablo al agente inmobiliario que sabía que tenía una familia y piso pequeño; le ofreció el piso.

El agente inmobiliario se lo agradeció, no habiendo terminado de desembalar, cuando asesinó a todos,  pero ganó algo de fuerza porque tenía dos niños de un año.

El diablo buscó otro agente inmobiliario, pero como no había ninguno que hiciese rituales  o utilizase la guija desapareció de la faz de la tierra

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