sábado, 3 de enero de 2015

Herodoto ¡héroe!

En una playa griega Herodoto de Halicarnaso, estaba sentado en la arena de la playa, mientras escribía uno de sus libros que se centraba en las Guerras Médicas, el episodio bélico que en la primera parte del siglo V a.c. se enfrentaron los persas y los griegos.
Como hacía mucho calor, ordenó a su criado que le trajese un cuenco con agua, de su ánfora preferida que tenía los guerreros luchando cuerpo a cuerpo. Según se acercaba con lo mandado, observó que un trirreme chocaba con una de las rocas, el criado que no sabía nadar, alertó a su amo, pero él tampoco sabía;  se dirigió a su casa para pedir ayuda a los soldados. Cuando se acercaron, tuvieron la suerte de que muchos pudieron salir ilesos.
Al día siguiente se sacrificaron varios toros a Poseidón. Después de la jornada de fiestas; Herodoto, cansado, se retiró a su casa. Poseidón, se apreció en sus sueños, ofreciéndole vivir con él, con su forma humana. Él aceptó tal honor; terminado sus nueve libros sobre las guerras médicas, con su lenguaje sencillo y expresiones coloquiales y diálogos.
Cuando terminó su obra, visitó a Poseidón con el carro tirado por delfines y cuando le apetecía estar en Grecia, continuaba escribiendo la historia de su país. Hasta que falleció en el 420 a.c

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